Javier Fuentes León ve el futuro al ritmo de la música

Javier Fuentes León
El cineasta peruano Javier Fuentes León acaba de estrenar en la vecina Colombia "El elefante desaparecido", su segundo film tras el exitoso "Contracorriente", y ahora se plantea hacer realidad uno de sus sueños, volver a cambiar de género para tocar el musical. Afincado en Los Angeles desde hace años, no renuncia a formar parte activa del cine latinoamericano. "Creo que cada historia te va pidiendo dónde quieres ir a rodar, y en qué idioma. Me encantaría filmar en todo el mundo la verdad, pero obviamente mi corazón está con Latinoamérica y con Perú en particular, que es de donde soy yo", dice.

"De todas formas -agrega en declaraciones exclusivas a NOTICINE.com- vivo en Los Angeles, y definitivamente me encantaría filmar allí, en inglés, con actores americanos... y es más, tengo un par de proyectos que sí los veo en inglés, uno de ellos es una historia de amor con toques de fantasía, y el otro es un musical rock, que también estoy redactando y escribiendo la música, porque me encanta la música, y el rock en especial. Esos dos proyectos, por ejemplo, los tengo pensados en inglés, y al mismo tiempo, estoy escribiendo y casi terminando, la primera versión de una comedia que sí creo que la voy a filmar en Perú. Idealmente me encantaría saltar de una a otra".

En opinión del cineasta peruano, vivir en la meca del cine no necesariamente garantiza un futuro en el Séptimo Arte. "Creo que hacer cine es difícil en todos los lugares, lo que cambia son las razones por las cuales es difícil. En Latinoamérica, sobre todo en países como en Perú, no existe una industria como la puede haber en México, en Estados Unidos o España; pero hay mucha menos gente que hace cine, entonces acceder a poder hacerlo, quizás sea más fácil. Tener acceso a los incentivos del gobierno por ejemplo, quizá porque la competencia es menor, que la competencia que hay en Estados Unidos, donde cualquier persona que te sirve un plato en un restaurante quiere hacer cine o tiene un guión escrito. De todas formas, creo que en Estados Unidos no es tan difícil hacer cine, si la historia que quieres contar encaja dentro de los parámetros de lo que ellos quieren contar; si por ejemplo quieres hacer una película como "Contracorriente" (su opera prima, un drama gay), no encaja en Hollywood, y es más, yo estuve tres años tratando de mandar el guión a diferentes lugares, y me decían que mi historia era muy bonita, pero que no. Creo que "El elefante desaparecido" siendo un thriller, si la hubiera hecho en Los Angeles, hubiera encajado mejor. Entonces, si vas a dirigir películas de acción con Liam Neeson, y tienes el talento y la paciencia, vas a llegar a hacerlo, si eso es lo que quieres hacer, porque eso encaja con lo que ellos quieren hacer", detalla.

De hecho, como ya adelantó a NOTICINE.com mientras promocionaba "Contracorriente", "El elefante..." casi se desarrolla en la urbe californiana: "La primera versión que escribí de "El elefante desaparecido", la escribí pensando en Los Ángeles, y en inglés, pero porque la película, a parte de ser de suspense, es casi un homenaje al cine negro, al cine clásico hollywoodiense de los años 40, mucho del cual sucede en Los Ángeles, que es una ciudad en la que se ha rodado mucho cine negro, y no solamente clásico, sino también, por ejemplo, "Chinatown" y varias más. De todas formas, después de haber rodado "Contracorriente", y haber tenido una experiencia genial filmando en mi país, con gente no solamente peruana sino de otros lugares de Latinoamérica; no sabía si filmando en Estados Unidos, quizás dentro de la industria de Hollywood, o si conseguía dinero allá, tendría la independencia creativa que uno logra en Latinoamérica, porque aquí es difícil conseguir dinero, pero lo que sí consigues es independencia creativa; uno sueña su proyecto, su historia, y la cuenta como la quiere contar".

"Entonces -añade- me entusiasmó, y empecé a pensar cómo sería llevarme el cine negro a Lima, a un lugar donde no lo esperas, además de que tampoco es tan frecuente que en Latinoamérica hagamos películas de misterio, de claves, de suspense... así que me entusiasmó mucho llevar un género, digamos, muy americano, a un lugar donde no lo esperas. Al pensar en ese cambio de localización, se me ocurrieron una serie de cosas, extras, que creo que han enriquecido la película. Entre ellas,  cambié el nombre de la cinta, porque "El elefante desaparecido" es una metáfora de la desaparición de la novia, pero a la vez, hay un lugar en Perú, al sur de Lima, que se llama Paracas, y es un desierto al lado del mar, que parece Marte con agua, donde hay varias formaciones rocosas con diferentes formas, y una de ellas parecía un elefante; pero se cayó en un terremoto muy fuerte que hubo en esa zona en el 2007, el mismo día en el que la novia desapareció. Por lo tanto, el elefante ya no existe, estaba ahí y ya no existe, así que al pensar en cambiar la película a Perú se me ocurrió eso".

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