Festival de Guadalajara: "NN", de entre los Muertos
- por © NOTICINE.com
Por José Romero Carrillo (Guadalajara)
Cámara distante, unas personas en el medio de un territorio desértico realizan excavaciones y sorpresivamente surge un hallazgo, unos nuevos restos óseos que de inmediato codifican. Ese es el punto de partida de "NN", la esperada segunda película del director peruano Héctor Gálvez que integra la Competencia Iberoamericana de Ficción de esta 30 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Este film gira en torno a la memoria, colectiva y personal, de toda una nación y la que se vive al interior de una familia, y del duelo, producto de la profesión que se realiza donde la satisfacción es identificar un cadáver o lo que queda de ellos.
Esa sola imagen inicial, la de los médicos forenses trabajando en la lejanía, dispara mucho en nuestro interior. Tampoco hay necesidad de culpabilizar, de subrayar y revisitar datos y estadísticas, no viene al caso. Esto sería el mayor logro de "NN" la de universalizar, y más en específico "latinoamerizar" un trauma común de (casi) todos nuestros pueblos.
Luego está Fidel, el protagonista encarnado por Paul Vega, un médico forense cuya profesión lo convierte en un ser espectral, su vida está hecha retazos, solo vemos chispazos aislados de aquello que sucedió, de la relación amorosa que una vez tuvo. Y toda la pesquisa –que es el cuerpo / estructura de esta película y lo que nos remite a un género, el thriller para ser más exactos- ya está signada por la fatalidad. No hay espacio para el triunfo personal. Vega construye el que posiblemente sea el rol más difícil de su carrera para la pantalla grande, desde lo orgánico, del gesto mínimo que amplifica todas sus emociones. Porque eso es lo que le importa al director, echar luces sobre una profesión minuciosa, ignorada y hasta sacrificada a través de una propuesta narrativa rigurosa, muy distante al neorrealismo que caracterizó su "Paraíso", esto evidentemente porque el tema así lo demandó.
Otro aspecto de interés, radica en el casting del grupo de médicos forenses, compuesto íntegramente por actores profesionales, otra diferencia más con su opera prima. Cada uno de ellos le aporta una dimensión más a este intrincado rompecabezas. Conocemos así los distintos perfiles que pueden darse de este difícil e incomprendido trabajo.
"NN" no es solo la investigación por identificar un cadáver, es también la desazón interior que impregna la existencia de nuestro protagonista. Lo que debe soportar para conciliar trámites y presiones burocráticas, y decidir sobre lo que es más justo: ser profesional o mostrar algo de humanidad. Gálvez permanece objetivo sobre esto último a lo largo de todo el relato, dejando que sea el espectador, en última instancia, el que cuestione a título personal las decisiones del protagonista.
Al término, me queda otra duda ¿No es Fidel otro "NN" más?
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Cámara distante, unas personas en el medio de un territorio desértico realizan excavaciones y sorpresivamente surge un hallazgo, unos nuevos restos óseos que de inmediato codifican. Ese es el punto de partida de "NN", la esperada segunda película del director peruano Héctor Gálvez que integra la Competencia Iberoamericana de Ficción de esta 30 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Este film gira en torno a la memoria, colectiva y personal, de toda una nación y la que se vive al interior de una familia, y del duelo, producto de la profesión que se realiza donde la satisfacción es identificar un cadáver o lo que queda de ellos.
Esa sola imagen inicial, la de los médicos forenses trabajando en la lejanía, dispara mucho en nuestro interior. Tampoco hay necesidad de culpabilizar, de subrayar y revisitar datos y estadísticas, no viene al caso. Esto sería el mayor logro de "NN" la de universalizar, y más en específico "latinoamerizar" un trauma común de (casi) todos nuestros pueblos.
Luego está Fidel, el protagonista encarnado por Paul Vega, un médico forense cuya profesión lo convierte en un ser espectral, su vida está hecha retazos, solo vemos chispazos aislados de aquello que sucedió, de la relación amorosa que una vez tuvo. Y toda la pesquisa –que es el cuerpo / estructura de esta película y lo que nos remite a un género, el thriller para ser más exactos- ya está signada por la fatalidad. No hay espacio para el triunfo personal. Vega construye el que posiblemente sea el rol más difícil de su carrera para la pantalla grande, desde lo orgánico, del gesto mínimo que amplifica todas sus emociones. Porque eso es lo que le importa al director, echar luces sobre una profesión minuciosa, ignorada y hasta sacrificada a través de una propuesta narrativa rigurosa, muy distante al neorrealismo que caracterizó su "Paraíso", esto evidentemente porque el tema así lo demandó.
Otro aspecto de interés, radica en el casting del grupo de médicos forenses, compuesto íntegramente por actores profesionales, otra diferencia más con su opera prima. Cada uno de ellos le aporta una dimensión más a este intrincado rompecabezas. Conocemos así los distintos perfiles que pueden darse de este difícil e incomprendido trabajo.
"NN" no es solo la investigación por identificar un cadáver, es también la desazón interior que impregna la existencia de nuestro protagonista. Lo que debe soportar para conciliar trámites y presiones burocráticas, y decidir sobre lo que es más justo: ser profesional o mostrar algo de humanidad. Gálvez permanece objetivo sobre esto último a lo largo de todo el relato, dejando que sea el espectador, en última instancia, el que cuestione a título personal las decisiones del protagonista.
Al término, me queda otra duda ¿No es Fidel otro "NN" más?
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.