Guillermo Francella habla de "El clan", mientras triunfa en escenarios de Mar del Plata

Francella, en la piel del patriarca de los Puccio
El argentino Guillermo Francella, se encuentra pletórico, ya que vive un momento profesional y personal excelente. Finalizó hace pocas semanas el rodaje de "El Clan", de Pablo Trapero, coproducción argentino-española basada en hechos reales, cinta que define como "de gran demanda física y emocional", pero que le dejó muy satisfecho. Ahora, en la temporada teatral veraniega, que se traslada de Buenos Aires a Mar del Plata, está representando la obra "Dos Pícaros sinvergüenzas", junto con el popular actor Adrián Suar, con un lleno absoluto a diario. Es tal el éxito de esta representación, que se ha convertido en la más taquillera, superando a otro peso pesado de la interpretación, Ricardo Darín, que actúa en "Escenas de la vida conyugal", junto a la actriz Érica Rivas, ocupando el segundo puesto.

Francella, que alcanzó fama en comedias televisivas, se asienta entre las primeras figuras del cine argentino, en todo tipo de registros, sobre todo tras el suceso de "El secreto de sus ojos". Su último trabajo es en "El Clan", film basado en el caso criminal del Clan Puccio y enclavado en los convulsos años 80 del país austral, cuando una familia burguesa integrada por un padre y sus hijos tenían una tienda de deportes náuticos y un bar, tapaderas para poder realizar extorsiones, secuestros e incluso asesinatos, ya que acabaron con la vida de tres personas. El veterano actor encarna al patriarca de la familia, Arquímedes. La película, de cuya producción se encarga el mismo equipo que la nominada al Oscar "Relatos Salvajes", compuesto por K & S Films, Telefe de Argentina y la española El Deseo (de los hermanos Almodóvar), se prevé que estrene en el próximo Festival de Cannes.

El actor porteño se enfrentó al personaje del padre de la familia Puccio, sin preparación previa. "LLegué a mi personaje virgen de mecanismo interpretativo. No llevé adelante ningún recurso propio y me metí en la piel de mi rol apelando a la intuición y a la sorpresa. Obviamente con los recursos técnicos exigentes para una labor de estas características", declaraba para una entrevista a DiarioShow.com.

No dudó en afirmar lo duro y cansado que ha sido meterse en la piel de un ser tan oscuro como Arquímedes Puccio: "Es un gran desafío participar en una historia que me demandó muchísimo, desde lo corporal hasta lo emocional. Fíjate que filmábamos desde las 5 de la tarde hasta las primeras horas de la mañana. La acción de esta película siempre se desarrolló en ámbitos nocturnos. Y ese clima calaba hondo en la perspectiva de cada personaje".

Alabó además el gran trabajo de Trapero, no solo como director, si no también como investigador del caso para que la película fuese fiel a lo sucedido: "Pablo documentó la historia entrevistándose con funcionarios, jueces, policías y familiares de las víctimas. Nos aportó muchísimos datos y tanto él como el equipo técnico cuidó de manera especial a todo el plantel actoral". El bonaerense afirma sentirse en uno de sus mejores momentos de su carrera y de su vida personal y le llena de orgullo que sus progenitores quieran seguir sus pasos: "Me siento muy feliz con el camino que están llevando a cabo mis hijos a nivel artístico, Nicolás y Johanna. Siempre voy a estar a su lado y los voy a ayudar en todo lo que necesiten".

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