Cinco años después de "Celda 211", Daniel Monzón estrena "El Niño"

Monzón dirigiendo a sus actores


Para el cineasta Daniel Monzón, que ha reunido cinco años después a parte del equipo de su previa "Celda 211", su nuevo film, "El niño", que llega este viernes a las salas españolas, "Es una película de ficción, toda surge de lo que nos han contado, es una historia muy anclada en la realidad. De hecho, fue en ese proceso de hablar con la gente, con los policías y los delincuentes, cuando me di cuenta de cuál era el estilo que debía asumir la película, dar una sensación de documental, como el que está viendo una pieza de informativos. Y rodar en los sitios reales, en la frontera de Gibraltar...".

El guión, coescrito entre Monzón y Jorge Guerricaechevarría ("Celda 211", "Las brujas de Zugarramundi"), efectivamente sorprende por su realismo. La película, interpretada por -de nuevo- Luis Tosar y actores conocidos como Sergi López ("El laberinto del Fauno"), Eduard Fernández ("La piel que habito", "Biutiful") o Bárbara Lennie ("Dictado", "La piel que habito") o totalmente desconocidos como Jesús Castro (El Niño), Jesús Carroza (El Compi), Said Chatiby (Halil) y Mariam Bachir (Amina) acerca aún más el conflictivo mundo de la policía y los narcotraficantes en el sur de España, donde se entrelazan y chocan dos continentes, Europa y África, y tres países, España, Marruecos y Reino Unido.

En referencia al parecido de "El Niño" con la seria "The Wire", el director comenta sentirse halagado por tal comparación, ya que todos también afirman que es una gran serie. "No la tenía en mente cuando hice porque no la he visto, pero prometo hacerla porque todos dicen que es muy buena. Pero sí que tiene parecidos, tiene la parte de la ley del otro lado. Queríamos mostrar la historia de los personajes, no juzgarlos. En la zona del Estrecho hay muchas fronteras, está Europa por un lado y África, dos continentes, y tres nacionalidades -Reino Unido, España y el reino de Marruecos-. Hay hasta dos mares que chocan ahí, el Mediterráneo y el Atlántico. Entonces todo aquello se confunde, las nacionalidades... De hecho, hasta en la película te confundes ¿Ahora estás en España, en Marruecos o dónde? porque la gente de allí realmente está muy cerca y hay fricciones. En el Estrecho de Gibraltar la cultura del contrabando es centenaria. empezó hace mucho tiempo con penicilina, botes de carne, luego pasaron al tabaco, que ahora cen tiempo de crisis ha vuelto, luego ya el hachís, la cocaína. En el puerto hay 100 000 contenedores constantes, es una corriente con un gran volumen de mercancía", comenta Monzón antes de señalar que le hubiera gustado hacer una serie, ya que "de hecho el guión inicial duraba tres horas, pero había que mantener algo convencional (quedó en unas dos horas). Yo quiero creer que la película no pesa. Mucha gente me ha comentado que se ha quedado con saber más de estos personajes. Pues es mejor quedarse con ganas de saber más que hartarte", afirma con humor el director.

En cuanto a los personajes, el cineasta tenía claro que la parte policial debía ser interpretaba por actores extraordinarios como Luis Tosar, Sergi López, Eduard Fernández o Bárbara Lennie y la gran suerte fue que todos aceptaron. Para los personajes jóvenes buscaron actores sin experiencia que no hubieran hecho otras cosas para que el espectador no relacionara sus anteriores papeles con la película que tenían entre manos porque eso les iba a distanciar y lo que buscaba era la veracidad en la historia.

"Esa frescura, el habla, cómo se comportan que daba tanto encanto a nuestras conversaciones", afirma el cineasta, que después desvela el método de casting que llevaron a cabo. "Hicimos un enorme casting para buscar a personas que tuvieran la capacidad de pilotar una lancha, un coche, que tengan el carisma y que pudieran enfrentarse a actores de la talla de Bárbara Lennie o Luis Tosar. Hicimos un casting activo, diseminamos por todo el sur células, parejas de personas a la búsqueda, uno con una cámara y otro que realizaba preguntas a los jóvenes".

Les fueron llegando grabaciones y cuando pensaban que ese método no iba a funcionar salió de ahí Jesús Castro ("El Niño"). En su video, el joven sólo dijo "su nombre y cuatro cosas", pero su fotogenia sorprendió al director. Y todo esto gracias a que el joven se saltó un par de clases en el módulo que estaba haciendo, lo que le ha ayudado a salir en la última producción de un director tan excelente que transmite sabiduría y naturalidad en cada sala que entra. Los demás personajes jóvenes también salieron de este tipo de casting: Jesús Carroza (El Compi), Said Chatiby (Halil) y Mariam Bachir (Amina).

Sin embargo el que más sorprende es Jesús Castro, con su templanza ante la cámara y en la rueda de prensa, en la que le han llegado a llamar "sex symbol", a lo que el actor contestó: “Es un halago que me puedan considerar así. Habrá quien diga que soy guapo, habrá quien no; habrá quien diga que soy buen actor y quien no… No le puedo gustar a todo el mundo, eso sólo pasa con los billetes de 500 euros”.

El hecho de buscar protagonistas que vivieran en el ambiente que se mueve la película era imprescindible para el mensaje que quería transmitir el director y su equipo en "El Niño" ya que "el lugar condiciona a todos estos personajes. Si tu te has criado ahí y ves desde pequeño el contrabando, que lo hace hasta tu vecino... pues no lo ves como una cosa tan delictiva. y de hecho, en una zona tan deprimida como es aquella con un paro monumental dices: 'Si tengo que pasar a Gibraltar para pasar tabaco para alimentar a mis hijos pues lo hago'; 'Si tengo que ir a Marruecos y pasar un poco de hachís para alimentar a mi gente pues también lo hago'. Cuando hablamos con los que pilotan las lanchas con esa gracia del sur te das cuenta de que son más inconscientes que delincuentes. Se meten en este mundo más como un juego.Y esta lancha corre a 80 nudos. Y ese rollo que les da de desafiar la autoridad. Hablábamos con ellos y nos caían bien. Son chavales descerebrados e inconscientes que están metidos en un gran lío. Hablamos también con alguno que había traficado en otra época en los 80 o en los 90, que habían pasado por la cárcel y que contaban anécdotas duras como que perdieron compañeros en el mar, uno se cayó y se rompió el cuello, etc... Es un mundo peligroso, pero también nos dimos cuenta de que lo que más echaban de menos los que ya no lo hacían era esa camaradería. Suelen venir de familias desestructuradas, entonces ese sentir de que esos colegas con los que hacías estas cosas eran como tus hermanos", señala Monzón asegurando que este compañerismo se puede ver reflejado en el film.

"Películas de narcotráfico hemos visto bastantes, pero una película con esta peculiar idiosincrasia en el sur de España con estos chavalotes... Estos son unos narcos y no Al Pacino en el 'Precio del poder / Scarface'", bromea el director esperanzado con que el espectador agradezca "una película de entretenimiento y bien hecha, pero que le quede cercana, ya que la acción transcurre en el sur de España".

"Yo soy el primer espectador de mis películas. Yo doy por válida una toma cuando me emociono, cuando siento que eso que estoy viendo en el monitor o por las cámaras se percibirá por la pantalla grande", subraya Monzón.

En cuanto al rodaje, el director que asegura que no da una toma por válida hasta que se emociona, ha contado uno de los trucos para filmar uno de los mejores planos de la película: "Para ello se ha usado octocópteros, helicópertos pequeños tipo drones a los que se les puede incorporar una cámara para rodar ciertas escenas, ya que no quería renunciar a la espectacularidad frente a la veracidad de la historia. La escena en el puerto, con un plano abierto totalmente descriptivo, un plano general aéreo que no parece esperar nada tétrico a primera vista... así que nos fue bastante complicado rodarlo. El octocóptero está teledirigdo y en el Estrecho hay unas corrientes que desestabilizaban el aparato. Nos pasamos unas cuantas horas para intentar llegar a lo que queríamos transmitir... Es para lo único que usamos efectos digitales en la película, para ciertas vibraciones que tenía la cámara pues estabilizarlas de alguna manera digita"l, asegura el director de "El Niño" que se ha estrenado este viernes en España.

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