Jean Pierre García es el fundador del Festival Internacional de  Cine de Amiens y ha sido su director durante sus 31 ediciones, hasta el próximo año, cuando cederá su puesto a Fabien Gaffez, director artístico hasta ahora. En esta entrevista, García habla de su visión sobre los festivales de cine y de su misión social para contribuir al desarrollo de los niños, los jóvenes y los adultos mayores, una tendencia que siguen otros certámenes de cine.

El Festival de Amiens está dedicado a las cinematografías “del sur”, es decir, de los países en desarrollo de América Latina, África y Asia. Durante estos 31 años, García ha sido un entusiasta promotor del cine mexicano y es muy conocido y respetado entre la comunidad cinematográfica. Su labor ha sido consistente y notable, razón por la cual recibió la semana pasada, en el marco del festival en Amiens, la medalla de las artes y las letras de manos del Ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand.

García afirma que continuará su labor como promotor cultural, vinculado al cine mexicano. Él mismo participó con un texto del libro "Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011", que fue presentado en Amiens y que tuvo una estupenda acogida entre los asistentes.

- Llama la atención el trabajo que hacen con los niños y los jóvenes que ustedes promueven en las escuelas y organizan funciones especiales para ellos...
Esto es la clave de nuestro trabajo, tratar de formar un público, permitir el acceso al cine a gente que normalmente no va al cine, porque no tiene suficiente plata. Aquí hay una sala Gaumont que es popular y la entrada te sale por lo menos 10 euros. En el festival te sale en 2 ó 3 euros.

- Y es más llamativo por el tamaño de la ciudad...
Sí, es una ciudad con 135 mil personas, 150 mil con los pueblos de alrededor, y más de la mitad viene al festival. Hay un promedio de 150, 200 o 250 personas de asistentes, depende de las películas.

- ¿En este tiempo de “indignados” consideras que los festivales deberían de trabajar más con la gente que poniendo alfombras rojas?
Para mí es muy importante. Si quieres hacer alfombras rojas para conseguir patrocinadores está bien pero hay que hacer las dos cosas. Si eres un festival serio, tienes que hacer algo para que la gente tenga acceso. Para mí un festival no tiene sentido si no se hace un trabajo sistemático de conquista de un público popular.

- ¿Qué le aporta al público europeo el cine del sur, de Latinoamérica, África y Asia?
El festival funciona como explorador, el que va por la selva y corta la maleza para hacer brecha por el cine internacional que está dominado por Hollywood para descubrir nuevas cinematografías y directores emergentes de América Latina, Africa, el mundo Árabe, de varios lugares. Esto está vinculado al aspecto profesional que es el Fondo de apoyo para el desarrollo de guiones, desde hace 16 años. También se busca volver a la historia del cine, al patrimonio y redescubrir a los maestros del cine en retrospectivas específicas. Buscamos películas que le van a dar algo al gran público, de otros países, otras culturas. También queremos estar cerca de los jóvenes directores de los países del sur. Tenemos un programa que se llama Cine en movimiento, para que las películas se puedan acabar. Y promover actividades para que el público venga al festival. En el programa de Luces, cámara, acción hemos escogido películas como "Alamar" para los niños, "Cabeza de Vaca" para los jóvenes. Buscamos tener elementos en común para los diferentes públicos y edades. Tenemos un autobús que va a los barrios de la ciudad, en donde se les proyectan algunas películas, como una forma de sensibilización. Desde preesccolar y primaria. Los niños luego vienen a ver películas aquí. Y los niños hablan mucho con sus padres y madres sobre el festival, y los traen.

- ¿Cuál es el saldo del festival con respecto a la relación con el cine mexicano?
A pesar de que se canceló el Año de México en Francia, en general estoy feliz por el trabajo que hemos hecho alrededor de México y su cine desde hace años, (con Estudios Churubusco, o sobre temas como cine y revolución y ahora  los directores de fotografía mexicanos). Nos permite decir que hemos logrado un valioso intercambio sobre cine con Filmoteca de la UNAM, Cineteca Nacional, los críticos y desde luego el Imcine. Es un trabajo serio. Y este libro es una joya (Luces, cámara, acción: cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011). No diría que hay un cine mexicano, sino  que hay varios cines mexicanos, porque hay un cine popular, también hay uno de búsqueda artística, y otro más que viene de las escuelas.

- ¿Cuál es tu balance del festival ?
Como siempre, un festival que maneja tantas películas e invitados necesita una gran organización para que pueda ser valorado frente al público. Este año ha ido muy bien. Siempre es muy sorprendente ver cómo reacciona la gente. En lo que toca al cine mexicano no es que haya una muchedumbre enorme pero según las películas y horarios funciona. Es evidente ver que las películas de Guillermo (del Toro) como "El laberinto del fauno" y otra como "Brokeback Mountain" (de la retrospectiva de cinefotógrafos, donde Rodrigo Prieto hizo la fotografía), atrae mucha gente. Las más antiguas son un poco más complicadas pero también hay audiencia.

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