Gustavo Santaolalla exhibe capacidades, vocaciones y negocios en su país

Gustavo Santaolalla
Gustavo Santaolalla
Dos veces ganador del Oscar, el músico, compositor y productor argentino afincado en Hollywood Gustavo Santaolalla, ha regresado a su país natal por motivos profesionales diversos: presentar un libro, dar a conocer su propia bodega de vinos, grabar y actuar con el grupo Bajofondo. En declaraciones a Clarín, el autor de las bandas sonoras de "Diarios de motocicleta" y "Brokeback Mountain - En terreno vedado / Secreto en la montaña", que acaba de componer la música de "Biutiful", la cinta española de González Iñárritu, se confiesa como adicto obsesivo al trabajo y  "culo inquieto".

"Lo mío es todo junto, son muchas actividades a la vez... Estoy como impulsado y soy un obsesivo del trabajo", explica Santaolalla, que es capaz de hacer muchas cosas sin complicarse la vida. "Mi profesión es ser artista y me expreso de distintos formas. Obviamente que ganar dos Oscar me dio visibilidad y sí, claro que me convocan para hacer música de películas. Lo último que hice fue para una película alemana, antes trabajé para "Biutiful" (otra vez con el mexicano González Iñárritu). También estoy haciendo la música para un film francés y chiquito con Catherine Deneuve", avanza.

Y es que en la primera línea de sus preferencias, figura componer para el cine, por mucho que la música pop y la producción musical también le requieran: "Me encanta el cine. Cuando terminé el secundario quise estudiar cine y en ese momento el gobierno cerró el Instituto porque lo consideraba un foco subversivo. No sé si hubiera sido director, sí supe que de alguna manera iba a ingresar en ese mundo. Mi primer trabajo profesional a los 15 años, antes de grabar con Arco Iris, fue musicalizar un cortometraje. Me acuerdo que tocaba la batería...".

Curiosamente, Gustavo Santaolalla no es un compositor académico con años de conservatorio. "Yo no sé ni leer ni escribir música -reconoce-, de todas formas la enseñanza es transmitir lo que uno conoce. Me creé un método que funciona a mi manera. Desde que empecé con Arco Iris, los chicos que tomaban clases conmigo sabían que no era lo mismo que ir al Conservatorio". ¿Y cómo se hará para producir un álbum de Kronos Quartet? "Siempre estamos hablando de musica, ¿no? Se puede hablar desde una visión más global. Por ejemplo decir: me parece que en esta primera sección deberíamos empezar un poco más calmo o en esta segunda sección debería crecer hasta llegar a un punto tal... ¿Se entiende? Una visión sensorial y técnica, pero dicha en otras palabras. Por supuesto que hay una mínima terminología que manejo. Si yo le pido a un músico que toque más staccato, yo sé lo que quiere decir. Algunas veces pienso que me hubiera gustado tener más conocimiento y a veces celebro el hecho de no saber, porque esa falta me da una aproximación distinta al tipo de formación académica".

Lo que si es evidente es que las composiciones del argentino resultan un complemento ideal para las imágenes. "Mi compañía que hace música de películas se llama Visual Music. La gente siempre me ha comentado que mis discos eran muy visuales y yo suelo pensarlos en términos de escenografías y de narrativa cinematográfica. Todo lo vivo como mío desde distintos ángulos. En un momento yo trabajaba en mis cosas y con León Gieco, que fue y sigue siendo como mi hermano, hasta que empecé con dos, tres, cuatro, cinco cosas. Hoy mi vida es esto. Ese rol de estar atrás me permitió darme cuenta de que debía ponerme al servicio del talento de otra gente. Claro que a mayor dedicación por los demás, menos tiempo para lo mío. Sin embargo, me sirvió para darme cuenta de que lo mío era todo".