Jose Coronado, Eduard Fernández y Marta Etura protagonizarán la película de Alberto Rodríguez sobre el espía Paesa

Coronado, Fernández y Etura
A una semana del inicio del rodaje, se ha hecho público el elenco de la nueva película del cineasta andaluz Alberto Rodríguez, que sigue a sus éxitos "Grupo 7" y "La isla mínima". Jose Coronado, Eduard Fernández, Marta Etura y Carlos Santos, serán los principales intérpretes de "El hombre de las mil caras", inspirada por uno de los personajes más misteriosos y apasionantes de la historia española en las últimas décadas, el agente, exagente o supuesto agente de los servicios secretos españoles Francisco Paesa, omnipresente en diversos casos de corrupción y en las cloacas del estado.

Será el próximo día 20 en París, donde Paesa fue visto no hace mucho, cuando se inicie la filmación de este thriller que se basa en el reportaje novelado del periodista Manuel Cerdán "Paesa, el espía de las mil caras". La acción se desarrolla sobre todo en los años 90 del pasado siglo y gira en torno a la vida del agente secreto español Francisco Paesa y su determinante papel en la fuga y posterior entrega del entonces jefe de la Guardia Civil, Luis Roldán.

Al espía que pudo haberse quedado con la fortuna acumulada por el socialista exresponsable del cuerpo armado, lo interpreta Eduard Fernández. Su personaje, exagente secreto del gobierno español, responsable de la operación contra ETA más importante de la historia, se ve envuelto en un caso de extorsión en plena crisis de los GAL y tiene que huir del país. Cuando regresa al cabo de los años está arruinado y su vida personal atraviesa su peor momento. En estas circunstancias, recibe la visita de Luis Roldán (Carlos Santos), ex Director General de la Guardia Civil, y de su mujer Nieves Fernández Puerto (Marta Etura), quienes le ofrecen un millón de dólares por ayudarles a salvar 1500 millones de pesetas (unos nueve millones de euros) sustraídos al erario público a través de comisiones y para brindarle una oportunidad idónea de mejorar su situación económica, vengándose del gobierno español, en una magistral operación digna del mejor espía ayudado de su inseparable amigo Jesús Camoes (José Coronado).

Con un presupuesto de 5 millones de euros y 11 semanas de rodaje,  Madrid, París, Ginebra y Singapur serán los escenarios naturales de esta película se estrenará el año próximo, en otoño.

Esta propuesta le llegó a Alberto Rodríguez antes de su más reciente estreno, "La isla mínima" pero tuvo que aplazarlo por falta de financiación.

La historia de Francisco Paesa está a caballo entre Jason Bourne y Jose Luis Torrente, un personaje que a veces resultaba brillante e infalible y en otras ocasiones rozaba lo bizarro. Sus oscuros inicios los encontramos en 1976  en su faceta empresarial, realizando turbios negocios con Francisco Macías, dictador de la excolonia española Guinea Ecuatorial en esos momentos, y que le llevaron a ser detenido por la Interpol y encarcelado en Suiza. En 1988, haciéndose pasar por traficante de armas, vende por encargo de los servicios secretos españoles, a la banda terrorista ETA dos misiles antiaéreos. Lo que no sabía la banda es que los proyectiles llevaban un sistema de localización, que permitió al gobierno español recuperarlos en un zulo (agujero de almacenado) con gran cantidad de armamento y documentación. Posteriormente se le acusó de estar implicado en el caso GAL, de guerra sucia del estado español contra presuntos militantes o simpatizantes de ETA, en el que murieron tanto inocentes como militantes de la organización.

En 1994 se publicó que -como supuesto testaferro- se había hecho con el dinero que el jefe de la Guardia Civil Luis Roldán pretendía ocultar tras las comisiones cobradas por obras públicas. Roldán se encontraba huido de la justicia y en paradero desconocido hasta que fue delatado y "vendido" por el propio Paesa, a cambio de un millón y medio de euros. En 1998 fingió su muerte en Tailandia, falsificando un certificado de defunción, algo que la justicia Española no se creyó.  Desde este momento se le relacionó con un intento de golpe de estado para derrocar a Obiang, el dictador de Guinea Ecuatorial y de tener tratos con la mafia rusa. En los últimos años ha mantenido un perfil bajo de cara a la opinión pública, mientras ha disfrutado de sus pingües beneficios.

Es evidente que desde el punto cinematográfico, la historia de este espía español tiene mucho jugo y que Alberto Rodríguez ha demostrado con "La isla mínima" que retratar el lado sórdido y oscuro de la naturaleza humana y la corrupción se le da muy bien. En el futuro veremos quien es el actor elegido para encarnar a este turbio espía que se movió a sus anchas tanto en los despachos como en las cloacas del poder.

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