Adrián Biniez habla sobre "El 5 de Talleres"
El argentino Adrián Biniez, autor de la cinta uruguaya "Gigante" está de estreno con “El 5 Talleres”, que ha tardado siete meses en llegar a los cines argentinos después de su presentación en un apartado paralelo de la Mostra de Venecia, el año pasado. Esteban Lamothe y Julieta Zylberberg protagonizan esta historia que va mucho más allá del ambiente futbolístico alejado de las grandes canchas, para retratar la angustia humana ante el cambio y el prematuro retiro. Hablamos en exclusiva con su guionista y director.
- ¿De qué va "El 5 de Talleres"?
Trata de un jugador de fútbol de un equipo de cuarta división del fútbol argentino. Tiene 35 años y se da cuenta que ha llegado al fin de su carrera y decide retirarse, es todo el proceso que comienza viendo qué va a hacer con su futuro, con su tiempo libre y cómo dejara de hacer algo que siempre quiso desde chico, ese deporte, la repercusión que tienen con su pareja, su familia y también en su vida laboral.
- ¿Cómo surge la idea de este proyecto?
La idea de la película surgió por el título, hablaba con otro amigo sobre el fútbol, hicimos un comentario sobre “El 5 de Talleres”. También tiene que ver con un amigo que lleva el nombre del protagonista de la película.
- ¿Dónde la rodó?
Fue filmada en Remedios de Escalada, Lanús, una ciudad en los alrededores de Buenos Aires, donde yo mismo viví hasta los 29 años. Podríamos decir que por eso es una película que la siento muy cercana.
- ¿En un sentido geográfico?
Es extraño, tiene una cosa muy emocional de estar filmando en lugares que has visto miles de veces, pero también cuando lo ves a través de las cámaras se ven muy diferentes a cuando lo circulas y lo vives por esos espacios. A partir de ahí puedes empezar a elegir, es una cuestión más estética sobre la elección de los espacios. Yo estuve en muchos de esos lugares pero vistos filmados te parece como extraterrestre, es divertido...
- ¿Buscaba en la elección de los actores a una pareja que lo fuera también en la vida real, como Lamothe y Zylberberg?
Julieta Zilberberg y Esteban Lamothe, son pareja en la vida real, pero sobre todo yo creo que son excelentes actores y tienen una gran química como pareja. Es como una cosa explosiva que funciona muy bien, parecián destinados para sus roles, y cuando me di cuenta que podía contar con ellos dos, supe que iba a tener una cosa muy rica para la película.
- ¿Cree que el cine puede captar la intimidad de una pareja de una manera objetiva?
Yo creo que sí, creo que siempre hay un punto donde el cine no puede penetrar, pero creo que hay un gran lugar donde puede encontrar una cosa muy íntima y objetiva al mismo tiempo, aunque igual es muy difícil ser objetivo.
- ¿Hay verdaderas escenas de sexo en la película?
No hay ninguna escena verdadera de sexo, me fascinaba más el hecho de estar mostrando una dinámica de pareja que ya tienen cierta complicidad sexual, pero no significa que vayan a tener sexo, es como un juego. Hay algo que quise lograr y me gusta mucho, es la sexualidad de ellos, una pareja que está en un punto que no es el inicio ni el final ni tampoco una gran crisis de pareja, es un punto donde la sexualidad se habla más y se hace con más humor o chistes, porque ya la tensión sexual es diferente y eso no lo he visto en muchas películas.
- ¿La misma historia se hubiera podido contar en un contexto ajeno al fútbol?
Yo creo que por un lado la película tiene una cosa muy universal, la crisis de mediana edad, pero por otro lado en el contexto del fútbol tiene un contexto social diferente, el que sea un atleta o un deportista, porque en ellos esa crisis de mediana edad está muy marcada en el hecho corporal, uno ya no puede hacer lo que hacía antes, uno ya no puede jugar con chicos de veinte años porque corren más rápido que uno, entonces hay una cosa que es muy marcada en el cuerpo y ya no lo puedes hacer más, no puedes ser un profesional. A la vez, eso ocurre antes que las crisis del resto de la gente, que sucede años más tarde.
- ¿Le sorprendió que hubiera el año pasado tan poco cine iberoamericano en la Mostra de Venecia, donde usted participó?
Creo que es un gran momento en el cine latinoamericano, como pocas veces en su historia, hay muchos jóvenes haciendo películas, muchas películas de muy buena calidad, y muchos festivales lo reflejan. No sé por qué en Venecia no ocurrió así. Me sorprendí cuando me enteré que sólo nosotros estábamos como cine latinoamericano. No entiendo si es la política del festival, pero me extrañó mucho lo de Venecia, ojala y luego puedan estar 10 o más películas latinoamericanas, como en otros eventos...
- ¿De qué va "El 5 de Talleres"?
Trata de un jugador de fútbol de un equipo de cuarta división del fútbol argentino. Tiene 35 años y se da cuenta que ha llegado al fin de su carrera y decide retirarse, es todo el proceso que comienza viendo qué va a hacer con su futuro, con su tiempo libre y cómo dejara de hacer algo que siempre quiso desde chico, ese deporte, la repercusión que tienen con su pareja, su familia y también en su vida laboral.
- ¿Cómo surge la idea de este proyecto?
La idea de la película surgió por el título, hablaba con otro amigo sobre el fútbol, hicimos un comentario sobre “El 5 de Talleres”. También tiene que ver con un amigo que lleva el nombre del protagonista de la película.
- ¿Dónde la rodó?
Fue filmada en Remedios de Escalada, Lanús, una ciudad en los alrededores de Buenos Aires, donde yo mismo viví hasta los 29 años. Podríamos decir que por eso es una película que la siento muy cercana.
- ¿En un sentido geográfico?
Es extraño, tiene una cosa muy emocional de estar filmando en lugares que has visto miles de veces, pero también cuando lo ves a través de las cámaras se ven muy diferentes a cuando lo circulas y lo vives por esos espacios. A partir de ahí puedes empezar a elegir, es una cuestión más estética sobre la elección de los espacios. Yo estuve en muchos de esos lugares pero vistos filmados te parece como extraterrestre, es divertido...
- ¿Buscaba en la elección de los actores a una pareja que lo fuera también en la vida real, como Lamothe y Zylberberg?
Julieta Zilberberg y Esteban Lamothe, son pareja en la vida real, pero sobre todo yo creo que son excelentes actores y tienen una gran química como pareja. Es como una cosa explosiva que funciona muy bien, parecián destinados para sus roles, y cuando me di cuenta que podía contar con ellos dos, supe que iba a tener una cosa muy rica para la película.
- ¿Cree que el cine puede captar la intimidad de una pareja de una manera objetiva?
Yo creo que sí, creo que siempre hay un punto donde el cine no puede penetrar, pero creo que hay un gran lugar donde puede encontrar una cosa muy íntima y objetiva al mismo tiempo, aunque igual es muy difícil ser objetivo.
- ¿Hay verdaderas escenas de sexo en la película?
No hay ninguna escena verdadera de sexo, me fascinaba más el hecho de estar mostrando una dinámica de pareja que ya tienen cierta complicidad sexual, pero no significa que vayan a tener sexo, es como un juego. Hay algo que quise lograr y me gusta mucho, es la sexualidad de ellos, una pareja que está en un punto que no es el inicio ni el final ni tampoco una gran crisis de pareja, es un punto donde la sexualidad se habla más y se hace con más humor o chistes, porque ya la tensión sexual es diferente y eso no lo he visto en muchas películas.
- ¿La misma historia se hubiera podido contar en un contexto ajeno al fútbol?
Yo creo que por un lado la película tiene una cosa muy universal, la crisis de mediana edad, pero por otro lado en el contexto del fútbol tiene un contexto social diferente, el que sea un atleta o un deportista, porque en ellos esa crisis de mediana edad está muy marcada en el hecho corporal, uno ya no puede hacer lo que hacía antes, uno ya no puede jugar con chicos de veinte años porque corren más rápido que uno, entonces hay una cosa que es muy marcada en el cuerpo y ya no lo puedes hacer más, no puedes ser un profesional. A la vez, eso ocurre antes que las crisis del resto de la gente, que sucede años más tarde.
- ¿Le sorprendió que hubiera el año pasado tan poco cine iberoamericano en la Mostra de Venecia, donde usted participó?
Creo que es un gran momento en el cine latinoamericano, como pocas veces en su historia, hay muchos jóvenes haciendo películas, muchas películas de muy buena calidad, y muchos festivales lo reflejan. No sé por qué en Venecia no ocurrió así. Me sorprendí cuando me enteré que sólo nosotros estábamos como cine latinoamericano. No entiendo si es la política del festival, pero me extrañó mucho lo de Venecia, ojala y luego puedan estar 10 o más películas latinoamericanas, como en otros eventos...