Banderas, Hayek y De la Iglesia, brillan en una jornada oriental de la Berlinale
- por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Los protagonistas sonoros de "El Gato con Botas", Antonio Banderas y Salma Hayek, han coincidido este miércoles en las pantallas y los hoteles berlineses donde se alojan. Ambos tienen películas fuera de concurso en la 62 Berlinale, el primero "Haywire", de Steven Soderbergh, y la segunda "La chispa de la vida", de Alex de la Iglesia. Sin embargo, en la competencia, todo el protagonismo hoy ha sido oriental, con una épica historia de amor en casi 3 horas, la china "Bai lu yuan" (La llanura del Venado Blanco), de Wang Quan'an, y la bastante más ligera en todos los sentidos cinta indonesia "Kevun Binatang" (Postales desde el Zoo) de Edwin.
Banderas y Salma, grandes amigos fuera de los platós desde que hace ya bastantes años hicieron "Desperado", han ido hoy cada uno por su lado, el primero con otra dama, una recién llegada a la gran pantalla llamada Gina Carano, que se dedica a las luchas de artes marciales y en la película de Soderbergh, un febril "thriller" de espionaje y acción sin la mínima ínfula autoral (el estadounidense sabe lo que le da de comer y lo que no). También les acompañó aparte del director otro de sus estelares actores, Michael Fassbender. Faltaron Michael Douglas y Ewan McGregor, otras dos figuras del elenco.
En rueda de prensa, el actor malagueño elogió la forma de trabajar del director de "Traffic" y "Che", confesando que le sorprendió tanto la rapidez como la seguridad con la que filmaba, algo no tan raro si se considera que toca casi a dos películas por año...
Por su parte, Salma Hayek está en Berlín junto a su marido en la ficción de la última tragicomedia de Alex de la Iglesia, "La chispa de la vida", el televisivo José Mota, y al cineasta vasco. Este, en declaraciones a NOTICINE.com, aseguraba que a pesar de ser un encargo y hasta los actores ya estaban elegidos cuando él llegó al proyecto considera este film "como 100% mío", y se felicitaba no sólo por unos resultados comerciales en España que considera muy satisfactorios -"más de lo que esperábamos"- sino por unas ventas internacionales "que están yendo muy bien".
En la carrera por el Oso de Oro podemos añadir un nuevo nombre en el rubro de posibles premiados. Se trata del chino Wang Quan'an, que cuenta la primera mitad del siglo XX en su país, y la evolución desde un régimen feudal al comunismo, a través de la historia de amor de un hombre y una mujer condicionada por las ventajas del antiguo régimen para los ricos: ellos podían tener varias esposas, no así sus subditos, que ni siquiera podían hacerlo una vez y con quien querían, en este caso una concubina. Bajo el recurrente tema de las rivalidades familiares y la ambición por el poder, el autor de "La boda de Tuya", que hace cinco años se llevó ya un Oso de Oro, aspira a repetirlo con la bella, épica y melodramática historia de su pareja protagonista, que debió pagar un alto precio por estar juntos en aquellos tiempos convulsos e injustos.
Por su parte, "Kevun Binatang" (Postales desde el Zoo) del indonesio Edwin (así, sin apellido, es como le gusta que le llamen) tiene como protagonista a una chica pluriempleada, que combina su intensa labor de cuidadora de animales en zoo de Yakarta con un trabajo de masajista. Lo primero le viene de la niñez, porque de pequeña su padre la perdió visitando el zoo y nunca más regresó a recuperarla (!), por lo que creció entre los animales y los trabajadores del parque. Si se aprecia como un cuento, entretiene, pero más vale no tomársela en serio.
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Banderas y Salma, grandes amigos fuera de los platós desde que hace ya bastantes años hicieron "Desperado", han ido hoy cada uno por su lado, el primero con otra dama, una recién llegada a la gran pantalla llamada Gina Carano, que se dedica a las luchas de artes marciales y en la película de Soderbergh, un febril "thriller" de espionaje y acción sin la mínima ínfula autoral (el estadounidense sabe lo que le da de comer y lo que no). También les acompañó aparte del director otro de sus estelares actores, Michael Fassbender. Faltaron Michael Douglas y Ewan McGregor, otras dos figuras del elenco.
En rueda de prensa, el actor malagueño elogió la forma de trabajar del director de "Traffic" y "Che", confesando que le sorprendió tanto la rapidez como la seguridad con la que filmaba, algo no tan raro si se considera que toca casi a dos películas por año...
Por su parte, Salma Hayek está en Berlín junto a su marido en la ficción de la última tragicomedia de Alex de la Iglesia, "La chispa de la vida", el televisivo José Mota, y al cineasta vasco. Este, en declaraciones a NOTICINE.com, aseguraba que a pesar de ser un encargo y hasta los actores ya estaban elegidos cuando él llegó al proyecto considera este film "como 100% mío", y se felicitaba no sólo por unos resultados comerciales en España que considera muy satisfactorios -"más de lo que esperábamos"- sino por unas ventas internacionales "que están yendo muy bien".
En la carrera por el Oso de Oro podemos añadir un nuevo nombre en el rubro de posibles premiados. Se trata del chino Wang Quan'an, que cuenta la primera mitad del siglo XX en su país, y la evolución desde un régimen feudal al comunismo, a través de la historia de amor de un hombre y una mujer condicionada por las ventajas del antiguo régimen para los ricos: ellos podían tener varias esposas, no así sus subditos, que ni siquiera podían hacerlo una vez y con quien querían, en este caso una concubina. Bajo el recurrente tema de las rivalidades familiares y la ambición por el poder, el autor de "La boda de Tuya", que hace cinco años se llevó ya un Oso de Oro, aspira a repetirlo con la bella, épica y melodramática historia de su pareja protagonista, que debió pagar un alto precio por estar juntos en aquellos tiempos convulsos e injustos.
Por su parte, "Kevun Binatang" (Postales desde el Zoo) del indonesio Edwin (así, sin apellido, es como le gusta que le llamen) tiene como protagonista a una chica pluriempleada, que combina su intensa labor de cuidadora de animales en zoo de Yakarta con un trabajo de masajista. Lo primero le viene de la niñez, porque de pequeña su padre la perdió visitando el zoo y nunca más regresó a recuperarla (!), por lo que creció entre los animales y los trabajadores del parque. Si se aprecia como un cuento, entretiene, pero más vale no tomársela en serio.
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