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"Princesas rojas" lleva los conflictos centroamericanos a la Berlinale, con el filtro infantil

por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Laura Astorga
"Una lucha revolucionaria a través de los ojos de dos niñas". Así se ha definido la película costarricense de Laura Astorga "Princesas rojas", que acaba de estrenarse mundialmente en la sección infantil y juvenil de la 63 Berlinale, Generation. El largamente gestado proyecto ha tenido su primera confrontación con un público muy especial: niños y adultos, y su directora -según cuenta a NOTICINE.com- se ha visto sorprendida de ver que su cinta es "para todo público", cuando estaba convencida de haber hecho un film político. Astorga, además, no quiere salirse de ese carril, y se muestra feliz de que hasta Hollywood se interese ahora por historias reales de la guerra sucia en Centroamérica, como la prevista "biopic" de Gary Webb, el periodista "gringo" que reveló cómo la CIA creó el "crack" para con su venta en los barrios negros de Los Angeles financiar la "Contra" nicaraguense.

"Me estás dando una gran noticia", dice Astorga cuando le comentamos que ese proyecto está en marcha con Jeremy Renner como coproductor y protagonista. "Yo conozco con mucho detalle toda esa historia, que le costó la vida al periodista. Hablé hace cuatro años con varios productores estadounidenses y les dije que si no lo hacían ellos, lo haría yo, y todos tenían mucho miedo después de ver cómo acabó el que dio a conocer esa noticia, de cómo se financió a los antisandinistas de parte de la CIA a partir del "crack" que se vendía en Los Angeles. Pusieron a trabajar a un científico para crear esa nueva droga con la que pagar a la "Contra". Me la se perfecta toda la historia. Pusieron a un tipo, un químico, a trabajar para generar esos recursos. Estoy encantada de que se haga esa película porque es algo desgarrador. Hace cuatro años la gente tenía mucho miedo y pensé que nunca se atreverían a tratar este tema tan "peligroso", después de que muriera el periodista supuestamente suicidado... de dos tiros".

Astorga considera que ese es uno de los muchos hechos históricos que quedan por contar de las "guerras civiles" centroamericanas, un término ese que se niega a aceptar: "No lo fueron porque había dos posiciones, una de la minoría poderosa defendida por la CIA y Estados Unidos, y la otra era basicamente el pueblo. O sea el apoyo que tenían unos era externo".

Sobre "Princesas Rojas", la realizadora explica que se trata de la historia de una familia de intelectuales que trabajan en labores de inteligencia entre entre Costa Rica y Nicaragua, a favor de la Revolución Sandinista. "A lo largo de la historia, la pareja formada por los padres se quiebra tanto sentimental como politicamente, y todo ese proceso está visto desde la óptica de las dos niñas, que mientras son testigos de esa lucha siguen con su rutina escolar", afirma la cineasta.

La época de los movimientos progresistas de América Latina vistos desde el prisma infantil ha dado en los últimos años películas como "Postales de Leningrado" o la más reciente "Infancia clandestina", pero Astorga cree que la suya es diferente por varios motivos: "Pienso que es mas intimista. Esta no está tan clara desde el punto de vista ideológico, por las posiciones políticas de sus personajes. Porque se trata de una familia que la mitad está en un bando y la otra mitad en el opuesto. Otra particularidad es que las dos películas que ha citado hablan de Suramerica y esto es Centroamérica".

Laura Astorga detalla que el proceso más largo y complicado fue encontrar los socios y la financiación para hacer "Princesas rojas", mucho más que la creación o la labor artística, incluso que el rodaje: "Encontrar el dinero fue el proceso más extenuante. El resto, que fue desde concebir la historia y tratarla como una ficción, porque está basada en la historia de mi familia, todo eso fue muy bonito y emotivo, pero lo duro resultó lo otro, lograr el dinero, porque hay muy pocos países dispuestos a hacer una coproducción cuando se da la circunstancia de que tu país no puedo aportar dinero, sólo el talento, y las ideas... Eso es duro. Al final lo hicimos con quien aceptó esto, que fue Venezuela".

Respecto de la acogida en la Berlinale, la directora y guionista se mostró encantada. "Nos fue muy bien. Por ahora el objetivo era estrenar aquí, ya tenemos un agente de ventas internacional, Latido, y ahora el camino es esperar a ver qué perspectivas hay de otros festivales, que nos están invitando y tenemos que decidir con nuestro agente de ventas cuáles son las mejores opciones. Aquí fue vista por todos los publicos. Los niños y adolescente la disfrutaron porque pueden entender su punto de vista reflejado en la pantalla, y los adultos también tienen curiosidad por saber más sobre los mayores que aparecen en la historia. Esta experiencia nos abrió el panorama porque en principio pensábamos que sería más fácil llegar a los adultos", dice.

Admite Astorga que no contempla hacer en el futuro un cine que siga siendo político. De hecho, ya trabaja en una nueva película, cuya protagonista se mueve esta vez en la época actual: "Ahora estoy preparando una película con otro enfoque, en el presente. Es acerca de una mujer indígena encarcelada. Este siguiente guión lo estoy haciendo en la Cinefondation del Festival de Cannes. Ella está en prisión por asesinato y es indultada, entonces, cuando la liberan se da cuenta de que para ella la auténtica libertad está dentro. Quiero poner al espectador ante la paradoja de que da por sobreentendido que el indígena vive libre en la naturaleza y aqui se cuenta lo contrario, que mi personaje vivía fuera totalmente marginada y en la carcel es donde le dan la educación y se siente libre".