Numeros medios españoles y extranjeros se han hecho eco con disgusto del cese del dese 1995 director del Festival Internacional de Cine de Gijón, José Luis Cienfuegos, quien este jueves, tras su sorpresiva sustitución por el joven cineasta también asturiano Nacho Carballo, ha hecho público un comunicado en el que reivindica su trayectoria. "El Festival de Gijón, tal como se le conoce hoy nacional e internacionalmente, gracias al intenso trabajo de las personas que a lo largo de estos años tuve el privilegio de dirigir, no siempre estuvo ahí, esto quiero que quede muy claro pues es mi reivindicación y reconocimiento personal y público de este esfuerzo", sostiene el exdirector.
Las nuevas autoridades municipales gijonesas, del partido Foro Asturias del exdirigente del derechista Partido Popular Francisco Alvarez-Cascos, anunciaron este miércoles el cambio en la dirección del certamen, nombrado en su día por un ejecutivo socialista, y lo hicieron solo minutos después de comunicárselo al interesado. Fuentes de este último partido calificaron de "sectarismo" la decisión del consistorio conservador.
Pero sobre todo, Cienfuegos ha recibido el apoyo mediático, inclusive de medios no precisamente izquierdistas. En El Mundo, Luis Martinez dice: "Probablemente el único mérito de su director todo este tiempo haya sido hacer las cosas bien, con sentido. Y, claro, pocas cosas tan sospechosas como la cordura. Quizá por ello, el Gobierno asturiano de Álvarez Cascos ha decidido dar un nuevo impulso al festival para que el "audiovisual asturiano" (sic) adquiera el lugar que probablemente merece. Es decir, de repente, la galeria de arte Marlborough decide, por poner un símil cercano a algunos, dedicarse a la artesanía de la cuenca del Nalón, por decir algo".
Mientras, en El País, Borja Hermoso escribe: "Un nuevo y miserable alea jacta est se ha consumado en Asturias, donde un político que atiende al nombre de Francisco Álvarez Cascos sigue adelante, mano de hierro, impasible el ademán, en la creencia de que con él en la poltrona se consuma la resurrección de Don Pelayo". Para el periodista, habitual asistente a festivales españoles y extranjeros, de la mano de Cienfuegos, "Gijón fue, sencillamente, el festival que parió, a ojos del espectador español, a cineastas de la talla de Tom Di Cillo, Larry Clark o Todd Solondz... un verdadero Sundance a la española, y con ambiente festivalero y nocturno, además, una cosa impagable y ya casi utópica en estos tiempos, vamos".
Por su parte, la revista fotogramas, a través de su web, ha publicado un artículo en el que defiende la gestión del cesado director del certamen asturiano: "Con el espíritu joven y rompedor del cine independiente como estandarte, José Luis Cienfuegos convirtió Festival de Gijón en todo un referente para la cinefilia mundial. El y su joven equipo lograron componer, año tras año, una programación rigurosa y rompedora, prácticamente sin parangón en nuestro calendario festivalero".
En la web continental Cineuropa, finalmente, Sergio Ríos asegura que "Bajo su dirección, el certamen asturiano se ha convertido en uno de los más prestigiosos del cine independiente de España y Europa", y concluye: "Triste destino (...) para el que fue apodado el Sundance español".
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