La actriz argentino-española Natalia Verbeke, se muestra encantada en Asturias, donde ha trabajado varios años. Su sonrisa permanente delata lo cómoda que se siente en esta tierra, y sus palabras reflejan que está viviendo una experiencia única como Jurado del Festival Internacional de Cine de Gijón. En conversación con NOTICINE.com, la protagonista de cintas tan inolvidables como "El hijo de la novia", "El otro lado de la cama" o "Las chicas de la 6ª planta" habla del pasado, del presente y del futuro.

- ¿Cómo está yendo todo dentro del jurado?
Es un lujo poder ser jurado de un festival como el de Gijón donde puedes llegar a ver películas que puede que sea muy difícil que se estrenen y eso es algo maravilloso. Es un festival transgresor, un festival atrevido, eso me gusta. En mi caso es la posibilidad de volver a Asturias después de un largo tiempo. No había regresado desde que hice la serie "Doctor Mateo". Es maravilloso disfrutar de esta ciudad, de este cine, de  haber conocido a un jurado del que no conocía a ninguno de sus miembros, y que han resultado ser gente interesante y estupenda, y de disfrutar de esta comida tan maravillosa que hay en Asturias. La elección que tenemos que hacer va a ser muy complicada, porque hay trabajos muy buenos en todas las categorías. Me siento agradecida a la diversidad de títulos que hay, ya que probablemente hay películas que no hubiese podido llegar a descubrir si no es por el festival de Gijón.

- Pasó algún tiempo en por estas tierras grabando esa teleserie ¿Asturias es una tierra que engancha?
Si, engancha mucho. Para mí fue una suerte "Doctor Mateo" porque pude descubrir la tierra de mis bisabuelos. Mi abuela era asturiana, y mi bisabuelo italiano, y ha sido una satisfacción muy grande. Es una tierra que engancha  por su gente, por esa naturaleza tan maravillosa, por ese verde. Además es mi clima ideal, me encanta la lluvia y además se come muy bien. Rodar aquí te llena de energía, y ademásporque hay muchas facilidades . La gente se vuelca con los rodajes, puesto que es una manera también de enseñar su tierra, y eso es muy bonito.

- Se crió en Argentina y a los 11 años se mudó a España. ¿Tiene el corazón partido entre los dos países?
Sí, y creo que lo tendré siempre. A pesar que la mayor parte de mi vida la he vivido aquí, tengo que reconocer que mi corazón está dividido. El otro día me preguntaba Hebe Tabachnik, que es miembro del jurado ¿En un partido de Argentina contra España con quién irías?" Yo soy incapaz de decidir, me quedo con Argentina y me quedo con España, no puedo decidir por uno de los dos porque me siento de ambos sitios. De Buenos Aires echo de menos la lluvia, aunque aquí en Gijón no falta. Y echo de menos el olor del metro. Yo soy muy sensorial, trabajo mucho a través del olfato y mis recuerdos son olfativos. Los olores los tengo muy presentes en mi vida y el olor del metro y de la lluvia son olores que me recuerdan a la infancia, al colegio, a aquella etapa que viví allí.

- Mateo Gil le dio uno de sus primeros papeles en "Nadie conoce a nadie" ¿Cómo fueron esos inicios?
Lo de Mateo fue muy bonito por que él iba mucho por la escuela de Arte Dramático y recuerdo un día que yo había hecho una muestra de "La larga cena de Navidad", de Thornton Wilder, y de repente apareció este chico en la hora de la comida... Apareció un chico de rizos, con los ojos azules que había visto la interpretación y me dijo: "El día que yo haga mi primera película vas a estar tu". Y lo cumplió, pese a que tuvo que luchar por mí, porque querían para esa película a Virginie Ledoyen, que en aquel momento había hecho "La Playa". Pero Mateo es un hombre de palabra. Ahora juega a mi favor la madurez, probablemente en este momento no haría algunos papeles que he hecho a los largo de mi carrera, con la edad hay cosas que son más acordes a aquella época y ahora mismo  yo no me veo haciendo determinados papeles que para la edad que tengo no me interesan, no me aportarían nada.

- Una de sus películas mas célebres fue "El hijo de la novia", hecha en Argentina por Juan José Campanella y nominada al Oscar ¿Cómo recuerda trabajar con este director?
Fue maravilloso, Campanella es un hombre que sabe muchísimo de cine y que sabe muchísimo de los actores, ya que ha estudiado interpretación. Él, con una mirada, ya te dirige, Tiene ese don, entonces no le hacen falta grandes charlas y convencimientos, él sabe cómo trabajar con un actor. Cuando llegué allí me acuerdo que estaba muy asustada porque era mi primera película en mi país, y no quería cagarla. Entonces yo le dije: "vamos a ensayar",  y me contestó: "¿Para qué? Lo más importante en una película es que el casting sea el adecuado". Fue algo que curiosamente dijo el otro día en la clase magistral aquí Terry Gilliam, que cuando el casting es perfecto no hacen falta ensayos, porque cada uno va a saber hacer su personaje, y tenía razón.

- "El otro lado de la cama" adaptó el musical a la comedia española y triunfó ¿Fue un rodaje divertido?
Ahí nos lo pasamos todos tan bien, que yo creo que ese fue el secreto del éxito de la película, la gran relación que teníamos entre todos los actores, el buen rollo, divertirnos, el disfrutarlo. Nunca pensamos que sería una peli de éxito, no teníamos esa cosa de "Oh, esto va a funcionar". Nos divertimos tanto porque pensamos qué cómo iba a funcionar un musical. Así que por lo menos decidimos pasárnoslo bien. Y yo creo que ese fue el éxito de la película.

- En la película "A golpes" nos sorprendió con un cambio de registro interpretando a María ¿Fue duro meterse en la piel de ese personaje?
Para mí fue el personaje más duro a nivel emocional. A mi María me costó quitármela de encima, no sólo en lo corporal sino también en lo emocional. Era un personaje muy duro, que hizo que yo tuviera que cambiar incluso físicamente en un tiempo muy corto, hormonalmente te disparas, fue muy brutal la experiencia.

- Desde 2003 compaginas su carrera de cine con la de la televisión ¿En cuál de los dos medios se siente más cómoda?
Me siento más cómoda en cine. Desde pequeña es lo que más me ha gustado, lo que pasa es que también la tele me ha enseñado muchísimo. Es otra manera de trabajar completamente distinta al cine y te aporta muchísimas cosas , aparte de una mayor seguridad económica. Siempre que vaya bien, claro, si no va bien te da igual. Es muy dura la televisión, muy difícil, al contrario de lo que toda la gente cree. Tienes la gran suerte de poder desarrollar tu personaje durante más tiempo, por lo tanto llegas a conocerle más que a lo mejor en una película. Puedes llevarlo por algún lado si te lo permite el director y el guionista. Es una pena que se cancelen series como "Bienvenidos a Lolita", porque era un trabajo maravilloso. El reparto era como el de "El otro lado de la cama", nos lo pasamos tan bien, nos queremos tanto, yo creo que es una serie que tenía muchísima calidad, y es una pena realmente. Yo desde hace muchísimos años encuentro mejores papeles en televisión que en el cine, que es algo que pasa también en EEUU. A veces siento que determinadas series de televisión pretenden gustar a todos los públicos y eso no puede ser, porque la misma gente que aquí disfruta con "True Detective" u  otras  aquí dirían "No ,esto no va a funcionar, hay que hacer cosas para todos los públicos". Pero vamos a ver, ese mismo público que es el que está enganchado a series americanas, por qué no va a entender que eso se haga aquí también. A veces deberíamos de ser tan políticamente correctos y arriesgar un poco más.

- Su  última película el cine fue "Las chicas de la 6ª planta", rodada en Francés, un idioma que no es el suyo ¿Es complicado actuar en otro idioma?
Me encanta rodar en otros idiomas, porque me da una libertad que no me la permite mi propio lenguaje. Cuando uno actúa en su propia lengua, hay una cierta comodidad pero a la vez hay una crítica. Hay frases que te suenan falsas, que no te las crees ni tú, pero allí no, allí es todo mucho más visceral porque no estas juzgando cómo dices el texto, cómo suena, o si ha resultado creíble, simplemente lo haces, y te sale. A mí el hablar en otro idioma es algo que me ayuda.

-A la vista está que por usted no pasan los años, ¿Ha hecho un pacto con el diablo?
Es genético, mi padre no tiene ni una arruga. La verdad es que no hago nada para cuidarme más allá de ir al gimnasio, cada día. Pero no por una cosa física, sino porque yo desde pequeña bailaba, lo estuve haciendo durante 15 años seis horas diarias, por lo tanto necesito la actividad física. Me lo pide la cabeza y me lo pide el cuerpo. Pero vamos, soy de las que se le olvida desmaquillarse por la noche, no bebo los dos litros de agua que hay que beber al día, soy más de Coca Cola. Realmente creo que tiene que ver bastante con la genética, así que se le agradezco a mi padre y a mi madre.

- Para cuándo su vuelta al cine ¿Qué proyectos está barajando?
Este año se me han caído dos proyectos por problemas de financiación, que espero que más adelante salgan, y ya no me atrevo a decir nada, porque veo que lo que va saliendo luego se postpone o se paraliza. Afortunadamente tengo proyectos, de eso no puedo quejarme, pero no se cuales saldrán adelante.

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