Inquietantes historias femeninas en el debut competitivo de Cannes

por © E.E. (Cannes)-NOTICINE.com
Leigh y Browning, en la escalera del Palacio (Reuters)
Leigh y Browning, en la escalera del Palacio (Reuters)


Dos historias anglosajonas, dirigidas y protagonizadas por mujeres, han sido hermanadas por el delegado general del festival, Thierry Frémaux, para lanzar la carrera hacia la Palma de Oro en Cannes, con resultados contradictorios. Mientras la cinta de la escocesa Lynne Ramsay "We need to talk about Kevin", con Tilda Swinton como madre de un psicópata adolescente, recibió aplausos, la morbosamente vacía "Sleeping Beauty", de Julia Leigh, pasó con más pena que gloria, y aburrió incluso a los "voyeurs".

¿Qué siente, cómo se siente, la madre de un hijo problemático y con tendencias psicopáticas peligrosas que nunca la ha querido? Eso es lo que se pregunta "We need to talk about Kevin", en la que la siempre convincente Tilda Swinton vuelve a impresionar con su dominio de la expresión emocional. La cinta, cuya acción se desarrolla a lo largo de dos décadas y de forma un tanto desestructurada, narra la problemática relación entre una mujer que hizo una pausa en su trayectoria profesional para ser madre, y un niño convertido en adolescente que protagoniza un sangriento suceso, del que su madre se considera tanto o más culpable que él.

Ramsay, antes autora de otros dos largos -"Morvern Callar" (2002) y "Ratcatcher" (1999)- que recorrieron festivales, ha llevado a cabo una muy interesante reflexión sobre la condición de la maternidad y su relación con el egoísmo. Aunque se complica un poco la vida en la edición de su historia, poblada de imágenes de gran fuerza, el esfuerzo del espectador merece finalmente la pena, como rubricaron los aplausos este jueves en el Palais des Festivals.

La australiana Julia Leigh, escritora que debuta como guionista-directora de la mano de Jane Campion como madrina (lo cual puede explicar su presencia en Cannes), cuenta con un interesante y morboso punto de partida para su "Sleeping Beauty": una joven estudiante que busca sobrevivir con trabajos mal pagados se introduce en una peculiar red de prostitución para hombres ricos y maduros, los cuales, mientras ella duerme anestesiada, pueden disfrutar de su cuerpo (sin que haya no obstante coito propiamente dicho), mientras ella no tiene la menor conciencia ni recuerdo de este trato carnal.

Sin embargo, la cineasta es incapaz de sacarle partido. No logra en ningún momento intrigar o interesar una vez desplegadas sus cartas dramáticas sobre la mesa, ni mucho menos emocionar. Al espectador, aparte de incomodarlo en algún punto con la sucesión de escenas en las que la bella y eterea Lucy (Emily Browning, vista en la fracasada "Sucker Punch") exhibe su dormido y zarandeado cuerpo, no le brinda elementos de empatía, sin siquiera conocer las motivaciones lúbricas de los clientes, sus vidas... un terreno que podría haber facilitado la relación emocional con personajes e historia.

Además, "Sleeping Beauty", estéticamente bella, no puede evitar cierta pedantería autoral y carece de esa autentica "carne" del buen cine, haciendo al final bastante honor al calificativo de la bella...

SI QUIERES COMENTAR ESTA INFORMACIÓN, VEN A NUESTRO FACEBOOK...