Tener a todo un ganador de la Palma de Oro (en 2007) como es el rumano Cristian Mungiu de regreso a Cannes en la jornada competitiva de este sábado despertaba muchas expectativas, la mayoría decepcionadas por "Dupa dealuri" (Más allá de las colinas), un largo y pesado drama femenino que sólo gustó a unos pocos. Por el contrario, el triunfador de la jornada fue el australiano John Hillcoat con su "Lawless", una dura y violenta mezcla de cine de gangsters y western, de estelar reparto y probablemente una de las favoritas finales a premio.

Shia LaBeouf, empeñado en demostrar que puede hacer mucho más en su carrera que correr delante de inexistentes armatostes hechos de pixeles y llamados "Transformers", encabeza el elenco de "Lawless". El film marca una nueva colaboración entre Hillcoat y su buen amigo el músico Nick Cave, quien firma este guión denso, intenso y cargado de sangre, como no podía ser menos por el universo que retrata: Una América profunda, rural y aún embebida en los usos y costumbres del Oeste más descarnado. Pero estamos en una época que empieza a resultarnos demasiado familiar, la Gran Depresión.

En este momento convulso de sálvese el que pueda, tres hermanos se afianzan en el comercio de alcohol ilegal, lo que les conlleva el enfrentamiento con las fuerzas del orden y los delincuentes de toda la vida. A LaBeouf le arropan actores de varias generaciones y nacionalidades, que coinciden en entrega y credibilidad: Tom Hardy, Guy Pearce, Jessica Chastain, Gary Oldman y Mia Wasikowska.

Un Nick Cave de vuelta de todo, que parece apuntar que además de ser músico y guionista tendría futuro como showman animó la rueda de prensa del film estadounidense con su agudo sentido del humor. Explicó que le atrajo el ambiente del libro  de Matt Bondurant sobre su familia, sobre el que basó su libreto, y "su mezcla entre historia de amor y violencia excesiva. La violencia suele resultar con frecuencia aburrida en el cine, pero creo que hay una forma de tratarla, como lo hace John Hillcoat, que resulta refrescante y apasionante".

El aludido, por su parte, reconoció haber sido inspirado en lo estético por "Erase una vez en América", de Sergio Leone (cuya nueva versión total se muestra también en el festival en presencia de sus estrellas Robert de Niro y James Woods), y sobre todo "Bonnie and Clyde", de Arthur Penn. Espectadores más contemporáneos y televisivos también encontrarán algunas coincidencias con la exitosa teleserie "Boardwalk Empire".

"He querido comprender bien el mundo de la época en esa parte de los Estados Unidos", dijo el también autor de "The road (La carretera) / El último camino". "Siempre he deseado hacer películas que lleguen al mundo entero. Estados Unidos me atrae, y me gustan sus historias tanto como las australianas. Ahora mismo en Estados Unidos lo que sobre todo está en peligro son las películas de presupuesto medio con ambiciones de llegar al público y creo que debería de haber una preocupación al respecto".

Si "Lawless" llegará sin duda a muchas salas, no podemos pensar lo mismo de la rumana "Dupa dealuri", que incluso corre el riesgo de decepcionar a algunos de los aficionados al cine de autor que quedaron razonablemente satisfechos con su anterior "4 meses, 3 semanas, 2 días", cuyo único punto en común es tener protagonistas femeninas.

En este caso se trata de dos chicas, amigas desde que compartieron una dura infancia en un orfanato, que se reencuentran años más tarde. Una de ellas ha emigrado a Alemania y regresa a Rumanía con la esperanza de convencer a su amiga para que salga del convento ortodoxo en el que desarrolla su vida.

Alguien ha querido ver influencias de Bergman en este drama largo en metraje, lento y claustrofóbico que parece dejar entrever que Mungiu ha empezado a tomarse demasiado en serio a sí mismo. "Intento hacer otro tipo de cine y otro tipo de películas. No quiero que el realizador se haga demasiado visible. Tampoco quiero abusar de la música y el montaje, que considero elementos externos. No creo que haya necesidad de decirle al espectador cuando debe emocionarse o no".

El cineasta, que piensa que habrá una lectura diferente de su película en Rumanía y el resto del mundo, por las connotaciones religiosas del mismo, se mostró pesimista sobre la situación del cine de autor en su país, por el problema de la "formación de los espectadores". En su opinión los más jóvenes están completamente mediatizados por las series televisivas y las películas de Hollywood, y desprecia otro cine, como el que él mismo hace.

Este sábado Cannes por supuesto ha brindado mucho más, desde el nuevo "Drácula 3D", de Dario Argento en sesión de medianoche, a la atractiva (y muy requerida por compradores en el mercado) "The Sapphires", del australiano Wayne Blair, sobre cantantes aborígenes convertidas en animadores de los soldados en Vietnam, a la colombiana "La Sirga", de William Vega, en la Quincena de los Realizadores.

El primer pase de "3" en Cannes será este próximo lunes.

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