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Hablamos con Alan Jonsson sobre el estreno en Huelva de la coproducción mexicano-española "La carga"

Alan Jonsson Gavica
Con sinceridad, el cineasta mexicano Alan Jonsson Gavica confiesa que tal vez se lo hubiera pensado dos veces antes de dirigir "La carga", que requirió una filmación en el norte, el sur y el centro de México, en situaciones extremas, con un elenco mexicano y español (encabezado por la estrella ibérica María Valverde), al servicio de una historia de época... Tal vez se hubiera echado atrás. Pero ya está hecha y tanto él como tu equipo acaban de estrenarla en el Festival de Huelva. El también autor de "Morenita, el escandalo" (2008), compartió con NOTICINE.com este lanzamiento llego de esperanzas.

- Resúmanos "La carga"...
Para mi la película es una historia de acción, intensa, básicamente una gran persecución... Así es como empezó la historia. Una persecución en el siglo XVI en la que varios mercenarios intentan que una española que viaja acompañada y guiada por un indígena no  llegue a la costa mexicana para embarcarse rumbo a España. En el medio hay también una historia muy bonita que habla de dos mundos totalmente diferentes que se van uniendo hasta acabar con una amistad.

- ¿Cuál fue el punto de partida de la historia?
Siempre estoy tratando de pensar cómo hacer cosas diferentes. La anécdota creo que me llegó como hace 17 años. Quería contar las vivencias de los indios Tameme, portadores de pescado y mercancías en el México colonial. Empezó como una historia pequeña que fue creciendo, sobre todo cuando me junté con Arturo Ruiz Serrano, y le comenté que ya la veía como un western, y le encantó el planteamiento y la desarrolló de una forma muy bonita. Tiene una base histórica, porque habla de un héroe que México casi no conoce, Francisco Tenamaxtle, y juntamos a este personaje con nuestra idea, que es totalmente ficticia.

- Imagino que muchos lo consideraron loco al embarcarse en un proyecto épico, histórico, de tan complicada producción y alto presupuesto.
Escuché todo eso y más. Había también gente que se dejaba ir con mi visión, porque cuando tu les cuentas la película y lo grandioso que podía ser, no se imaginan lo que puede dar, pero se dejan ir... Me dijeron de todo. Algunos no confiaban en que iba a acabar siendo una película que iba a hacer justicia a los que yo les contaba, tratar de achicar esos grandes presupuestos para que se convirtiera en algo más personal, sin dejar de ser una gran road movie, transportando caballos cientos de kilómetros de un estado a otro. Son cosas que uno las piensa pero no tomas conciencia de lo que significan hasta que estás ahi caminando por horas, con un caballo que carga equipo, por caminos donde no se puede andar en carro o motos... sólo andando y a caballo. Fue una gran aventura, y yo mismo no me la imaginaba realmente tal y como fue. Ahora en retrospectiva, si tu me dijeras vas a hacer "La carga" me daría flojera, preferiría estar en mi sofá, en mi sala viendo películas. Pero ahora que ya está hecha, cuando es realidad y pasamos por todos esos problemas que han dado lugar a satisfacciones...  Me doy cuenta que fue un enorme reto.

- ¿Qué es lo que a la postre resultó más duro?
Lo más dura fue una vez que nos perdimos en un bosque donde había escogido una locación preciosa... que aquí entre nos nunca encontramos. Yo iba con un caballo jalándolo porque el guía no estaba en ese momento, y el caballo comía ramas, hojas, y me llenó de babas verdes la chaqueta, y yo empeñado en encontrar en ese lugar. Al final usamos algo parecido, pero nunca supimos donde estaba lo que habíamos visto buscando las locaciones. Otra vez estuvimos a punto de perdernos en la selva porque la noche se vino en menos de 15 minutos y temíamos que aparecieran animales, hasta que nos rescataron los guías y pudimos llegar al campo base, con mucho miedo. Al otro día tomamos un vuelo y llegamos a un desierto impresionante donde no había ni un árbol... todo eso en 20 horas.

- En conclusión, que su tercera película será mejor intimista...
Creo que va a ser intimista en un pequeño departamento... (ríe).

- ¿Cómo resultó la experiencia de tener un elenco con una muy importante presencia de actores españoles?
Te voy a ser bien honesto. En este tipo de entrevista siempre se dice lo mejor de las personas y se adula, pero la verdad es que no tengo nada malo que decir de ellos, sino todo lo contrario. Me contaron falacias de María Valverde, pero fue un deleite trabajar con ella, y con todos los actores españoles que viajaron a México a filmar. El cine para mí, que no estudié cine, es como un arte que se mueve por sensibilidades. Si logramos conectar con esas sensibilidades cualquier persona lo puede hacer. Es la misma anécdota de "Ratatouille", todos podemos ser grandes chefs o grandes directores... Yo era fotógrafo de luchadores y aquí estoy haciendo películas. Es un puro orgullo.

- Y ahora con su película recién terminada llega el momento de distribuirla y estrenarla. ¿Teme una nueva epopeya para conseguir salas y apoyo promocional?
Es una gran incertidumbre. En Latinoamerica se está viviendo algo muy raro y especial. La gente se ha tornado a la comedia, ya sea burda o fina. Parece que la gente quiere estar felices, y cuando les hablas de una película que tiene algo de crudeza, pero también aventura y romance, con un contexto histórico... no se que va a pasar. Habría que hacer más que buen marketing. Estamos con una película de acción, mucha acción, que te va a tener en el filo de la butaca y no estoy bromeando. No lo quise hacer así, sino que la propia historia pedía emoción y acción, organicamente se dio así. Quisimos ser honestos y no inyectar nada a propósito. Tenemos que apoyar al cine mexicano para que prevalezca y no nos quedemos con cuatro o cinco salas. Esta película tiene tintes épicos, es una invitación a crear conciencia y necesita un dinero para que la película haga funcionar el boca a oído.

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