"A García Abril se le reconoce hasta tocando el timbre", expresa él mismo, citando a un crítico musical cuyo nombre no llega a decir. Este miércoles el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Enrique González Macho, ha otorgado la Medalla de Oro al músico y compositor aragonés Antón García Abril, por su arduo trabajo en la industria del cine y la televisión ibérica durante toda una vida, que incluye hitos como la banda sonora de "Los santos inocentes" o la premiada serie "El hombre y la tierra".

A sus ochenta y un años dice encontrarse feliz por recibir este galardón "Pensé que se me había olvidado ya, que mi obra se había olvidado. Y de pronto aparece este máximo honor, que de verdad me ha emocionado muchísimo. Ha sido vivir un momento de alegría profunda porque he visto que no se me ha olvidado", mientras bromea sobre su falta de actividad en el sector (entre 25 y 30 años de inactividad en el cine). "No sé si yo dejé al cine o él me dejó a mí", explica el compositor turolense.

Rememorando sus ya clásicos trabajos, cuenta que donde mejor se ha encontrado siempre ha sido en la obra en la que se encontraba trabajando, y que "no hay ninguna película fácil".

"Soy un todoterreno", expone con gran naturalidad. "He hecho música para cine, para televisión, he hecho mucha música sinfónica. Ya cuando hacía cine, tenía además tiempo de escribir cine y escribir música sinfónica o música clásica contemporánea. He escrito ópera, he escrito canciones, he escrito de todo", dice sobre los múltiples trabajos que ha realizado en sus periodos de más actividad.

El compositor de la mítica banda sonora de "El hombre y la tierra" no tiene reparo en responder con franqueza cuando se le pregunta por la mítica serie documental; "estaría loco si no me gustara".  "Yo debí de aceptar", comenta cuando habla de su decisión de trabajar junto a Feliz Rodríguez de la Fuente. "Félix era un hombre que contagiaba de la emoción, la ilusión, el entusiasmo. En media hora te tenía conquistado. Naturalmente las cosas que pedía eran las cosas que pedía un hombre intelectual". Además recuerda de forma entrañable su relación con el famoso naturalista español: "Se quedó impresionado cuando la escuchó. Me robó la partitura".

"La música se nota de tal manera que está produciendo emociones, de tal magnitud que el que la está sintiendo ni se entera que está ocurriendo lo que está ocurriendo; que es la música que se está notando, que esta vibrando, que está en la piel de la persona que la está escuchando", explica cuando habla sobre la importancia de la música en las películas y más aún cuando lo hace de una forma más filosófica: "Mi teoría ha sido que la buena música en el cine tiene que convertirse en imagen".

"Me parece que hay muy buenos músicos. En la época que yo empezaba había unos pocos músicos de prestigio, no había una escuela cinematográfica o un corpus de músicos cinematográficos", responde cuando le preguntan sobre la actualidad del que fue su campo en la industria. Y posteriormente señala, que también, en la actualidad hay películas que  le parecen interesantes como "Blancanieves" (2012) de Pablo Berger, porque tiene "músicas contrastantes".

Con películas como "La colmena", "Los Santos inocentes", "El crimen de Cuenca", "Sor Citroen" o "Vente a Alemania, Pepe", y teleseries como  "Brigada Central", "Anillos de Oro" o "Fortunata y Jacinta", en su filmografía musical, Antón García Abril forma ahora parte de esa gran lista de artistas españoles que cuentan con una Medalla de Oro en sus vitrinas.

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