Crítica: "Carmín tropical", el investigador travestido

por © Correcamara.com-NOTICINE.com
'Carmín tropical'


Por Sergio Huidobro

En “Norteado” (2009), Rigoberto Pérezcano dejó constancia de su talento para adentrarse en un terreno conocido, como es el cine sobre migrantes, y darle vuelta mediante un relato sencillo e intimista que descansaba en un personaje entrañable. Ahora, con su segunda película, “Carmín tropical”, ganadora en el recientemente clausurado Festival de Morelia el procedimiento es más o menos inverso: Pérezcano se interna en un territorio casi inexplorado y, para muchos de nosotros, insólito, con un "detective" aficionado al frente de un thriller: Un travesti.

La región de Juchitán, en el estado de sureño de Oaxaca. Ahí, el travestismo y la homosexualidad se han integrado con naturalidad a la vida desde hace varias generaciones, incluso desde edades tempranas. Algo así amerita más de una explicación, si pensamos que Juchitán pertenece a uno de los estados con mayores carencias socioeconómicas de un país históricamente conservador.

Pérezcano no pretende esclarecer esta particularidad, sino situarse en ese entorno para contar una historia tan humana como la amistad, el recuerdo o el deseo. Es la historia del regreso de Mabel a su tierra natal, la que dejó “por buscar cosas diferentes, ver mundo, sentirlo y, ante todo, por seguir el amor de un hombre.” Su regreso se ve ensombrecido por coincidir con el brutal asesinato de Daniela, una antigua amiga con la que Mabel guardaba cuentas pendientes y ahora irresolubles.

Planteada como la investigación de un crimen, la búsqueda de Mabel termina por ser un buceo en su propio pasado. Para la película, este es el pretexto para cuestionar nuestra propia identidad de género y las muchas maneras, brutales o luminosas, en las que la asumimos frente al mundo. El jurado de Morelia ha apreciado sin duda la originalidad y valentía de la propuesta, que nos habla de la diversidad del nuevo cine mexicano.

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