La película colombiana "Los nadie" aspira a ser alguien

Mesa Bedoya (izq.) con compañeros del colectivo Monociclo
Treinta mil dólares ha gastado hasta el momento el colectivo Monociclo Cine de Medellín, Colombia, para realizar la película "Los nadie", con la dirección de Juan Sebastián Mesa Bedoya. En Toulouse, donde se presentó en el apartado de películas inacabadas Cine en Construcción la pasada semana, tuvo una gran acogida y la certeza de que aunque no ganó el premio su puesta en escena con realismo, inteligencia y una buena dosis de humor, le ha abierto un camino de futuro. El trasfondo de una ciudad hostil sirve para contar las intimidades y realidades de una sociedad que todavía ve en la diferencia mucho peligro. Mesa Bedoya construye un retrato en blanco y negro de un grupo de jóvenes que encuentran en el arte callejero y la música, el lugar donde refugiarse y una oportunidad para escapar. Hablamos en exclusiva con él.

- ¿Cual ha sido su modelo de producción?
Definitivamente Juan PabloTamayo y Diana Bustamante dos productores muy creativos que se han convertido en una referencia obligada y que han implementado también esos modelos de producción, de ir más allá  y de búsqueda de espacios internacionales y mercados estratégicos. Ellos dos han sido nuestros tutores guía. Llevamos cinco años trabajando. Y aunque no ganemos nosotros pensamos que no hay que esperar premios, sino hacer las películas. Realmente hay que ir a la calle y buscarlas. A mi siempre me ha fascinado el proceso de creación del grupo Contravía:  Willian Vega y "La Sirga", y Oscar Ruiz Navia y "El vuelco del cangrejo". De alguna manera fueron los primeros que dijeron vamos a hacer una película, así no haya plata. Si ellos lo hicieron nosotros también podemos hacer cine en Medellín, una ciudad en la que se hace tan poco cine. Y desde luego siempre Víctor (Gaviria), que es un referente que ya ha ganado una universalidad impresionante. Nosotros hacemos un festival y un día lo invitamos para que diera charla sobre su manera de trabajar con actores naturales.

- ¿Qué hay de "Rodrigo D", de Gaviria, en "Los Nadie"?
"Rodrigo D" es siempre el referente. Ayudó a visibilizar los punk de los años 80, pero creo que la forma de sentimiento de no futuro, no te desanimes mátate, está muy alejado de lo que queremos mostrar. Tenemos un sueño, pero no está en esta montaña. Es una respuesta diferente a una ciudad llena de fronteras invisibles. Una ciudad donde todavía cruzar de un barrio a otro es muy complicado para quien lo hace porque la ciudad está muy segmentada. Pero "Los nadie" de mi película tienen una intimidad, una familia y ventanas abiertas al futuro.

- ¿Siguen ustedes en la línea de actores naturales?

Quisimos hacer una película  con actores cercanos Hablamos mucho con ellos. Al final fuimos como una familia y ellos encontraron en el proyecto una forma de contar sus vidas. ellos lo hacen cada día con sus música, con su forma de vestir. El proceso de casting duró varios meses. Fueron muchos ensayos con ellos, de invisibilización de cámara, de movimientos... Mucha escritura. La película tuvo una forma de escribirse muy rara, primero fue una versión corta, pero luego con el actores de casting y el trabajo con ellos. Fue muy poco convencional la manera de escribir esta especie de road movie por Medellín.

- ¿Ustedes que son de Medellín cómo valoran el proyecto de hacer de la ciudad la capital audiovisual de Suramerica?

Esas iniciativas se ven desde el ámbito privado. Sí se está viendo esa iniciativa desde la industria. Pero desde la parte artística no hay ningún tipo de inversión. Ni siquiera hay una escuela de cine. ¿Cómo va a ser la capital del cine una ciudad donde ni siquiera puedes formarte? Ahora también creo que lo que hace fuertes las historias realmente está en la calle y no tiene sentido irse a meter a un estudio a recrear lo que es la realidad. Puede ser un riesgo, porque Medellín se puede convertir en un lugar de prestación de servicios cinematográficos. A la larga también puede ser una ayuda porque van a llegar más equipos y gente preparada. Pero creo que es importante que sea la gente la que cuente sus propias historias y no esperar que la vengan de afuera. Y no es una negativa a que en Medellín se puedan filmar películas, pero es necesario que en paralelo a eso se fortalezcan esos procesos de aprendizaje artístico: La formación de guionistas, actores y de cabezas de grupo. No sólo de técnicos.

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