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Películas mexicanas avaladas por festivales internacionales como los de Cannes, Venecia o Locarno junto a estrenos absolutos competirán este año en el Festival Internacional de Cine de Morelia, que celebrará su décimo aniversario del 3 al 11 del próximo noviembre. Entre ellas figuran las últimas cintas de Yulene Olaizola, Natalia Beristain o Alfonso Pineda Ulloa. Doce títulos michoacanos, 45 cortometrajes y 25 documentales, todos ellos mexicanos completan, las diferentes competencias oficiales.

La Semana Internacional de Cine de Valladolid ha anunciado que su próxima 57 edición se abrirá con el estreno mundial de "Todo es silencio", la nueva película del español José Luis Cuerda, basada en una novela de Manuel Rivas, convertida en guión por el propio autor gallego. Quim Gutiérrez, Celia Freijeiro, Miguel Ángel Silvestre, Juan Diego y Chete Lera son los protagonistas de esta cinta que gira en torno al negocio del narcotráfico y su incidencia en un grupo de amigos.

Del 15 al 22 de septiembre se dará la inconveniente coincidencia de la celebración simultánea en la Argentina de dos certámenes cinematográficos con especialidades muy similares. El Festival de cine latinoamericano de La Plata (FESAALP) se desarrollará por séptima edición, mientras que el Festival UNASUR en San Juan debuta con películas de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Ambos se harán una competencia directa que no beneficiará a nadie.

Por Eduardo Larrocha

El festival andaluz Alcances, ya en su 44 edición, es, sin duda, uno de los más prestigiosos certámenes especializados en el difícil mundo de los cortos y el cada vez más prolífico de los documentales. Sin acudir al certamen en Cádiz, tengo la suerte de haber visto algunos de los trabajos  que se están exhibiendo en distintas secciones. Todos ellos participan de  una cierta sincronía que los relaciona con el paso del tiempo.

Por José Romero Carrillo

Son pocos los festivales que pueden jactarse con justicia de abarcar todo el cine del mundo y éste es uno de ellos. No tiene el Festival de Montreal la potencia mediática, las estrellas ni el glamour de su vecino, el festival de Toronto, pero eso no le afecta en lo más mínimo pues sus intenciones son otras. Ofrecer un panorama extenso, como si se tratara de un mapamundi, en el que cada país debe estar representado, y esto está respaldado no solo por el tiempo transcurrido sino por un público espectador que acude en gran número a cada una de sus funciones.