El público del Festival de Morelia consideró el pasado fin de semana con sus votos como favorita a la cinta de Humberto Hinojosa "I hate love" ("Odio el amor"), una triangular historia de amor adolescente en la que está muy presente la sordera, y cuyo autor aseguro hizo "porque siempre es padre hablar del amor y más del desamor cuando uno es adolescente y quizá mientras más grande sea menos me voy acordar de cómo fue".

Robo (Christian Vázquez), como consecuencia de un accidente, ha sufrido una pérdida del sentido del oído, pero la aparición en su vida de una bella chica rubia extranjera (Diane Rosser) le hace descubrir que el amor es capaz de devolverle la audición. El único problema es que de la muchacha también está enamorado su mejor amigo.

"Es fuerte -ha explicado Hinojosa- porque de esa forma te das cuenta que tenías todos tus sentidos, uno ya da por sentado muchas cosas y cuando los pierdes, es cuando los valoras, yo tenía muchas ganas de hacer de esa película, una historia de amor, que lejos de ser un triángulo, enfrentara el impedimento más grande fuera la sordera y que el personaje tuviera que decidir si quería volver a escuchar o conservar a su amigo".

"Al final -añade en declaraciones al boletín de IMCINE- lo que estaba pasando era que se estaba enamorando, que es lo más universal que le pasa a un adolescente, el factor de la sordera hace que la relación de amor se vuelva más fuerte y saber qué estás dispuesto a ceder por el otro, eso era lo que tenía en la cabeza. El hecho es que un impedimento que tenía el personaje, era que después de un año aprendió a vivir y a leer los labios, pero nunca los leyó en inglés, entonces lo que me parecía padre era establecer una relación de amor en la que no pudiera haber comunicación alguna más que la de las miradas, las situaciones, o las personas que estaban alrededor que actuan de intermediarios".

Por su parte, el actor Christian Vázquez agrega que su personaje "tiene que comunicarse como puede porque no habla inglés, pero hay otro lenguaje que uno no practica en su vida teniendo todo para poder hacerlo; es como un personaje muy noble en ese sentido y sabe que está involucrada la relación de su amigo de por medio, que es la que termina cambiando toda la historia del personaje y de los otros".

Para el joven actor, "I hate love" deja "un mensaje muy bonito que es luchar, donde ya parece todo perdido, esa fe y confianza de decir que hay que arriesgarse también, no nada más es cuestión de hacerse las víctimas aunque es fuerte y doloroso porque va más allá de sus posibilidades, el que no arriesga no gana".