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Por Edurne Sarriegui

Esta semana se estrena en la Argentina la cinta local "Tuya" (2015), de Edgardo González Amer. El escritor y dramaturgo devenido en cineasta, que ya estrenó "El infinito sin estrellas" (2007) y "Familia para armar" (2010), se ocupa de adaptar y dirigir una novela de la escritora Claudia Piñeiro. Ésta es la tercera obra de la autora que se lleva al cine, después de "Las viudas de los jueves" (2009 ) y "Betibú" (2014). "Tuya" es un thriller con un toque de comedia negra que explora los límites de un ama de casa de clase acomodada dispuesta a todo con tal de preservar su mundo.

Inés (Andrea Pietra) lleva una vida confortable y rutinaria. Está casada con Ernesto (Jorge Marrale) y tiene una hija adolescente, Laly (Malena Sánchez). El descubrimiento de una nota dirigida a su marido por una supuesta amante que firma "Tuya" vendrá a romper la placidez de esa rutina. Ser testigo de un crimen inesperado y la necesidad de conocer más de la vida oculta de su marido la llevarán a realizar una investigación por su cuenta.

Los pensamientos de la protagonista se manifiestan en "off" desde el principio: "Para aquel entonces hacía más de un mes que Ernesto no me hacía el amor. O quizá dos meses. No sé. No era que a mí me importara demasiado". Y un poco después, recordando a su madre y a la marcha de su padre dice: "Ahí mismo se fue dando un portazo y no lo volvimos a ver. Pobre mi mamá".

Toda una declaración de principios y retrato de una mujer marcada por el abandono, que no tendrá límite para sostener las apariencias en su matrimonio. Esa exposición permanente de los pensamientos de Inés pone el foco de atención en ese personaje frío, calculador, negador de la realidad y egoísta.

La cinta, que además cuenta con las actuaciones de Ana Celentano y Juana Viale, sostiene un buen ritmo a lo largo de su desarrollo como corresponde a su género. Muestra acertadamente  a los dos personajes centrales, ególatras al extremo de ser incapaces de percibir otro drama que paralelamente se está desarrollando en su casa.

"Tuya" es una historia que lleva al límite la necesidad de mantener la mera apariencia  sin el coto de una conciencia moral y que nos pone a pensar en cuántos desatinos se cometen con la intención de no modificar situaciones que resultan convenientes. Mantiene la atención del espectador con algunos giros inesperados en su trama aunque el carácter de su protagonista  haga previsibles algunas de sus actitudes.

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