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Languidece la competencia en San Sebastián con la argentina "Aire libre", "Félix et Meyra" y "Eden"

Sbaraglia, Berneri y Cid (ASG)


En este miércoles gris y anodino, cuando se acerca la recta final, el Festival de San Sebastián ha incluido en su apartado competitivo otro trío de películas -todas ellas mostradas antes en Toronto- que salvo la tercera, la francesa "Eden", pocas alegrías depararon en la audiencia. Ni la argentina "Aire libre", de Anahí Berneri, que suscitó menos interés a posteriori que expectación previa en su estreno comercial del pasado otoño (local), ni la canadiense "Félix et Meira", de Maxime Giroux, sedujeron al púbico.

Para comenzar, la cinta argentina "Aire libre", protagonizada por una muy atractiva pareja en términos visuales, el actor Leonardo Sbaraglia y Celeste Cid, ha acabado siendo la primera de esta edición en recibir abucheos, al finalizar su proyección para la prensa. La afama directora y productora argentina Anahí Berneri, vuelve a visitar el festival vasco, donde consiguió hacerse con el premio FIPRESCI, de el año 2007 por su cinta "Encarnación".

En la rueda de prensa posterior, en donde estuvo acompañada por los dos protagonistas, Berneri comentó que quería contar una  historia sobre la pasión, y como esta prevalece en una pareja que ya lleva algunos años junta. El argumento se centra en el matrimonio formado por Lucia y Manuel, que tienen un pequeño de unos cuatro años, y están pensando en reformar una villa que se han comprado a las afueras de la ciudad.

La pareja sufre muchas desavenencias en todos los planos, que aun mantienen la" pasión", o es lo que aparentemente quiere sugerir su directora en este trabajo. Lo cierto es que la cinta no tiene mucho mas aliciente, que el ver a estos dos atractivos y buenos actores, intentando sacar adelante un guion con poca base y carente de interés para el espectador. Este, lo que puede contemplar es la relación destructiva de este matrimonio de dos personas caprichosas e inmaduras, que tienen a su hijo todo el día de acá para allá, y que ya parecen una pareja divorciada, rifándose a la criatura por tiempos.

En la posterior rueda de prensa su directora fue preguntada por la violencia de genero, si era ésta una manera de justificarla. Anahí contestó que no, que las relaciones basadas en la pasión pueden surgir así tormentosas y agresivas, pero que ambos personajes eran abruptos , y la periodista le contesto que su respuesta le parecía aún más machista.

Sí hay escenas donde se puede apreciar esa agresividad y el absurdo de la relación que mantienen, pues es casi de huida y de total indiferencia, exceptuando los momentos en los que están juntos, donde hacen gala de sus malos modos, en prácticamente todas sus escenas.

Tampoco se sostiene ese argumento de intentar conservar la temperatura en las relaciones, cuando ambos dos tienen aventuras cada uno por su lado.

Siendo muy optimistas, se podría intentar sacar una especie de moraleja de la historia, y esta sería que finalmente, su hijo, el chico de tan corta edad, les da una lección de madurez y de responsabilidad a los dos.

Pero lo malo no ha quedado en esta película carente de interés. La segunda del día a pesar de sus referencias tampoco ha convencido, pese a la expectación tras obtener en el pasado festival de Toronto el premio a la mejor cinta canadiense. "Félix et Meyra" es una historia dirigida por Maxime Giroux, que también firma el guión en el que ha colaborado Alexandre Laferriére. Narra la historia de Meira, una joven judío ortodoxa casada y que es madre de una pequeña. Casualmente conocerá a Félix, un solitario hombre sin oficio conocido, y que acaba de perder a su padre, con el que no se trataba desde hacía mas de veinte años.

A Meira le cuesta mucho terminar de acostumbrarse a la rigidez de su hogar, en el que ni siquiera puede escuchar música, ya que su marido es un rabino judío ortodoxo, un hombre serio y distante que no transige con las inquietudes de su joven esposa. Cuando ésta conoce a Félix se abre ante ella un universo apetecible y desconocido. El amor surge entre ellos y no se resistirán a vivir su historia romántica, aunque esto suponga una labor casi imposible de llevar a cabo por la chica, a la que incluso le ponen tierra de por medio para que olvide el asunto.

La cinta se hace lenta, muy lenta, y el final te deja algo distante y frío, por su carencia de ritmo y convicción, en cualquier caso.

Y la tercera en discordia del día ha sido la mejor, la cinta francesa "Eden", de la que es guionista y directora Mia Hansen-Love, que nos traslada al París de la década de los noventa y al ambiente discotequero de la época. En ella se nos narra la historia de un grupo de chicos encabezados por Paul, que creará un grupo de DJs llamado los Cheers, sus historias de amor,  sus coqueteo con las drogas, su desencanto y su éxito. Todo ello envuelto en una super atractiva banda sonora con éxitos de los 90, que casi hará que es espectador se contonee en la butaca.

Quizás le sobre metraje a este trabajo de la directora francesa, que ha sido aplaudido en su finalización, y ha contado con disparidad de opiniones.

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