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- Aunque hasta noviembre no tendrá lugar su 50 edición, el Festival Internacional de Cine de Gijón ya ha empezado a organizar las celebraciones por ese redondo aniversario. El director serbio-bosnio, Emir Kusturica, visitará la ciudad asturiana ya este mes de agosto, para un encuentro con el público el día 7 y un concierto que el cineasta y músico dará con su grupo, la No Smoking Orchestra, en el Teatro Jovellanos ese mismo día a las 20:30 horas.

Esta y otras actividades del cincuentenario se dan a conocer este miércoles en un periódico gratuito que se difundirá en la ciudad. En él se recoge una segunda actuación fílmico-musical, la de la actriz asturiana Lluvia Rojo con su No Band for Lluvia, aunque esta vez durante el desarrollo habitual del certamen, especializado en cine independiente, sobre todo Europeo, que será entre el 16 y el 24 de noviembre.

- "De jueves a domingo", la multipremiada cinta de la chilena Dominga Sotomayor, se alzó con el máximo galardón del polaco Festival de Nuevos Horizontes, que se desarrolló en la ciudad polaca de Wroclaw, dotado con 25 000 dólares. Este drama familiar visto desde ojos infantiles, ganador en Rotterman, no fue el único hispano reconocido en el certamen, ya que la brasileña "O som ao redor", de Kleber Mendonça Filho, se llevó el premio de la Crítica (FIPRESCI). Este, el más importante de los certámenes polacos, dedicó amplios ciclos al cine mexicano contemporáneo y a Carlos Reygadas.

- Irán y los festivales de cine son un cocktail difícil de mezclar, por la ferrea censura de la República Islámica contra sus creadores fílmicos. Según Deadline, el gobierno de los ayatolahs estaría pensando "biocotear" a la Mostra de Venecia, al no permitir la participación del único realizador persa seleccionado. Se trata de Kianoush Ayari, cuya película "La casa paterna", un drama sobre el machismo, fue programada en el apartado paralelo Orizzonti. Según el Tehran Times, las autoridades exigieron a su director que realizara cortes en determinadas escenas, consideradas contrarias a la moral islámica, pero todo indica que el autor no aceptó la censura. En consecuencia existe el riesgo de que no se permita viajar a Italia ni a él ni a su película. Aunque en esto último todo puede pasar gracias a la tecnología. El año pasado, el detenido en su domicilio Jafar Panahi consiguió sacar del país y hacer llegar al Festival de Cannes un pen-drive o memoria USB con su cinta "This is not a film"... escondido dentro de una tarta.