Mostra de Venecia: Pasolini y otros incómodos fantasmas del pasado italiano... y chino

por © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com
Daffoe y Ferrara (AP)


La gran esperada de este jueves en Venecia -y una de las películas que más expectación despertaron al conocerse la programación-, era la visión del iconoclasta Abel Ferrara sobre el final del cineasta, activista político, poeta y orgulloso homosexual Pier Paolo Pasolini, titulada precisamente con su solo apellido, que no ha acabado de convencer a la audiencia. La jornada se completó con el drama familiar "Chuangru zhe" (Amnesia roja), del chino Wang Xiaoshuai, interesante retrato de una nueva china que convive con el recuerdo bastante fantasmal del pasado gigante comunista.

Y es que va de fantasmas. A muchos en Italia asustaba ya en vida Pasolini. El proyecto de Abel Ferrara de hacer su biopic (centrada en su asesinato y los momentos previos) fue anunciado como una aportación definitiva al espinoso tema de su asesinato. Pero no es eso, el italoamericano no se decanta por la tesis más reciente y verosimil, un asesinato por motivaciones políticas, sino que prefiere quedarse a medio camino, agarrándose a la teoría del crímen homófobo.

La política italiana siempre se ha movido en el filo de la navaja. De crisis en crisis, de corrupción en negocio, con intrigas donde el poder económico, la mafia, los terroristas de ultraderecha y ultraizquierda parecen peones al servicio de los más oscuros intereses. Era y es una inestabilidad crónica que el autor de la "Trilogía de la vida" o de "Teorema", denunció en los años 60 y 70 y cuyas palabras suenan hoy igual o más vigentes que entonces. En ese magma maloliente el escritor y cineasta preparaba un libro en el que iba a narrar uno de esos negocios tan oscuros como su título, "Petroleo". Puede ser desazonador constatar que lo que denunciaba entonces Pasolini sigue en pie con el mismo vigor hoy. Sólo cambian las personas. Los usos son los mismos, y se extienden mucho más allá de las fronteras transalpinas. Miren a la España de 2014...

Marxista y homosexual, Pier Paolo Pasolini no gustaba a casi nadie, y muchos debieron alegrarse cuando apareció su cuerpo roto en una playa tras practicar sexo con un joven prostituto. Ferrara prefiere no acusar más que a la homofobia, que es una forma más de intolerancia, por mucho que otras posibilidades y conspiraciones menos sexuales y más políticas resulten probables.

Su "Pasolini" es un nuevo Ferrara, porque lleva su sello: a ratos fascinante, a ratos caótico, pero poco digerible para cualquiera que no esté familiarizado con la vida y obra del autor boloñés. Tampoco ayuda que el director haya elegido el inglés como idioma de su película, chapurreado de manera deficiente por la mayoría de los actores italianos que participan en la cinta. Habrá que esperar al nuevo proyecto que en Italia se está preparando sobre el mismo asunto, y en el que el cantante y actor Massimo Ranieri (más parecido fisicamente) encarnará al cineasta e intelectual aquí representado por uno de los actores fetiche del neoyorquino, Willem Daffoe, cuya presencia esteticamente poderosa naufraga al oirle hablar en inglés.

Por su parte, el chino Wang Xiaoshuai considera que con su "Chuangru zhe" (Amnesia roja), está cerrando una trilogía relacionada con el pasado de china, y especialmente con el tristemente famoso período de la "Revolución Cultural", que antes trató en "Sueños de Shanghai" y "11 flores".

La viuda protagonista del film, del chino Wang Xiaoshuai, magistralmente interpretada por Lu Zhong, se preocupa de sus hijos y nietos mientras empieza a ser acosada por un desconocido relacionado con su pasado durante ese período de purgas, traslados forzosos y campos de trabajo. Hace casi cinco décadas la señora Deng Meijuan hizo trampa para sobrevivir a los desprositos de los jóvenes Guardias Rojos, y alguien viene a reclamarle ahora por ello. Este sucede mientras sus hijos viven en un panorama radicalmente diferente, donde hablar de revolución sólo suena bien con el apellido "económica". Sus hijos viven bien, son prósperos consumistas y tienen otras preocupaciones diferentes. Uno de ellos, eso sí, tiene que ocultar su homosexualidad con una novia, mientras su madre lo sabe pero se niega a aceptarlo y calla. Es quizás este aspecto uno de los más interesantes del film de Xiaoshuai, ya que los personajes gays no abundan en el cine de la República Popular China.

"Chuangru zhe" ha sido mejor acogida que la cinta de Ferrara, y su protagonista femenina bien podría ser considerada en el palmarés final.

Este viernes se dará por terminada la competición con otras dos cintas esperadas, la del ruso Andrei Konchalovsky "Belye nochi pochtalona Alekseya Tryapitsyna" y "Good Kill", de Andrew Niccol.

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