Carlos Preciado, un director mexicano con síndrome de Asperger
El cine, ese mundo de sueños hechos realidad, es la patria de muchas almas solitarias o desesperanzadas, una luz tan potente como la del proyector en una sala oscura. Para el mexicano Carlos Preciado fue eso y algo más. A los 22 años, leyendo una revista, puso nombre a su problema: "síndrome de Asperger", un tipo de autismo que este miércoles celebró su Día Internacional. Confiesa Preciado que el cine ha sido siempre su refugio, su obsesión y una ayuda inestimable para salir del ostracismo y la reclusión psicológica.
Nunca fue diagnosticado este cineasta mexicano durante su infancia, el momento en que habitualmente se detecta la enfermedad, y fue él mismo quien en un supermercado en 2006, cuando tenía 22 años, se le ocurrió hojear una revista sobre enfermedades raras, y encontró grandes coincidencias entre el Asperger y su propia realidad. "Empecé a ver los síntomas y característica que tienen las personas con Asperger y me daba mucha risa porque empecé a decir, ‘ah caray yo hago eso’, ‘¿qué no todos hacemos eso?’ Empecé a investigar y me di cuenta que lo tenía", ha contado Carlos a CNN.
Sufrir de Asperger significa carecer de destrezas sociales, emocionales y de comunicación, algo familiar para el cineasta, que ha rodado dos largos: "Me di cuenta de muchas cosas que me habían pasado desde que era niño. Que me costaba trabajo socializar con otros niños que no me gustaba lo que a otros niños, de adolescente no me llamaban la atención las fiestas. A nosotros nos tienen que decir cosas que para las otras personas son muy lógicas. Yo tuve que aprender muchas cosas, hasta 2006 cuando supe que tenía síndrome de Asperger supe que cuando alguien te pregunta: ‘hola, ¿cómo estás?’ lo normal es responder, ‘bien, ¿cómo estás tú? Yo solo respondía ‘bien’".
Los niños y adultos con Asperger suelen focalizarse hasta la obsesión en un interés determinado. El de Preciado es el cine. "Veía las películas clásicas que todos los niños veían, pero también veía las que los niños comunes y corrientes no ven. A los 6 años vi "Gandhi", "La Mosca"... Los Oscars me encantaban, me desvelaba para verlos. Al día siguiente llegaba a la escuela y comentaba los Oscars y los demás niños no sabían de qué hablaba".
Al crecer, se dio cuenta de que su afición podía convertirse en su oficio, pero a diferencias de otras artes, el cine es una creación colectiva, y debía esforzarse para socializar: "Al principio fue muy difícil, pero es imposible hacer cine si no lo haces en equipo y entonces eso me ha obligado mucho a tener que socializar más".
"Ha sido muy difícil -insistía-, pero maravillosamente difícil, hay un dicho de que un océano tranquilo no crea marineros hábiles, yo creo que todas estas dificultades que me han dado han sido maravillosas porque me ha permitido conocer a gente maravillosa que me han ayudado a hacer las películas y me han ayudado mucho a abrirme más como persona".
Ahora, Carlos Preciado tiene dos largos en su haber, pendientes de distribución, "Enamorado de mi mejor amiga", comedia romántica rodada en Brasil, y la cinta infantil "Sho Shan y la Dama Oscura", que ha pasado por festivales de Estados Unidos y Bangladesh. "Es un libro maravilloso que cuenta la historia de una niña de cuatro años a la que acusan de haber matado a su mejor amigo, y su hermana mayor tiene que buscar al verdadero culpable", comentaba en sus declaraciones a CNN.
"Mucha gente delante y detrás de cámara básicamente aceptaron participar en la película sin recibir dinero, solo porque les encantaba la historia, y entre todos pusimos muchas cosas, equipo, locaciones, vestuarios, todo lo que había que poner, fue un trabajo en equipo", agregaba.
Espera el cineasta mexicano que su cinta ayude a concienciar sobre el Asperger: "Yo creo que hace falta que la gente sepa más de este síndrome, conozca más porque quizá hay papás que no saben que sus hijos lo tienen y que piensan por qué mi hijo es así, o hay adultos que lo tienen y no saben porque son así yo lo descubrí a los 22 años, ya era un adulto".
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Nunca fue diagnosticado este cineasta mexicano durante su infancia, el momento en que habitualmente se detecta la enfermedad, y fue él mismo quien en un supermercado en 2006, cuando tenía 22 años, se le ocurrió hojear una revista sobre enfermedades raras, y encontró grandes coincidencias entre el Asperger y su propia realidad. "Empecé a ver los síntomas y característica que tienen las personas con Asperger y me daba mucha risa porque empecé a decir, ‘ah caray yo hago eso’, ‘¿qué no todos hacemos eso?’ Empecé a investigar y me di cuenta que lo tenía", ha contado Carlos a CNN.
Sufrir de Asperger significa carecer de destrezas sociales, emocionales y de comunicación, algo familiar para el cineasta, que ha rodado dos largos: "Me di cuenta de muchas cosas que me habían pasado desde que era niño. Que me costaba trabajo socializar con otros niños que no me gustaba lo que a otros niños, de adolescente no me llamaban la atención las fiestas. A nosotros nos tienen que decir cosas que para las otras personas son muy lógicas. Yo tuve que aprender muchas cosas, hasta 2006 cuando supe que tenía síndrome de Asperger supe que cuando alguien te pregunta: ‘hola, ¿cómo estás?’ lo normal es responder, ‘bien, ¿cómo estás tú? Yo solo respondía ‘bien’".
Los niños y adultos con Asperger suelen focalizarse hasta la obsesión en un interés determinado. El de Preciado es el cine. "Veía las películas clásicas que todos los niños veían, pero también veía las que los niños comunes y corrientes no ven. A los 6 años vi "Gandhi", "La Mosca"... Los Oscars me encantaban, me desvelaba para verlos. Al día siguiente llegaba a la escuela y comentaba los Oscars y los demás niños no sabían de qué hablaba".
Al crecer, se dio cuenta de que su afición podía convertirse en su oficio, pero a diferencias de otras artes, el cine es una creación colectiva, y debía esforzarse para socializar: "Al principio fue muy difícil, pero es imposible hacer cine si no lo haces en equipo y entonces eso me ha obligado mucho a tener que socializar más".
"Ha sido muy difícil -insistía-, pero maravillosamente difícil, hay un dicho de que un océano tranquilo no crea marineros hábiles, yo creo que todas estas dificultades que me han dado han sido maravillosas porque me ha permitido conocer a gente maravillosa que me han ayudado a hacer las películas y me han ayudado mucho a abrirme más como persona".
Ahora, Carlos Preciado tiene dos largos en su haber, pendientes de distribución, "Enamorado de mi mejor amiga", comedia romántica rodada en Brasil, y la cinta infantil "Sho Shan y la Dama Oscura", que ha pasado por festivales de Estados Unidos y Bangladesh. "Es un libro maravilloso que cuenta la historia de una niña de cuatro años a la que acusan de haber matado a su mejor amigo, y su hermana mayor tiene que buscar al verdadero culpable", comentaba en sus declaraciones a CNN.
"Mucha gente delante y detrás de cámara básicamente aceptaron participar en la película sin recibir dinero, solo porque les encantaba la historia, y entre todos pusimos muchas cosas, equipo, locaciones, vestuarios, todo lo que había que poner, fue un trabajo en equipo", agregaba.
Espera el cineasta mexicano que su cinta ayude a concienciar sobre el Asperger: "Yo creo que hace falta que la gente sepa más de este síndrome, conozca más porque quizá hay papás que no saben que sus hijos lo tienen y que piensan por qué mi hijo es así, o hay adultos que lo tienen y no saben porque son así yo lo descubrí a los 22 años, ya era un adulto".
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