Jayro Bustamante, el director de la primera película guatemalteca que competirá en la historia del Festival Internacional de Cine de Berlín, ha puesto en marcha una iniciativa, para que los actores de su largometraje "Ixcanul" puedan asistir al estreno mundial del mismo en la Berlinale. Necesita recaudar entre 3500 y 5000 dólares para que cuatro intérpretes del elenco principal, puedan desplazarse a la capital alemana el próximo febrero. La petición ha sido realizada a diversas entidades culturales, públicas y privadas, y su presencia en Berlín depende de lo que consigan reunir.

Además de esto, el novel realizador guatemalteco ha puesto a disposición su correo electrónico para que cualquiera pueda colaborar con algún donativo para costear los viajes. Su participación en el festival alemán se consiguió tras destacar en el apartado industrial Cine en Construcción del Festival de San Sebastián, donde los "ojeadores" del certamen alemán vieron la cinta centroamericana y -algo insólito para una opera prima de la región- decidieron seleccionarla para su apartado rey, la competencia por el Oso de Oro. Allí donde competirá a partir del 5 de febrero con films de consagrados maestros, como los reconocidos Terrence Malick o Peter Greenaway, de los que por ahora sabemos.

Para Jayro Bustamante, es un privilegio pugnar con estos cineastas: "Es muy importante para mí personalmente. Aunque no fuera el primer guatemalteco es un honor estar en competencia con tantos maestros del cine", dijo en declaraciones citadas por Associated Press. "Ixcanul", opera prima de este director narra la historia  una joven maya cakchiquel, llamada María, de 17 años, quien vive con sus padres en una finca cafetalera, sobre las faldas de un volcán activo en Guatemala. Le espera un matrimonio concertado, que no quiere aceptar pero del que no puede huir. María intentará cambiar su destino a pesar de su condición de mujer indígena. Pero una complicación con su embarazo la obligará a salir en búsqueda de un hospital: el mundo moderno con el que tanto soñó le salvará la vida, pero a un precio demasiado alto.

Esta historia pone de manifiesto la falta de derechos en el país según comentaba el director: "Si María me permitió contar su vida es porque cree que es la vida de muchas mujeres en Guatemala. La situación de la integridad de géneros en nuestro país es desastrosa. Somos un país lleno de ilegalidades. María sufre tres de ellas: es indígena, mujer, soltera y menor".

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