Noticine.com

Por José Romero Carrillo

Son pocos los festivales que pueden jactarse con justicia de abarcar todo el cine del mundo y éste es uno de ellos. No tiene el Festival de Montreal la potencia mediática, las estrellas ni el glamour de su vecino, el festival de Toronto, pero eso no le afecta en lo más mínimo pues sus intenciones son otras. Ofrecer un panorama extenso, como si se tratara de un mapamundi, en el que cada país debe estar representado, y esto está respaldado no solo por el tiempo transcurrido sino por un público espectador que acude en gran número a cada una de sus funciones.

Como es lógico, la cantidad excede enormemente a la calidad, pero ahí el ojo crítico del cinéfilo le hace ubicar las películas de mayor interés o, al menos, aquellas que vienen precedidas de los mejores comentarios. Éste sería quizá la mayor objeción al más antiguo Festival de Canadá y uno de los dos únicos festivales de clase "A" del continente, junto al de Mar del Plata, al que yo opondría el elemento de la sorpresa, del descubrimiento de las nuevas obras, de los nuevos cineastas o sencillamente el único puerto posible de algunas buenas realizaciones que no han podido, o desconocen cómo, acceder a un festival más afamado como Locarno o Berlín.

La competencia principal presentó un puñado de cintas muy interesantes como "Invasion" del director georgiano Dito Tsintsadze, "Closed Season" de la alemana Franziska Schlotterer o la austriaca "Coming of Age" de la dupla de realizadores Sabine Hiebler y Gerhard Ertl. Pero si hubo una cinta que se destacó por todas las demás fue "Where the Fire burns", del turco Ismael Gunes, conmovedor relato sobre un padre y su hija, un embarazo no deseado y toda la represión (inimaginable para muchos de nosotros) de un sistema ideológico, religioso y político que aún persiste.

Si hablamos de películas latinoamericanas, tres fueron los descubrimientos de la presente edición: "A la Deriva" del director argentino Fernando Pacheco, "Tres Marías" del director chileno radicado en Costa Rica Francisco González y "Chalán", segunda obra del cineasta mexicano Jorge Michel Grau.  

Aunque ya había sido exhibida en competencia en el pasado Festival de Lima, sin obtener ninguna presea, aquí participó bajo el lema de World Film Premiere la opera prima de nuestra compatriota Joanna Lombardi "Casadentro" y para la completa sorpresa de ella misma, obtuvo el premio de la Crítica (FIPRESCI) y el Zenith de Oro a la mejor primera película, otorgado por el jurado oficial del certamen.

A pocos minutos de darse a conocer los premios oficiales en el Teatro Maisonneuve pudimos obtener las primeras declaraciones de la joven realizadora peruana: "No puedo más, en verdad, de la emoción. Tengo ganas de salir y ponerme a correr en la calle para que se me pase un poco. Nunca me lo esperé, en verdad, cuando me dieron el premio de la Crítica Internacional estaba feliz y jamás me imaginé que iba a ganar el Premio Oficial del Festival".
Respecto a la relevancia de este galardón para la cinematografía peruana comentó: "Siempre un premio afuera es una buena noticia para el Perú porque un festival tan grande como éste donde hay gente de tantos países, y ver que reciben así una película peruana es muy importante. Ojalá que ahora en el estreno en Lima, la gente vaya al cine y que a la crítica de nuestro país le guste también la película".

Antes de estos premios, "Casadentro" tenía como segura su participación en la próxima edición del Festival de Mar Del Plata, ahora han aparecido otras opciones, ya viables, como Rotterdam o Berlín. Al parecer Montreal les da buena fortuna al apellido Lombardi, basta recordar que en 1990 "Caídos del Cielo" de Francisco Lombardi obtuvo la máxima distinción. Veintidós años después fue el turno de la hija.