Hablamos con el argentino afincado en España Miguel Angel Cárcano sobre "10 miradas"

Miguel Angel Cárcano
El director Miguel Angel Cárcano ha pasado por la sección Lo nunca visto de la Muestra de Cine Europeo de Segovia (repite después de "Malas noticias" en 2007), con el trabajo colectivo "10 miradas", compuesto por diez cortos de otros tantos jóvenes cineastas sobre diferentes reflexiones que atienden a un manifiesto desarrollado en Madrid acerca de una crisis, no solo económica, que nos afecta a todos, el cineasta argentino habló con NOTICINE.COM sobre esta nueva creación y las escasas oportunidades que ahora mismo tienen los creadores en España.

- ¿Puede hablar un poco sobre el manifiesto que da lugar a "10 miradas"?
La película nace de un grupo de gente muy inquieta de la Fundación HAZ, que deciden reunirse para desarrollar un proyecto que contemple la crisis. En un principio se hablaba de crisis económica pero a medida que se fueron avanzando las reuniones nos dimos cuenta de que repercutía a otros planos de la realidad. Básicamente, desde la génesis del proyecto se habló de las miradas. No solamente de las diferentes clases de crisis, sino de las diferentes visiones de la crisis. Entonces nació el manifiesto.

- ¿Cómo entró a  formar parte de este proyecto?
Cuando se hizo la selección de los directores no estaba en el proyecto porque se supone que eran directores jóvenes y creo que no reunía el perfil que ellos buscaban. Luego, el espectro se amplió, se buscaron gente de otras edades, nacionalidades… Entonces, a través de un amigo en común de la Fundación HAZ, que sabían de mi recorrido, mi trayectoria, mis trabajos, me convocaron para ser uno de esos diez directores. A partir de esa reunión surge un decálogo. Hablamos sobre la crisis, debatimos sobre ella, y nos damos cuenta que con ese decálogo se podría hacer más de diez reglas. Pero como éramos diez directores, y sabíamos que queríamos contar diez historias, de unos diez minutos más o menos para que fuera un largo, nos dimos que un decálogo sería lo ideal.

- ¿Qué relación tienen entre sí los diferentes cortos?
Todos los puntos contemplan las diferentes visiones de la crisis. Lo que yo creo que es más es importante que el proyecto, al margen del proyecto en sí, son las visiones. Cada director tiene una visión diferente y la libertad absoluta para tocar cualquier género. Podía ser ficción, documental, videoarte y, a su vez, dentro del género de ficción, por ejemplo, podía ser comedia, drama, etc. De hecho, en mi corto, desde su idea más primaria, quería contar una historia real y cercana con la que te sientas identificado desde el primer fotograma y que además fuera del género dramático pero que toque la comedia. Quería contar una historia con pocos recursos.

- ¿De qué trata su corto?
Mi historia se llama "Romper" y cuenta la historia de una pareja que está descansando en un parque un día sábado. A partir de la llamada telefónica de una amiga en común de ambos, que es de Valencia y que se está acercando a Madrid, surge una amenaza que va a romper la estabilidad y el bienestar de los dos. De ese hecho insignificante y banal, comienza una discusión entre la pareja que acaba en una crisis brutal. Es en tiempo real. Pretendía una inmediatez en la narrativa, ver como en doce minutos una pareja que está en una situación perfecta acaban en una crisis, casi irreversible. En este caso hablo de una crisis personal, muy puntual, pero que es universal. Lo que les pasa a ellos le puede pasar a cualquiera.

- ¿Ha participado en alguno de los otros cortos que componen "10 miradas" o se han realizado de manera independiente?
Entre los diez realizadores de "10 miradas", muchos se conocían y muchos no. En las reuniones surgió una relación y la posibilidad de poder colaborar en otras historias. Pero como nos dieron un plazo grande para rodar los cortos, por diferentes compromisos que tenemos todos, muchos no pudimos coincidir en los rodajes. Así que en mi caso trabajé solo, con un par de amigos. No colaboré con otros cortos ni nadie trabajó conmigo pero si sé que otros directores se ayudaron. Creo que lo más interesante fue, en mi caso, descubrir que había contado cada uno. Yo no sabía nada del resto. Fue fascinante descubrir cuáles eran las "10 miradas".

- ¿Cómo encaja esta película en su filmografía? ¿Cómo un corto individual o como una película conjunta?
Yo creo que "Romper" forma parte de "10 miradas". Pero también es verdad que Alberto Gil, que es el creador, así como coordinador y director de uno de los corto, nos dio la libertad de coger nuestro fragmento y darle vía libre después de que la película viese la luz. Yo lo he hecho. Lo he colgado en Youtube y lo he enviado a festivales de cine. Entonces, considero que "Romper" forma parte de mi filmografía como cortometraje o como escena de un largometraje.

-Por la naturaleza de sus películas, producciones alejadas del cine convencional, tanto a la hora de realización –hace las funciones de director, guionista, productor, editor, director de fotografía, etc.– como por presupuesto, ¿no ha pensado alguna  vez trabajar en un proyecto más grande y ambicioso?
Yo soy latinoamericano y, al menos los argentinos, estamos acostumbrados a rodar con muy poco. Cuando llegue a España intenté hacer una película con medios y tuve la suerte de poder rodar mi primer largo, "En ninguna parte", con Héctor Alterio, que me produjo una productora pequeñita con presupuesto mínimo pero la cual me daba cierta libertad. Todo lo que vino después fueron producciones autoproducidas. Siempre escribo y dirijo pero no siempre hago otras funciones. Pero si me encantaría rodar con más presupuesto, de hecho hace poco lo hice. Esteban Crespo me produjo, junto a una subvención de la Comunidad de Madrid, un cortometraje llamado "Ficción", que es el que me está llevando a festivales de todo el mundo. Es un corto muy chiquitito, pero tuve todos los medios. Me senté detrás de un combo a dirigir. La misma semana que rodé "Ficción", también estaba rodando "Romper". Una cosa era la antítesis de la otra. Una era: todos los medios, cuarenta personas detrás de la cámara y la otra se hizo en un parque, con luz natural y yo solo haciendo el sonido, la cámara…y un amigo echándome una mano como de ayudante de dirección. Fue una manera interesante de ver como de las dos maneras se pueden contar historias.

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