Benicio del Toro tendrá aún más protagonismo en la secuela de "Sicario"
Desarrollar el personaje de Alejandro, el ejecutor de oscuro pasado al que da vida Benicio del Toro en el film de Denis Villeneuve "Sicario" es el objetivo de su secuela, anunciada este lunes por parte de Lionsgate. Todo apunta a que el cineasta canadiense estará envuelto en esta continuación al menos como productor, como también el guionista de la original, Taylor Sheridan ("Hijos de la anarquia / Sons of Anarchy"), y por supuesto el boricua Del Toro. "Sicario", tras un exitoso paso por festivales desde el de Cannes, se estrenó el pasado fin de semana en sólo seis salas entre Los Angeles y Nueva York, para recaudar más de 400 000 dólares.
Este thriller sobre la lucha más o menos sucia contra un cartel mexicano de la droga, que ha merecido muy buenas críticas (89% positivas en RottenTomatoes), se expandirá el viernes a 65 pantallas y alcanzará su máxima difusión norteamericana el dia 2 de octubre.
"Sicario" sigue la traza de Kate Mercer (Emily Blunt), una idealista agente del FBI en Tucson (Arizona), que es reclutada por Matt Graver (Josh Brolin), un oficial de las fuerzas de élite gubernamentales, para ayudar en la creciente guerra contra las drogas. Liderado por Alejandro (Benicio del Toro), un enigmático consultor con un pasado oscuro, el equipo se embarca en un viaje clandestino que obligará a Kate a cuestionarse todo aquello en lo que cree si quiere sobrevivir.
La película fue rodada en Nuevo México pero también en varias locaciones mexicanas, como Nezahualcoyotl, considerado uno de los municipios más violentos dentro de área metropolitana de Ciudad de México. Contó con la participación de actores mexicanos, como Gustavo Sánchez Parra ("Colosio: El asesinato", "Año bisiesto").
"No todos los latinos -dijo el pasado fin de semana Benicio del Toro en el Festival de San Sebastián- que forman parte de estos 'cuentos' son iguales, porque no todos somos iguales. Yo me atrevo a interpretar estos personajes y trato de darles, como pueda, una individualidad y una cierta honestidad. Y encontré que este 'cuento' era original como para incluirlo en mi colección de películas del 'narco'".
"Me quito -agregaba- a los personajes de encima rápidamente. Como un niño que tiene una pelea y a los cinco minutos se le olvidó. Haciendo personajes te educas. Y una de las cosas que he aprendido es que la violencia que se vivía en la Colombia de los tiempos de Pablo Escobar es similar a lo que está sucediendo ahora en México. Ahora la situación ha mejorado mucho, ya no hay ese momento negro, y tal vez allí haya un modelo para el problema mexicano".
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Este thriller sobre la lucha más o menos sucia contra un cartel mexicano de la droga, que ha merecido muy buenas críticas (89% positivas en RottenTomatoes), se expandirá el viernes a 65 pantallas y alcanzará su máxima difusión norteamericana el dia 2 de octubre.
"Sicario" sigue la traza de Kate Mercer (Emily Blunt), una idealista agente del FBI en Tucson (Arizona), que es reclutada por Matt Graver (Josh Brolin), un oficial de las fuerzas de élite gubernamentales, para ayudar en la creciente guerra contra las drogas. Liderado por Alejandro (Benicio del Toro), un enigmático consultor con un pasado oscuro, el equipo se embarca en un viaje clandestino que obligará a Kate a cuestionarse todo aquello en lo que cree si quiere sobrevivir.
La película fue rodada en Nuevo México pero también en varias locaciones mexicanas, como Nezahualcoyotl, considerado uno de los municipios más violentos dentro de área metropolitana de Ciudad de México. Contó con la participación de actores mexicanos, como Gustavo Sánchez Parra ("Colosio: El asesinato", "Año bisiesto").
"No todos los latinos -dijo el pasado fin de semana Benicio del Toro en el Festival de San Sebastián- que forman parte de estos 'cuentos' son iguales, porque no todos somos iguales. Yo me atrevo a interpretar estos personajes y trato de darles, como pueda, una individualidad y una cierta honestidad. Y encontré que este 'cuento' era original como para incluirlo en mi colección de películas del 'narco'".
"Me quito -agregaba- a los personajes de encima rápidamente. Como un niño que tiene una pelea y a los cinco minutos se le olvidó. Haciendo personajes te educas. Y una de las cosas que he aprendido es que la violencia que se vivía en la Colombia de los tiempos de Pablo Escobar es similar a lo que está sucediendo ahora en México. Ahora la situación ha mejorado mucho, ya no hay ese momento negro, y tal vez allí haya un modelo para el problema mexicano".
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