Sergio Candel y el estreno español más barato del año: 12.000 euros
Tras un exitoso paso por varios festivales en Estados Unidos, América del Sur, Australia, Europa y España, Sergio Candel estrena en Madrid el próximo fin de semana su segunda película, "Dos miradas", que bien podría calificarse como el largometraje más barato del cine español, al menos entre los estrenados este año. El rodaje en sí costó 10.000 euros, y la postproducción dos mil más. En total dos millones de las antiguas pesetas. Si esto no fuera suficientemente increíble, añadamos que no se filmó en España, sino en el desierto chileno de Atacama.
Sí, un año y pico antes que 007, Candel llevó hasta este lugar del norte de Chile a un cámara, un sonidista y dos actrices (Pilar Alonso y Martha Larralde). Alquilaron una casa y un coche para desplazarse hasta allá desde Santiago, y en dos semanas tenían terminado el rodaje. Otro detalle: No había guión, sólo la idea de hacer una "road-movie" inspirada por el paisaje de Atacama, que por circunstancias imprevistas acabó convertida en drama con apenas un par de localizaciones: una casa y sus alrededores.
"Para mí -explica el realizador, que presentó a los medios su película este lunes- es una historia de silencio, amor y odio... Es una película sencilla, minimalista, con muy pocos elementos y dos únicos personajes. En este caso son dos mujeres pero podían haber sido dos hombres o un hombre y una mujer. Quizás me parecía que al ser dos personas del mismo sexo el resultado sería más radical, pero no había una voluntad clara de hacer un cine digamos “gay”, sólo de contar una historia válida para cualquier orientación sexual. En este caso son dos personas, dos mujeres, que nunca habían expresado deseos homosexuales. Simplemente son amigas desde hace mucho tiempo y esa pulsión que surge inesperadamente es lo que mantiene a la vez el rechazo y la atracción".
Así explica Candel cómo se puede hacer una película tan barata: "El rodaje en sí fueron 10.000 euros, lo que costó el viaje de Madrid a Santiago de Chile de las dos actrices, el sonidista, el cámara y yo, además del alquiler del equipo, un coche y de la casa donde rodamos, así como la manutención de todos durante dos semanas, que fue el tiempo que estuvimos allí. Luego, la postproducción se llevó los 2.000 euros restantes".
El cineasta valenciano, que después de dos miradas ha hecho otras dos películas aún más económicas, las cuales está terminando para el año próximo presentarlas a festivales, explica que en sus cintas nadie cobra. "Menos mal que hay gente que hace las cosas porque le apetece, por hacer algo nuevo, por experimentar y crecer personal y profesionalmente. Haciendo cine es como se aprende. Que este trabajo no esté remunerado no significa que no sea interesante. La gente aún quiere hacer cosas… Y pienso que yo les contagio con mi entusiasmo. Para los actores esta forma de trabajar se sale de lo que están acostumbrados, porque pocas veces pueden cambiar un guión, ni siquiera una frase. Aquí son creadores".
Por el momento, "Dos miradas" se proyectará en el madrileño Pequeño Cine Estudio a partir del viernes 21. Este mismo fin de semana, además, participará en la Muestra de Cine Europeo de Segovia. Antes ganó premios y menciones en Nueva York, Isla Margarita (Venezuela), Valencia, Albacete, Tenerife y La Palma.
Sí, un año y pico antes que 007, Candel llevó hasta este lugar del norte de Chile a un cámara, un sonidista y dos actrices (Pilar Alonso y Martha Larralde). Alquilaron una casa y un coche para desplazarse hasta allá desde Santiago, y en dos semanas tenían terminado el rodaje. Otro detalle: No había guión, sólo la idea de hacer una "road-movie" inspirada por el paisaje de Atacama, que por circunstancias imprevistas acabó convertida en drama con apenas un par de localizaciones: una casa y sus alrededores.
"Para mí -explica el realizador, que presentó a los medios su película este lunes- es una historia de silencio, amor y odio... Es una película sencilla, minimalista, con muy pocos elementos y dos únicos personajes. En este caso son dos mujeres pero podían haber sido dos hombres o un hombre y una mujer. Quizás me parecía que al ser dos personas del mismo sexo el resultado sería más radical, pero no había una voluntad clara de hacer un cine digamos “gay”, sólo de contar una historia válida para cualquier orientación sexual. En este caso son dos personas, dos mujeres, que nunca habían expresado deseos homosexuales. Simplemente son amigas desde hace mucho tiempo y esa pulsión que surge inesperadamente es lo que mantiene a la vez el rechazo y la atracción".
Así explica Candel cómo se puede hacer una película tan barata: "El rodaje en sí fueron 10.000 euros, lo que costó el viaje de Madrid a Santiago de Chile de las dos actrices, el sonidista, el cámara y yo, además del alquiler del equipo, un coche y de la casa donde rodamos, así como la manutención de todos durante dos semanas, que fue el tiempo que estuvimos allí. Luego, la postproducción se llevó los 2.000 euros restantes".
El cineasta valenciano, que después de dos miradas ha hecho otras dos películas aún más económicas, las cuales está terminando para el año próximo presentarlas a festivales, explica que en sus cintas nadie cobra. "Menos mal que hay gente que hace las cosas porque le apetece, por hacer algo nuevo, por experimentar y crecer personal y profesionalmente. Haciendo cine es como se aprende. Que este trabajo no esté remunerado no significa que no sea interesante. La gente aún quiere hacer cosas… Y pienso que yo les contagio con mi entusiasmo. Para los actores esta forma de trabajar se sale de lo que están acostumbrados, porque pocas veces pueden cambiar un guión, ni siquiera una frase. Aquí son creadores".
Por el momento, "Dos miradas" se proyectará en el madrileño Pequeño Cine Estudio a partir del viernes 21. Este mismo fin de semana, además, participará en la Muestra de Cine Europeo de Segovia. Antes ganó premios y menciones en Nueva York, Isla Margarita (Venezuela), Valencia, Albacete, Tenerife y La Palma.