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En 2008 la realizadora Jennifer Lynch ganó el premio a la mejor película del Festival de Sitges con "Surveillance", distinción que la cineasta considera "el mayor honor que ha recibido nunca". La hija del maestro David Lynch regresa al festival catalán para tentar al jurado y al público con un nuevo trabajo, "Chained", un turbador film de suspense que ha presentado este martes en la sección oficial en competencia.

La película cuenta la historia de un taxista perturbado (Vincent D'Onofrio) que secuestra a una mujer y a su hijo pequeño. A ella la asesina violentamente, pero se queda con el niño. Encadenado a una pared, el muchacho contempla los posteriores asesinatos de su captor, quien lo obliga no sólo a atenderlo como un sirviente, sino también a limpiar el estropicio que dejan sus sangrientos crímenes, hasta que un día el enajenado hombre decide que el chico se convierta en su aprendiz.

La directora cuenta que lo que le atrajo de la historia del film no fue la posibilidad de crear un "serial killer" diferente, sino mostrar a un hombre común y corriente, pero con un asesino dentro.

"Ese es un concepto muy perturbador. Explorar en los monstruos humanos, en los monstruos reales. Pero también en la idea de robar una infancia, como lo hace el personaje", dice la directora.

Jennifer Lynch manifiesta que "Chained" no está inspirada en ningún caso real ni el homicida es Jason, de "Viernes 13". "Lo único que me planteé para definir a los personaje fue meterme en su piel. Sentir que haría si fuese aquel hombre, y también que es lo que me daría más miedo si fuera el niño", precisa.

Jennifer Lynch contó que después que su padre vio la cinta le dijo: "Creo que sí te gustan muchos las películas de miedo, porque has hecho una muy buena película". A lo que ella le replicó: "Mi película es más psicológica que un "slasher", pero sí que da miedo".

Precisamente sobre la influencia del cine de su padre en su trabajo, la realizadora confiesa que no sabe exactamente de qué forma la ha podido afectar, pero sí reconoce que lo que le fascina del cine de su padre es que él poniendo una casa, un perro y un jardín, puede crear una escena terrorífica. "Eso es lo que intento robarle y ponerlo en mis películas", asegura la cineasta.