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Reconciliación EEUU-Cuba, una oportunidad para la cooperación cinematográfica

Del Toro, entre Cruz y Hutcherson, en el rodaje de '7 días en La Habana'
Del Toro, entre Cruz y Hutcherson, en el rodaje de '7 días en La Habana'
La reanudación de las relaciones diplomáticas y económicas entre el gobierno cubano y la Casa Blanca podrían facilitar los intercambios cinematográficos entre la isla y su vecino del norte, asegura la agencia norteamericana Associated Press. A poco más de un mes del anuncio del presidente Barack Obama de poner fin al bloqueo cubano, las mejores predicciones auguran un crecimiento de producciones americanas en suelo habanero, principalmente documentales, porque en lo que a ficción se refiere, Hollywood tendría que considerar también las facilidades que proponen Puerto Rico y República Dominicana a la hora de atraer rodajes a sus paradísiacos paisajes caribeños.

Utilizar Cuba como set de rodaje resulta un hecho muy atractivo. Sus localizaciones, que parecen intactas desde los años cincuenta, así como los escasos costos en sueldos y material la convierten en un lugar idóneo, pero sustituible, a la hora de rodar largometrajes no documentales. Las diversas dificultades que aún alberga el caribeño país, cuando de producir ficciones se trata, le adhieren un carácter reemplazable que le hace partir con desventaja ante sus vecinas Puerto Rico y República Dominicana. Sin embargo, nadie puede discutir que la experiencia y capacidad profesional cubana no tiene parangón en la región, con su gran cantidad de personas formadas en sus escuelas y experimentadas en producciones oficiales del ICAIC.

Puerto Rico, al ser un “Estado Libre Asociado” de EEUU, tiene las mismas leyes comerciales, banca y moneda y no hay aranceles ni barreras al comercio para los estudios de Hollywood, además de que muchos de sus profesionales están acostumbrados al idioma inglés, sin tener en cuenta las medidas fiscales con las que cuenta. También ofrece una amplia gama de lugares, desde el histórico Viejo San Juan a las playas, cuevas y montañas. Además, el país respalda ante el riesgo de huracanes con un seguro, que indemniza a las empresas de producción en caso de que deban asumir gastos directos como resultado de las inclemencias meteorológicas extremas.

Por otro lado, República Dominicana, se ha convertido con frecuencia en sede sustituta de cintas cuyas historias transcurren en Cuba al no poder filmarse allí por el embargo económico de Estados Unidos. El país brinda un crédito del 25% de impuestos transferibles de todos los gastos para películas, producciones televisivas y musicales, a partir de un gasto mínimo de medio millón de dólares, y sin límite. Además, se ha eliminado el 16% de impuesto del valor añadido para los gastos relacionados con la producción y existe una exención de pago de aranceles aduaneros relacionados con los bienes y equipos necesarios para rodar. Por si esto fuera poco, ya funcionan unos nuevos estudios avalados por el británico de Pinewood.

Sin embargo, pese a todo el terreno perdido por parte de Cuba en materia de rodajes, las regulaciones previstas por Obama facilitarán la llegada de cineastas americanos, con proyectos documentales como el del actor Matt Dillon, sobre la música afrocubana; "Cuban Chrome", de The Discovery Channel, que seguirá a mecánicos cubanos que tratan de mantener sus autos clásicos estadounidenses en funcionamiento, y el de Fermín Rojas, sobre la vida de un grupo de jazz integrado por gays que se fundó en La Habana, según facilita AP.

La relación entre Hollywood y La Habana, que se remonta al rodaje de unas escenas de "Movietone Follies" en los años veinte, no ha significado un estancamiento absoluto entre ambas cinematografías. Destacable es el documental dirigido por el controvertido cineasta americano Oliver Stone "Fidel Castro en invierno". Una rara avis que muestra el encuentro, en primera persona, del director con el expolítico y antiguo mandatario cubano.

Con menos complicaciones en su proceso de creación se alzan cintas como "7 días en La Habana", de producción también europea, española y francesa concretamente, compuesta por siete cortos individuales de diversos realizadores como Benicio del Toro, Julio Medem, Gaspar Noé, Pablo Trapero o Laurent Cantet. Este último es quizás uno de los pocos cineastas que, con producción extranjera, se vio perjudicado por el sistema político cubano. "Regreso a Itaca / Retour à Ithaque", cuyo tema se centra en la reunión de cinco amigos tras dieciséis años de exilio de uno de ellos, escrita y dirigida por Cantet, fue retirada de la programación del Festival de cine de La Habana en los días en los que se producía el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

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