Casi 20 films latinoamericanos, en el 25 Festival de la Presencia Autóctona de Montreal
- por © María G. Bravo (Montreal)-NOTICINE.com
Arranca una nueva edición del Festival de la Presencia Autóctona en Montreal en la que supone la celebración de su 25 aniversario de la mano de la proyección de cerca de 20 producciones latinoamericanas que optarán a los premios más importantes del festival. De Brasil a Perú, de Guatemala a Panamá, Colombia, México, Salvador o Paraguay, por ejemplo, la muestra de cine indígena sigue siendo un termómetro de la calidad de las producciones en donde la naturaleza de lo autóctono se convierte en un sello de calidad, como es el caso de films como el del chileno Sebastián Sepúlveda, "Niñas Quispe" (Premio de la Cinematografía en 2014) que aterriza en Montreal después de su paso por el Festival de Cine de Venecia.
El de Sepúlveda, que se proyecta fuera de la sección oficial, se suma a la amplia oferta que este año da protagonismo al cine latinoamericano, con películas como la colombiana "El camino del agua" que llega a Montreal después de pasar por la Berlinale (2014). Producciones que vienen marcadas tanto por la denuncia social como por la ficción más absoluta, pero que por detrás tienen el sello de la versión original, la que firman cineastas nativos o que abordan las realidades de los pueblos indígenas: la lengua, el cambio generacional, las leyendas de las comunidades, la relación con otros pueblos, la denuncia o la propia narrativa audiovisual puesta al servicio de la creatividad de sus autores, entre otros.
El cine latinoamericano sigue teniendo, por tanto, un espacio esencial en la oferta fílmica del Festival de la Presencia Autóctona. En este aniversario, además, con gran protagonismo de las producciones mexicanas, con películas como "Café", donde un joven Nahual debe celebrar una ceremonia ritual sobre su padre muerto al tiempo que debe asistir a su graduación universitaria, o "Chaparake" sobre la elaboración del instrumento tradicional de los rarámuris o trashumaras. Grandes documentales en la línea de los que vienen produciendo los mejores directores cinematográficos y que firman jóvenes cineastas que vienen a reivindicar su poder.
Es el caso también del largometraje mexicano- boliviano- noruego, la superproducción "Yvy Maraey", que revisita desde una perspectiva filosófica la picaresca que se encuentra en clásicos como "Don Quijote de la Mancha" o "Tristes Trópicos", en una visión de los conceptos de identidad y las diferencias, un tema de actualidad estos días.
Estamos ante una selección de películas y vídeos donde prima lo ecléctico y la juventud adquiere protagonismo, y en donde se darán cita también varios estrenos mundiales. Entre ellos se encuentra el documental "Antígona" sobre Floyd Favel y su trupe, en su adaptación de la tragedia griega o la película "Nallula" del director Christian Mathieu Fournier, una representación sensible de una comunidad Inuit.
En total, más de 65 producciones que vienen a poner en la agenda el cine sobre o firmado por los primeros pueblos en un festival referente a nivel internacional. Una cita única en su naturaleza, en la capacidad para integrar en una convocatoria internacional todas las artes: teatro en la calle, gastronomía, artesanía, conferencias y mesas redondas, master class cinematográficas, desfiles o música, por ejemplo.
Será precisamente la música el nexo de unión del origen y la actualidad del festival gracias al concierto de dos estrellas de la escena quebequesa, Floren Vollant y Richard Desjardins que vuelven a repetir, 25 años después de aquella primera convocatoria en el año 1990, sirviendo de puente en estos 25 años.
Hasta el 5 de agosto, Montreal se erige con entidad propia con otra cita imprescindible para conocer en adentrarse en la cultura indígena. Desde la mítica Place des Festivals, donde se celebran las citas imprescindibles del panorama artístico canadiense, como el Festival de Cine o el de Jazz, hasta la cinemateca Quebequesa, estamos ante la celebración de la diversidad y la necesidad de levantar una voz ante una realidad única que hay que defender y apoyar como estos días en Montreal.
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El de Sepúlveda, que se proyecta fuera de la sección oficial, se suma a la amplia oferta que este año da protagonismo al cine latinoamericano, con películas como la colombiana "El camino del agua" que llega a Montreal después de pasar por la Berlinale (2014). Producciones que vienen marcadas tanto por la denuncia social como por la ficción más absoluta, pero que por detrás tienen el sello de la versión original, la que firman cineastas nativos o que abordan las realidades de los pueblos indígenas: la lengua, el cambio generacional, las leyendas de las comunidades, la relación con otros pueblos, la denuncia o la propia narrativa audiovisual puesta al servicio de la creatividad de sus autores, entre otros.
El cine latinoamericano sigue teniendo, por tanto, un espacio esencial en la oferta fílmica del Festival de la Presencia Autóctona. En este aniversario, además, con gran protagonismo de las producciones mexicanas, con películas como "Café", donde un joven Nahual debe celebrar una ceremonia ritual sobre su padre muerto al tiempo que debe asistir a su graduación universitaria, o "Chaparake" sobre la elaboración del instrumento tradicional de los rarámuris o trashumaras. Grandes documentales en la línea de los que vienen produciendo los mejores directores cinematográficos y que firman jóvenes cineastas que vienen a reivindicar su poder.
Es el caso también del largometraje mexicano- boliviano- noruego, la superproducción "Yvy Maraey", que revisita desde una perspectiva filosófica la picaresca que se encuentra en clásicos como "Don Quijote de la Mancha" o "Tristes Trópicos", en una visión de los conceptos de identidad y las diferencias, un tema de actualidad estos días.
Estamos ante una selección de películas y vídeos donde prima lo ecléctico y la juventud adquiere protagonismo, y en donde se darán cita también varios estrenos mundiales. Entre ellos se encuentra el documental "Antígona" sobre Floyd Favel y su trupe, en su adaptación de la tragedia griega o la película "Nallula" del director Christian Mathieu Fournier, una representación sensible de una comunidad Inuit.
En total, más de 65 producciones que vienen a poner en la agenda el cine sobre o firmado por los primeros pueblos en un festival referente a nivel internacional. Una cita única en su naturaleza, en la capacidad para integrar en una convocatoria internacional todas las artes: teatro en la calle, gastronomía, artesanía, conferencias y mesas redondas, master class cinematográficas, desfiles o música, por ejemplo.
Será precisamente la música el nexo de unión del origen y la actualidad del festival gracias al concierto de dos estrellas de la escena quebequesa, Floren Vollant y Richard Desjardins que vuelven a repetir, 25 años después de aquella primera convocatoria en el año 1990, sirviendo de puente en estos 25 años.
Hasta el 5 de agosto, Montreal se erige con entidad propia con otra cita imprescindible para conocer en adentrarse en la cultura indígena. Desde la mítica Place des Festivals, donde se celebran las citas imprescindibles del panorama artístico canadiense, como el Festival de Cine o el de Jazz, hasta la cinemateca Quebequesa, estamos ante la celebración de la diversidad y la necesidad de levantar una voz ante una realidad única que hay que defender y apoyar como estos días en Montreal.
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