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El debutante cineasta colombiano Gabriel González Rodríguez ha estrenado en la competencia del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva su película "Estrella del sur", un duro drama social ubicado en una zona marginal de Bogotá, que su autor conoció por motivos laborales. El joven guionista, director y productor se muestra feliz por la acogida de la cinta, que fue vista por primera vez... en el interior de la prisión provincial de la ciudad andaluza, antes de su pase ante prensa y público.

- Resúmame por favor lo que cuenta en "Estrella del Sur".
Es una historia sobre un grupo de adolescentes que viven en un barrio del nombre que están en el último año de colegio y quieren hacer un viaje al mar para celebrar el final del curso, y mientras llega un grupo de "limpieza social" al barrio y los empieza a matar de uno a uno. Esto ocurre cuando ellos tienen una nueva profesora de literatura que vive con ellos ese dolor, y trata de ayudarles, pero en muchas oportunidades en la película la dureza y la crudeza del entorno es mucho más fuerte que sus aspiraciones.

- Es la primera vez que "Estrella del Sur" se somete a una audiencia...
Sí, este ha sido nuestro estreno mundial. Huelva apostó por nosotros de una manera muy generosa y estoy muy contento de estar acá. Este es el festival donde naturalmente debimos debutar, porque está abierto y nos puede dar muchas oportunidades. He visto en la sección oficial una gran diversidad y por eso es un honor estar acá y espero que la película siga conectando con el público como lo ha hecho a esta hora. Y seamos importantes en este festival. La película no se ha estrenado en Colombia, se verá a partir de abril del próximo año. Aquí es la primera vez que la vio un público, y fueron los presos de Huelva. La sesión en la cárcel fue muy enriquecedora, les encantó la película, comectaron con ella, me transmitieron muchas de sus emociones y como conectaron con la realidad de la película. Era gente con muchas cosas que decir fuera de lo cinematográfico. Entre prensa y público también funcionó muy bien y creo que se nos van a abrir muchas puertas incluso antes de su estreno en Colombia.

- ¿Cómo se le ocurrió la idea?
Yo trabajé en el mismo colegio donde rodamos. Yo daba clases a los muchachos y a los maestros de cómo hacer cine, y entre las historias que ellos me contaban que querían hacer y trabajar escuché algunas que me conmovieron e interesaron mucho, así que empecé a leer e investigar en las cosas que me contaron y así empezaron a surgir todas las cosas que salen en la película. Para mí lo fundamental desde la escritura del guión fue encontrar los personajes adecuados para que la historia se contara de una manera muy redonda. Me interesa que el cine sea un experimento dramatúrgico para contar muchas cosas que tienen que ver sobre todo con un compromiso social e histórico que yo tengo como director y quiero seguir explorando en las futuras cintas que haga, la educación, la igualdad social, la memoria histórica... "Estrella del Sur" es muy comprometida en ese sentido. Yo además pude conocer de primera mano -además muy joven- la experiencia de estos muchachos y maestros en un barrio donde no vivo pero del que tenía muchos conceptos muy errados y estereotipados por los medios. Entendí que si yo podía hacer algo desde el cine o desde el arte era transmitir la idea de que también existe humanidad en un lugar como este.

- He oído comentarios que aluden a la dureza de su película...
Creo que sí, porque precisamente la realidad es así, la que viven estos muchachos y todo lo que quiero contar es muy duro y a veces parece increíble que suceda. La estética misma, la actuación de los muchachos, la historia que cuento creo que tenía que hacerse de esa forma para remover algunas fibras y la reflexión no se quede solo en el tema, sino en lo humano, que a mí me interesa mucho. La dureza de la película es necesaria porque las cosas suceden asi. No quise enmascarar la realidad o contarla en una forma que no fuera muy natural y que enganchara por su verosimilitud y su entendimiento como algo que le pasa a cualquiera, y que le ocurre a mucha gente en Colombia y en muchos otros países. Crecer es complicado y hacerlo en un ambiente violento y carente de oportunidades es aún más complicado. La película si tiene algún aporte es el de contar algo que se ha visto ya desde muchas aristas, pero ahora desde el punto de vista de la crudeza. No reservarnos nada, y la película cumple un objetivo de memoria. Fue un reto para mí hacer una película que explorara este tema de la naturalidad sin caer en el morbo y que fuera de alguna manera una metáfora de esa pérdida de la humanidad que denuncio.

- Usted mismo produjo la película ¿Le resultó costoso?
Producir la película no fue complicado, pero sí un proceso largo y que requirió mucha paciencia. Se financió basicamente a partir de las subvenciones que tenemos en Colombia, por el Fondo de Desarrollo Cinematográfico. Ellos creyeron mucho en la película y los jurados de las convocatorias conectaron muy bien con el proyecto, primero en desarrollo de guión en 2008 y luego en 2010 con la ayuda que me permitió producirla, así entraron socios que pusieron equipos de rodaje y postproducción. Se hizo con muy pocos recursos, costó unos 400 000 dólares. Los actores se comprometieron y tuvieron paciencia para estar casi tres años esperando para rodarla. Gracias a ese tiempo pudimos ensayar casi cada semana y eso enriqueció mucho la película y hacer un rodaje muy fluido, que sólo duró 24 días. Fue un logro muy grande, porque el equipo de producción y dirección nunca habiamos hecho un largo.