Rodrigo Guerrero habla sobre el estreno de su drama gay "El Tercero"
Este jueves llega a las salas de cine argentinas la nueva película de Rodrigo Guerrero, el drama gay triangular "El Tercero". En esta ocasión narra la historia de Fede, el cual llega a un edificio del centro de la ciudad para tener un encuentro intimo con una pareja gay mayor que él a la que acaba de conocer a través del chat. Tras una noche intensa y reveladora se da cuenta, a la mañana siguiente, que ha descubierto una forma nueva de amar. Los actores Carlos Echeverría, Emiliano Dionisi y Nicolás Armengol forman el reparto.
Se trata del segundo largometraje del realizador cordobés quien debutó en el año 2011 con su ópera prima "El invierno de los raros". Guerrero define el film en una entrevista en La Mañana como "una película sencilla, sin grandes pretensiones pero con elementos lo suficientemente potentes como para alertar o movilizar a cualquier persona, al menos en algún sentido. Desde lo narrativo la anécdota es muy simple, mientras que la propuesta audiovisual de la película en términos de planos pretende colocar al espectador en la vivencia del personaje de Fede, el tercero, que experimenta una noche reveladora con una pareja desconocida".
Lo que pretende reflejar el director con esta cinta es "poner en cuestión las posibilidades de vincularnos sexual y amorosamente más allá de los cánones establecidos en nuestra sociedad. La película aborda el inicio de una posible relación poliamorosa y propone el sexo como un espacio positivo de intercambio, comunicación, descubrimiento y crecimiento personal".
Para Guerrero, "el trabajo de los actores y las escenas de intimidad suponen siempre un gran desafío en donde la confianza mutua entre los actores y el director resulta determinante". Por ello el cineasta afirma que uno de los mayores retos a la hora de afrontar la película fue "lograr plantear la situación desde el guión con la mayor naturalidad posible y sin elementos morales que condicionaran a la gente. En ese sentido ni la película ni los personajes se cuestionan lo que sucede esa noche. Una vez que estuvo claro ese punto, el reto fue comunicarlo claramente a los actores y el resto del equipo técnico y encontrar una resolución formal y narrativa que no atentara contra ese gran objetivo inicial".
El cordobés explica que en "El Tercero" los espectadores van a encontrarse con una película "que cuenta una historia concreta, intensa y profunda. Lo que pasa es lo que se ve. No es una película donde la gente salga con la sensación de que no entendió nada, todo lo que pase seguramente va a poder ponerlo en palabras y discutirlo a la salida del cine con su pareja o amigos. Es una película con tensiones cercanas al suspense, momentos muy divertidos y escenas de alto contenido erótico".
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Se trata del segundo largometraje del realizador cordobés quien debutó en el año 2011 con su ópera prima "El invierno de los raros". Guerrero define el film en una entrevista en La Mañana como "una película sencilla, sin grandes pretensiones pero con elementos lo suficientemente potentes como para alertar o movilizar a cualquier persona, al menos en algún sentido. Desde lo narrativo la anécdota es muy simple, mientras que la propuesta audiovisual de la película en términos de planos pretende colocar al espectador en la vivencia del personaje de Fede, el tercero, que experimenta una noche reveladora con una pareja desconocida".
Lo que pretende reflejar el director con esta cinta es "poner en cuestión las posibilidades de vincularnos sexual y amorosamente más allá de los cánones establecidos en nuestra sociedad. La película aborda el inicio de una posible relación poliamorosa y propone el sexo como un espacio positivo de intercambio, comunicación, descubrimiento y crecimiento personal".
Para Guerrero, "el trabajo de los actores y las escenas de intimidad suponen siempre un gran desafío en donde la confianza mutua entre los actores y el director resulta determinante". Por ello el cineasta afirma que uno de los mayores retos a la hora de afrontar la película fue "lograr plantear la situación desde el guión con la mayor naturalidad posible y sin elementos morales que condicionaran a la gente. En ese sentido ni la película ni los personajes se cuestionan lo que sucede esa noche. Una vez que estuvo claro ese punto, el reto fue comunicarlo claramente a los actores y el resto del equipo técnico y encontrar una resolución formal y narrativa que no atentara contra ese gran objetivo inicial".
El cordobés explica que en "El Tercero" los espectadores van a encontrarse con una película "que cuenta una historia concreta, intensa y profunda. Lo que pasa es lo que se ve. No es una película donde la gente salga con la sensación de que no entendió nada, todo lo que pase seguramente va a poder ponerlo en palabras y discutirlo a la salida del cine con su pareja o amigos. Es una película con tensiones cercanas al suspense, momentos muy divertidos y escenas de alto contenido erótico".
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