Los argentinos Miguel Baratta y Patricio Pomares estrenaron mundialmente "El fruto" en Cinema Jove
Los directores, guionistas y productores argentinos Miguel Baratta y Patricio Pomares asistieron este domingo en Valencia al estreno mundial de su largometraje "El fruto", dentro de la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine Cinema Jove, dedicado a los nuevos realizadores, en esta ciudad española. En rueda de prensa, los cineastas afirmaron que han querido reflejar "lo más fielmente posible" el tiempo de la historia en la localidad pampeana de Carlos Keen, cuyos habitantes protagonizan el film.
"Hay muchas cosas reales –apuntaba Baratta-, por ejemplo llegar a un bar y pedir una botella de agua y que toda la transacción tarde unos 10 ó 15 minutos. Sin embargo, es lindo respetar el tiempo que se toma esa gente para vivir".
Miguel Baratta y Patricio Pomares recogen lo mejor del último cine argentino, destilado de los alambiques de cineastas como Lisandro Alonso o Lucrecia Martel, para experimentar con la infinitud del paisaje, la densidad de la experiencia o los enigmas del silencio.
"El fruto", una película que se sirve ampliamente de los recursos del cine documental, retrata la vida y el paso del tiempo en Carlos Keen, un pequeño poblado de 400 habitantes olvidado en el interior de la provincia de Buenos Aires. Una película que, como tantas otras, vio la luz rodeada de incertidumbre: "O en la facultad nos dejan presentar esto o nos vamos, porque vamos a hacer la película igualmente. Ya volveremos a clase, porque el momento para hacerla es ahora". En la riqueza de su paisaje llano, en sus horizontes rectos e inalcanzables, se desarrolla una historia intimista en el que las situaciones y las emociones de los personajes son representadas en toda su crudeza, con la posición de una cámara prácticamente "contemplativa".
Con un reparto conformado por habitantes del municipio sin experiencia previa en la interpretación (sin los cuales "no habría sido posible hacer la película"), El fruto es la historia de un viaje a pie que nos presenta, paso a paso, la fuerza de las cosas simples, el dolor y la soledad."Para nosotros es importante el trayecto hacia sí mismo que realiza el protagonista, su propia catarsis, más que si es o no el último viaje".
Miguel Baratta y Patricio Pomares trabajan juntos desde que se conocieron cuando estudiaban Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires. Con los cortometrajes Ensayos sobre el desamor (2004) y Foul de riesgo (2005) iniciaron su andadura en la dirección cinematográfica aunque, si por algo se caracteriza su itinerario hasta la fecha, es por su versatilidad.
Baratta, que prepara ahora su segundo largometraje, compagina la dirección y la producción cinematográfica y televisiva con la dramaturgia y la dirección teatral.
Por su parte, Pomares ha desarrollado una amplia experiencia en el campo del montaje y la postproducción audiovisual y realiza, desde la productora Artefacto, el programa "Si yo fuera otro ser... músico", una serie de documentales para televisión acerca de los músicos argentinos.
"Hay muchas cosas reales –apuntaba Baratta-, por ejemplo llegar a un bar y pedir una botella de agua y que toda la transacción tarde unos 10 ó 15 minutos. Sin embargo, es lindo respetar el tiempo que se toma esa gente para vivir".
Miguel Baratta y Patricio Pomares recogen lo mejor del último cine argentino, destilado de los alambiques de cineastas como Lisandro Alonso o Lucrecia Martel, para experimentar con la infinitud del paisaje, la densidad de la experiencia o los enigmas del silencio.
"El fruto", una película que se sirve ampliamente de los recursos del cine documental, retrata la vida y el paso del tiempo en Carlos Keen, un pequeño poblado de 400 habitantes olvidado en el interior de la provincia de Buenos Aires. Una película que, como tantas otras, vio la luz rodeada de incertidumbre: "O en la facultad nos dejan presentar esto o nos vamos, porque vamos a hacer la película igualmente. Ya volveremos a clase, porque el momento para hacerla es ahora". En la riqueza de su paisaje llano, en sus horizontes rectos e inalcanzables, se desarrolla una historia intimista en el que las situaciones y las emociones de los personajes son representadas en toda su crudeza, con la posición de una cámara prácticamente "contemplativa".
Con un reparto conformado por habitantes del municipio sin experiencia previa en la interpretación (sin los cuales "no habría sido posible hacer la película"), El fruto es la historia de un viaje a pie que nos presenta, paso a paso, la fuerza de las cosas simples, el dolor y la soledad."Para nosotros es importante el trayecto hacia sí mismo que realiza el protagonista, su propia catarsis, más que si es o no el último viaje".
Miguel Baratta y Patricio Pomares trabajan juntos desde que se conocieron cuando estudiaban Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires. Con los cortometrajes Ensayos sobre el desamor (2004) y Foul de riesgo (2005) iniciaron su andadura en la dirección cinematográfica aunque, si por algo se caracteriza su itinerario hasta la fecha, es por su versatilidad.
Baratta, que prepara ahora su segundo largometraje, compagina la dirección y la producción cinematográfica y televisiva con la dramaturgia y la dirección teatral.
Por su parte, Pomares ha desarrollado una amplia experiencia en el campo del montaje y la postproducción audiovisual y realiza, desde la productora Artefacto, el programa "Si yo fuera otro ser... músico", una serie de documentales para televisión acerca de los músicos argentinos.