El astro argentino Ricardo Darín ha sido homenajeado, junto a su colega español y amigo Luis Tosar en la tercera edición del Festival Internacional de Cine de Panamá, que se cierra este miércoles con la proyección del film español "Una pistola en cada mano", en el que ambos coinciden. Durante un encuentro con la prensa, el actor porteño expresó su interés por un cine "sencillo, simple, bien contado, amable, que hace que se salga de la sala pensando en que la vida merece ser vivida", y se mostró dispuesto a volver a dirigir, "pero con una historia propia, más próxima a mí y en la que intervenga de alguna forma como autor".

"Me siento estimulado -tanto como espectador como a la hora de elegir un proyecto- por las películas que te calientan el corazón y abren la cabeza", dijo Darín. A pesar de que confesó sentirse feliz "por pertenecer al maravilloso oficio de contar historias", el protagonista de "El secreto de sus ojos" y "El hijo de la novia" reconoció su miedo a saturarse y saturar al público, mientras elogiaba a los organizadores por el cariño con el que le habían acogido "en este festival que es ante todo muy humano".

"El año pasado, después de empalmar cinco películas una tras otra quise hacer una pausa para dedicarme al teatro y descansar. Era una sensación térmica... Me hice a mí mismo un cuestionamiento, aunque en el fondo no se trató de una elección voluntaria, porque a veces las circunstancias hacen que las películas se solapen por motivos ajenos a tu voluntad. Cuando pasa el tiempo y día tras otro te encuentras en un set te empiezas a preguntar '¿Qué hago yo aquí?'. Necesitaba un descanso mental", contó Darín a NOTICINE.com, añadiendo que "cometió el error" de leer en internet un comentario sobre el estreno de "otra película con Darín", y pensó que su cansancio podría también extenderse al público.

Matizó el popular actor argentino-español que a pesar de que pudo parar para hacer teatro su intención de descansar del cine durante al menos un año no pudo materializarse, "por compromisos con amigos en dos o tres proyectos". En el horizonte, el protagonista de "Un cuento chino" tiene un film del israelí Amos Gitai sobre el atentado en Buenos Aires contra la AMIA: "Me empezó a hablar de él hace más de dos años, y estaba interesado en participar. Ahora parece que se ha revitalizado en estas últimas semanas, pero aún no está concretada la financiación ni hay fechas de producción".

Considera el intérprete que hay una nueva generación en su país natal de jóvenes guionistas, directores y productores con una visión diferente: "Durante años en el cine argentino se habló del pasado, de lo que habíamos callado y sufrido. Eran cosas que debían ser contadas, pero ahora pienso que se trata de hablar del hoy y de lo que podría ser, historias pequeñas y sencillas que nos puedan aglutinar. Ahí está la clave".

Darín expresó su deseo por volver a sentarse en la silla de director, si se lo proponen. "La primera y única vez lo hice (en "La señal", 2007) porque murió el director previsto, mi amigo Eduardo Mignogna. Fue necesario pero no fue un tránsito feliz, aunque quisiera repetir y seguir investigando en ese terreno, pero tendría que ser con una historia mía, lo que no ocurrió entonces, algo más próximo a mí, que yo escriba o al menos participe en ello".

Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.