El cineasta español Diego Quemada-Díez acaba de sumar un nuevo galardón a los cerca de 40 que lleva acumulados desde que hace menos de un año estrenó el drama sobre le emigración a través de México "La jaula de oro" en Cannes. El último fue la semana pasada en el Habana Film Festival de Nueva York. El camarógrafo, director y guionista burgalés afincado en México, que ha acompañado a su opera prima por el mundo, está ahora pendiente de los lanzamientos comerciales en Centroamérica y México, pero lo que le pide el cuerpo es encontrar tiempo para sentarse a escribir una nueva historia que le permita volver al set. Así lo compartió con NOTICINE.com en entrevista exclusiva.

- ¿Está deseando pasar página con la película o por usted seguiría representándo a "La jaula de oro" por el mundo un par de años más?
Lo que quiero es estar haciendo ya otra película, estar escribiendo, estar investigando, estar hablando con la gente. Reenamorarme de otro tema, que ya estoy en ello, pero ahora claro el problema más grave es el manejo del tiempo. Cómo manejas tu tiempo y tu energía. Uno tiene que ser muy eficiente con eso y permitir también estos periodos donde descubres otra vez lo que te atrae. Que uno no hace películas para los premios, ni para todo el show de los festivales. Hace películas porque tiene un sentimiento muy profundo y quiere comunicar. Entonces, lo más importante es reencontrar eso otra vez. Ha pasado un año desde el Festival de Cannes. Entonces, sí he estado trabajando en la idea, pero no lo suficiente, Así que, eventualmente necesito tomarme un mes o dos.

- ¿Y cuándo cree que podrá empezar ese nuevo período?
Me temo que primero tengo que preparar el estreno en Centroamérica y México. Es muy importante la promoción en México, luego tengo el estreno en Inglaterra… Entonces siempre surge algo, así que voy a tener que escribir en los aeropuertos o en las habitaciones de hotel.

- Hay quien dice que muchas veces para un nuevo cineasta hacer la segunda película es bastante más complicado que la primera, porque la primera es normalmente una “obsesión” que has llevado durante años, ese deseo de contar esa historia determinada que te acompañó durante mucho tiempo. Y sin embargo, de repente haces una película, como en su caso, que funciona bien, que tiene éxito y tiene premios. Y en la segunda, te ves un poco como en la nada, tienes que volver a hacer que nazca ese sentimiento.
Eso de que se te acaba el tintero no creo que pase… O sea, sí le ha pasado a algunos creadores, pero creo que si uno trata de ser un canal de historias que necesitan ser contadas o de sentimientos que uno va teniendo, pues yo espero que esa fuente sea inagotable. Aunque sea un poco surrealista lo que voy a decir: una planta siempre está creciendo, entonces estar intentando siempre estar creciendo, que cada obra que uno hace sea un movimiento hacia adelante.

- ¿Insistirá en el mismo tema?
Si yo tengo que encontrar nuevos retos, no voy a contar una historia de migración porque ya expresé lo que necesitaba expresar sobre el tema. No voy a contar la historia de un viaje, va a ser otra temática, otra película, otros protagonistas. No voy a repetir fórmulas. Entonces sí, es asomarme por la ventan otra vez, volver a tomar riesgos, volver a pasar por ese vacío de miedos (¿va a salir esto o no me va a salir?). Pero es que esa valentía para decir: 'Lo voy a arriesgar todo por contar esto que yo siento que es importante y le voy a poner todo mi corazón'. Entonces, yo creo que eso es lo único que tengo que seguir. Lo que tengo que ver es cómo negocio todas las presiones industriales, todas las presiones de trabajar con ciertos actores que hagan sentir… Porque uno también tiene el deseo de llegar a un público más grande.

- Usted ya tiene, después de tantos premios y candidaturas y de pasar por los festivales, ese aura "autoral". ¿Se siente cómodo con ello, o está abierto a hacer otro tipo de películas más comerciales?
El cine es un acto de comunicación, yo no quiero que la película sea solamente para una élite que ve la película veinte años después y saquen un DVD de culto. No, no, no porque esa no es la idea. La idea es que la película se vea y la vean millones de personas. Pues ¿cómo negocias eso? El decir: “bueno, si quieres llegar a millones de personas tienes que trabajar con el mundo de las estrellas de cine”. Pero, por otro lado, eso puede funcionar de repente con ciertos actores según cómo lo trabajes, pero yo el problema que tengo es que veo una película con una gran estrella y no dejo de pensar que estoy viendo una película. Y es difícil encontrar un nivel de actores como Peter Sellers o Alec Guinness… Los hay, pero hay que ver cómo se maneja todo eso. Pero sí, yo creo que el tema es estar siempre creciendo y buscar nuevos retos. Yo tengo que reinventarme en cada película. No puedo, por seguridad, hacer algo que ya hice antes. pero bueno, sí hay la presión de que este cineasta que en su primera película ganó cuarenta y tantos y premios y estrenó en Cannes. Y sí, siempre va a haber gente que va a comparar mis próximas obras con “La jaula de oro”, eso es inevitable. Eso se entiende, e incluso, yo lo hago cuando hay algunas películas que a mí me fascinan de algunos directores y hacen otras, pues sí diré: pues a mí me gustó más aquella. Pero bueno, yo espero que proponga algo nuevo cada película y que cada una tiene algo que aporta.

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