El peruano Rodrigo Moreno, a la espera de fondos para terminar su opera prima, "Wik"

Escena de 'Wik'
En Perú no sólo los humoristas hacen cine. Junto a las películas comerciales que llenan las salas, hay jóvenes autores que quieren contar historias diferentes, aunque se enfrenten a las grandes dificultades de la falta de fondos. Es ahí donde emerge la solidaridad, la amistad y la cooperación. En esas están Rodrigo Moreno y su equipo de "Wik", película que aspira a una ayuda oficial a la postproducción para poder llegar a los festivales y salas. Coescrita por Moreno e Illary Alencastre Pinilla, cuenta la historia de tres jóvenes limeños, que recorren su barrio en pleno verano y sin rumbo definido, a la espera de que algo ocurra.

Para Rodrigo Moreno, esta es una historia que él y mucho como él han vivido. "En la Lima donde crecí muchos vivíamos con la sensación de que no pasaba nada, que no había lugares a dónde ir o que todo era siempre lo mismo -esto desde la mirada de alguien que empieza a dejar la adolescencia y posee un conocimiento limitado de la ciudad. La sentíamos una ciudad “aburrida” en comparación a las que mirábamos con anhelo. Creo que a algunos nos pasó eso, que crecimos mirando hacia otro lado sin detenernos a ver lo que teníamos delante", cuenta el nuevo cineasta a Cinencuentro.

"Wik" se ha hecho con altas cotas de voluntarismo. Los tres protagonistas -Pedro Pablo Corpancho, Piera del Campo y Jean Phil Arrieta- surgieron mientras se escribía el guión, mientras su autor estaba en un proyecto con un grupo de improvisación teatral. En cuanto a la producción en sí, Moreno cuenta: "De no haber sido por toda la gente que creyó en el guión, en la historia, en nosotros como ejecutores de este proyecto, no lo podríamos haber llevado a cabo jamás. El primer entusiasta fue Alfredo Letts, uno de mis mejores amigos de la infancia y de la vida. De alguna manera él nos dio el primer empujón al realizar un acto de mecenazgo y ofrecernos financiar parte del rodaje. Luego se unió su hermano y con eso, dije: a la mierda, ¡vamos para delante! Poco a poco fuimos consiguiendo que más gente nos apoyara con préstamos o donaciones, que sumadas lograron financiar la realización".

En sus declaraciones a Cinencuentro, el joven cineasta peruano detalla que filmaron durante algo más de tres meses, pero con interrupciones, en total 18 jornadas. "Empezamos -explica- en abril de 2014 y filmamos una semana de cada mes -generalmente la última- con la idea de trabajar en ese tiempo en otras cosas que generen plata para vivir; no solo nosotros, sino el resto del equipo que lo hizo de onda o por montos muy simbólicos. Finalmente, por lo menos en nuestro caso, pasó que pensábamos tanto en 'Wik' y había tanto que recursearnos hasta la siguiente fecha de grabación, que la peli ocupó prácticamente todo el tiempo que teníamos. Además, al momento de organizar el plan de rodaje, tuvimos clarísimo que debíamos empezar por las locaciones más complicadas; ya sea a nivel logístico o climatológico. La peli transcurre en verano, por lo que debíamos hacer todas las escenas exterior día durante esa primera semana de filmación. De igual manera las locaciones “difíciles” como el Centro Comercial Arenales, Galerías Brasil, la playa, las escenas con la camioneta, preferimos sacarlas del camino pronto. Así, nuestros 6 primeros días de rodaje fueron muy intensos; muchos traslados, calles, permisos, municipalidades. Pero gracias a esto tuvimos mayor calma para luego concentrarnos en escenas más íntimas".

El nuevo realizador presentó su película al fondo de DAFO para postproducción. "Si ganamos -dice-, planeamos tener la película lista para fin de año. Si no ganamos, siempre hay un plan B. Por el momento no tenemos en mente un estreno comercial. Quisiéramos primero darle vida en un circuito de festivales para luego tentar exhibirla en salas pero no creo eso sea antes de 2017".

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