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El brasileño Gabriel Mascaró concursó en Gijón con "Boi neon", contra los estereotipos

por © L.G.G. (Gijón)-NOTICINE.com
Gabriel Mascaró
El director brasileño Gabriel Mascaró presentó, "Boi neon" (Buey neón), su segundo largometraje en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón. En este caso los rodeos brasileños, ropas de diseño, familias no formales y un Brasil profundo y rural son algunos de los ingredientes que presenta en "Boi neon". Mascaró ha utilizado el paisaje rural del noreste de Brasil para mostrar la tradición que allí tienen los lugareños por las "Vaquejadas", en el que dos jinetes a caballo tienen que derribar una res cogiéndola por el rabo. La historia trata de unos personajes que trabajan y viven gracias a esta tradicional costumbre, pero con unos estereotipos que son lo contrario que uno piensa a priori, al principio de visualizar la cinta.

El brasileño explicó en su reunión con la prensa que cubre el certamen español que ha querido "romper el paradigma según el cual el noreste de Brasil está habitado por hombres rudos, trabajadores valientes y mujeres santas". A su vez, también muestra la fuerza de lo cotidiano en una familia, si es que se puede llamar así, que convive en la camioneta que les lleva a ir a los pueblos para realizar el trabajo con las reses. De esta manera muestra, según él: "la fuerza, la potencia que puede haber en la vida ordinaria".

El ejemplo de ruptura de los estereotipos sociales se muestra con su protagonista, Iremar protagonizado por Juliano Cazarré, quien sueña con ser un diseñador de alta costura mientras desarrolla el trabajo sucio de limpiar y preparar las reses. El joven convive con su compañero de toriles, Zé, interpretado por Carlos Pessoa; y con Galega (Maeve Jinkings), conductora del camión que les sirve de vivienda a la vez que de medio de transporte.

"Boi neon" fue galardonada en la Mostra de Venecia con el premio especial del jurado de la sección Horizontes. Según ha explicado Mascaró, el crecimiento económico desarrollado por Brasil en estos últimos diez años, ha permitido que las personas que viven en zonas rurales del noreste de Brasil no emigren a otras zonas de mayor desarrollo como Sao Paulo o Río y "puedan soñar su futuro", apunta el cineasta latinoamericano.

Además, el cineasta contó con Diego García en la Fotografía, capaz de dar volumen a las gotas de sudor, y que también trabaja en el último film del director tailandés Apichatpong Weerasethakukl que se presenta en el FICX, "Cementery of Splendour". El realizador brasileño resalta el trabajo de Diego: "Ha sido un proceso mágico. Yo siempre he hecho la fotografía de mis películas, y contar con Diego ha sido un desafío grande y el resultado es poético, sutil", expresó Mascaró.

Lo bueno del cineasta brasileño es que su talento no termina en el cine, sino que se extiende también a las artes visuales. Ha expuesto obras en el Guggenheim, el MOMA, el MACBA...y en eso está trabajando ahora, además de promocionar "Boi neon". Mascaró expresó su deseo de volver el año que viene al Festival de Gijón para mostrar sus trabajos de videoarte.

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