Rodajes españoles: Cobeaga y Sánchez Arévalo en las filmaciones cantábricas de "No controles" y "Primos"

Borja Cobeaga
Borja Cobeaga
- En Bilbao y Madrid se está filmando la segunda comedia de Borja Cobeaga, cineasta bregado en el corto y la televisión, cuya opera prima, "Pagafantas" no pasó desapercibida para casi nadie. Como "una especie de 'La jungla de cristal/Duro de matar' del amor", define el donostiarra su nuevo trabajo, recordando que como en la saga de Bruce Willis sus protagonistas se encuentran encerrados en un lugar cerrado, en este caso un hotel de aeropuerto. Esos personajes están interpretados por Unax Ugalde, Alexandra Jiménez, Julián López, Miguel Ángel Muñoz, Secun de la Rosa y Mariví Bilbao.

La acción de "No controles" se desarrolla en época navideña (cuando se espera estrenar, de hecho). Ante el fin de año muchos viajan, pero no todos llegan a su destino. Atrapados por una monumental nevada que ha cerrado el aeropuerto, Sergio (Ugalde) y el resto de los personajes se ven obligados a celebrar la Nochevieja entre desconocidos en un hotel facilitado por la línea aérea.

"La verdad -ha dicho Cobeaga a Europa Press- es que estoy muy tranquilo ante el inicio del rodaje. Tan tranquilo que incluso mi propia calma me pone nervioso. Es raro. La peli es un follón importante y mantengo las pulsaciones bastante bajas. Será porque en el equipo lo tenemos todo muy claro y los ensayos con los actores han ido fenomenal".

- Por su parte, Daniel Sánchez Arévalo está a punto de cumplir el primer mes de rodaje de "Primos", su tercera realización tras "Azuloscurocasinegro" y "Gordos", y la primera en la que incide sin discusión en la comedia, aunque ésta nazca de un drama. "Empieza con un chico al que su novia ha abandonado cuatro días antes de la boda. Eso es dramático. Pero el ejercicio de esta película es que la comedia permanezca de principio a fin. En las anteriores películas era una mezcla, pero el drama acababa tomando el peso importante de la acción y de la trama. En "Primos", desde que me senté a escribir, fue un ejercicio de no dejarme llevar por la tragedia y buscar el giro a la comedia. Me apetecía reírme, estar más relajado dirigiendo y como espectador, hacer una película que realmente te eleve un poco el espíritu al verla, con la sensación de salir y decir qué bien me lo he pasado, sobre todo en estos momentos de crisis general hay mucha necesidad de evasión, y esta historia va en esa línea", explica en declaraciones al Diario Montañes.

En la localidad cántabra de Comillas, el realizador madrileño se ha reencontrado con actores que ya antes empleó, como Quim Gutiérrez, Antonio de la Torre o Raúl Arévalo, y -subraya- lo hace por primera vez con otros seis: "Tengo necesidad de trabajar con la gente que me quiere y a la vez son los actores más adecuados para el personaje, no sólo es una cuestión de amistad. La película la escribí directamente para ellos, había una necesidad vital de volver a trabajar junto. El personaje de Clara Lago está escrito para ella, de hecho se llama Clara. La elección de Comillas no fue previa, pero sí tenía claro que quería rodar en Cantabria. Es mi segunda casa, tenía una espina. Aquí he pasado media vida y en Gordos sólo rodé en interiores. Quería explotar las cualidades de Cantabria".