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"Venecia" y "O Outro Lado do Paraíso", en el Festival de Lima 2015

''Venecia''
En la película cubana "Venecia", tres mujeres, Mónica, Violeta y Mayelin trabajan en una peluquería. Ellas, después de una jornada laboral, se embarcan en una travesía impredecible. Una aventura cotidiana que da inicio con el día de pago en la peluquería, para transitar después por un restaurante, una tienda de ropa, un bar y finalmente una discoteca. Escenarios donde discurre el tiempo casi sin darnos cuenta, pero al final guardamos la certeza que ha acontecido mucho más que lo que vemos en pantalla.

Precisamente esa es la intención primaria del realizador cubano Kiki Álvarez con "Venecia", la de exponer en "tiempo real" una búsqueda personal o autoexploración fugaz e involuntaria, y el fortalecimiento de la amistad de un grupo de mujeres. Y de paso, queda confirmado, la vocación del cineasta como retratista del universo femenino. Algo que ya se empezaba a vislumbrar en su anterior trabajo: "Jirafas"; no obstante aquí la ambición es mayor: se (per)sigue a este grupo de mujeres a través de una noche agitada, en una roadmovie urbana que no tiene un fin, un objetivo definido. Más bien nos desconcierta la efervescencia de una realidad alterada, de una Cuba que no reconocemos y que sin embargo nos resulta mucho más auténtica que otras postales fílmicas que recibimos de la isla.

Álvarez formula su nueva película a partir de una puesta en escena vibrante y naturalista, una cámara intimista y claustrofóbica,  un guión en permanente construcción y la improvisación como instrumento para delinear una historia de mujeres donde lo que realmente importa son los personajes y no los sucesos. Mujeres, que se cuestionan, que exponen su intimidad y frustraciones para poder vivir su presente en una Cuba que también está en un proceso de cambio, y en el cual pareciera no haber espacio para la expectativa y la capacidad de soñar como la más genuina expresión de la libertad individual.

De allí el título de película, "Venecia", como metáfora de las aspiraciones utópicas de estas mujeres -que durante los 74 minutos de proyección- nos han permitido vislumbrar el comienzo de la gran amistad que, posiblemente, las unirá para toda la vida.  

"Al otro lado del Paraíso / O Outro Lado do Paraíso"

Brasil, durante los convulsionados años sesenta, es el escenario para una película que se autoimpone un fuerte componente nostálgico desde el primer minuto. La película nos presenta a Nando, un jovencito de 12 años, que junto a su familia vive en la región de Mina Gerais, y que, repentinamente, tiene que trasladarse a la ciudad de Brasilia, la nueva capital de la república. El propósito de esta mudanza  es lograr el sueño del padre de encontrar el paraíso, ese lugar donde podrán establecerse y prosperar como familia. No obstante, como indica el título, este viaje tendrá otro destino, dados los tiempos difíciles: pugnas de los partidos políticos, promesas presidenciales incumplidas, insatisfacción social y revueltas sindicales. La inestabilidad de todo un país, pasa a un segundo plano cuando el padre ve truncado todos sus sueños y siente haber decepcionado a toda su familia.

La perspectiva infantil orienta la película hacia los terrenos del melodrama, donde la añoranza de un idílico primer amor y la figura del padre heroico tienen mayor protagonismo, que cualquier asunto nacional. El director André Ristum acierta en impregnar al relato de un idealismo, de un optimismo a pesar de convivir en una época ciertamente hostil. Ahora, en algunas secuencias, posiblemente, las buenas intenciones se desbordan y edulcoran, pero el tono de fábula cálida se mantiene con firmeza, y eso ya es un logro.

El pequeño protagonista comprende el mundo a través de los actos de su padre. En ese sentido no es el retrato del Brasil de los años sesenta, sino el recuerdo de Nando -alter ego de Luiz Fernando Emediato, productor y autor de la novela homónima en la que está inspirada- bajo el influjo de la saudade. Si bien "El otro lado del Paraíso" no es la gran película que pudo ser, sí es una superproducción que se aprecia con sincero disfrute y tiene el potencial suficiente para estrenarse en cualquiera de nuestros países. Obviamente, si existieran las condiciones para ello.

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