Hablamos con Sergio Mazza sobre "El Gurí", inspirada por su propia orfandad

Sergio Mazza
Tras su paso por el Festival de Berlín, donde participó en el apartado infantil y juvenil, llega el próximo día 19 a los cines argentinos "El Gurí", la nueva película de Sergio Mazza ("Gallero"), una historia autobiográfica protagonizada por un niño que pierde a su padre. Hablamos en exclusiva con el cineasta porteño sobre esta experiencia que asegura no fue catárquica.

- Háblenos de la película.
"El Gurí" cuenta una transición, una transición que yo viví en carne propia cuando fue la muerte de mi padre. Pasaron en medio dos o tres meses, en los cuales se llevaron a mi padre al hospital y yo ya no lo podía ver. Sabía que estaba en algún lado, pero todavía no había muerto, y hubo todo un devenir de pensamientos en mi, de negarlo, de pensar que se iba a curar, va a volver, reconocer que no va a volver, y después de reconocerlo, la desesperación de un niño que se pregunta cómo sigue su vida si no va a volver. La película es en ese momento, todo lo que le va pasando a él, antes de que la madre también muera. De todas formas no es tan triste la película, así contado parece que es muy triste, pero no lo es tanto...

- Se dice que las personas arrastran traumas de la infancia, ¿Hasta qué punto cree usted que esas experiencias de la infancia son más o menos decisivas a la hora de forjarse la personalidad adulta?
Yo no lo pondría en el lugar de trauma, creo que la muerte de un padre, sea a la edad que sea, es un momento que vas a recordar toda la vida. Lo que pasa cuando sucede de chico, es que te conviertes en un niño huérfano, y vas a ser un niño huérfano toda la vida, yo hoy tengo 38 años y sigo siendo un niño huérfano, no es lo mismo que si te pasa con 40 o 50, se te queda el sello de que eres el niño que creció sin padres. Hay un vacío en la infancia, que sí forja mucho la personalidad o te hace madurar rápido.

- ¿Hasta qué punto esta película fue una catarsis para usted?

En ninguno. Es un guión que tengo desde hace muchos años, y siempre sentí que no era el momento de filmarlo, porque no quería que se convirtiera en una catarsis o en algo demasiado personal. Creo que es un motivo cinematográfico maravilloso el momento en el que sucede la orfandad, yo puede hacerlo con mucha riqueza porque me tocó vivirlo, y cuando sentí que mi experiencia y la cantidad de películas que yo tenía, me iban a servir como para tomar distancia y poder trabajarlo, lo hice, pero esperé cinco películas para ello.

- La película se puso en Berlín en una sección de cine infantil y juvenil. ¿Está de acuerdo con esa definición?
La verdad es que todavía no entiendo muy bien qué significa "cine infantil". La trabajé como cualquiera de mis otras cinco películas, me gustó, es una película que cuenta la historia de un niño, pero hay decenas y decenas de directores que en determinada película tienen como protagonista un niño, y que el protagonista sea un niño no quiere decir que sea una película infantil o destinada a la infancia. Pero bueno, bienvenido sea.

- A ese tipo de proyecciones va ese tipo de público, y menos público adulto. ¿Cómo reaccionó la audiencia?

La recepción de la película fue muy buena, quizá por las características de la película había un público muy variado, había gente muy grande, había profesores, etc... No fue una función que se hubiera llenado de niños levantando la mano, o de adolescentes levantando la mano, más bien todo lo contrario, a mi me sorprendió que no había ni niños ni adolescentes. Me explicaron que, como la primera función fue a la una del mediodía, parece que no cuajaba ni para los que entraban por la tarde ni para los que salían por la mañana. Lo que sí que creo es que la sección no es para los niños, sino sobre los niños. Creo que quizá la diferencia es esa.

- ¿Está satisfecho con la acogida del film?
Sí, eso fue maravilloso, cada país y cada público tiene su ansiedad, sus gustos, sus tiempos... la gente disfrutó mucho los tiempos de la película. Me sorprendió cómo se quedaron absolutamente todos, no se fue ni una persona después de la función, todos se quedaron y preguntaron, fue algo muy mágico, parece que el público la sintió, o realmente les llegó el sentimiento de la película.

- ¿Qué fue lo que más les interesó?

La actuación de Maxi, la mayoría de las preguntas iban dirigidas a la actuación de Maxi (el niño protagonista).

- ¿De dónde salió Maxi?
Maxi salió de un casting de 102 niños, y era capaz de transmitir la dureza de un pequeño hombre que podía tolerar todo eso.

- ¿Supongo que le habrán recordado mucho el consejo clásico de que no hay que trabajar ni con niños ni con perros?
Yo tenía niño y perro.

- ¿Es tan duro como dicen, o se sobrevive?

Mira en mi segunda película trabajé con más de cincuenta gallos, una película que se llama "Gallero", y andábamos con los gallos metidos en jaulas en el camión y siempre que llegábamos teníamos que desarmarlo todo. No, definitivamente los niños son mejores que los gallos, más fáciles y más dóciles, los gallos se pelean, los niños se portan bien. Además, ésta fue una película de un solo niño, cuando son muchos niños se empiezan a alterar entre ellos jugando. Acá Maxi estaba sólo, como mucho se iba a la caravana con un jueguito para jugar, o dormía.

- ¿Qué planes tiene de cara al estreno en la Argentina?

La película tuvo muy buen recorrido porque yo durante la posproducción gané el premio de la HBO para terminar la película, y después de terminarla, entró inmediatamente en Berlín, con lo cual, todos tenemos un montón de expectativas. Igualmente, las salas de cine hoy en día son una pelea difícil de dar.

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