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En un mes, "Fecha de caducidad", la opera prima de la cineasta y exdirectora del Festival de Guadalajara Kenya Márquez, participará en dos festivales españoles. Ahora se proyecta en la Seminci de Valladolid y el mes próximo competirá en Huelva (noticia que recibió de parte de NOTICINE.com al iniciar la entrevista) esta comedia negra protagonizada por Damián Alcázar que le llevó más de una década poder convertir en realidad. La realizadora mexicana, que tiene previsto casarse este domingo en Madrid, muestra su felicidad porque por fín tiene asegurado el estreno en su propio país, donde aún no se ha visto en salas comerciales.

- Casi hace un año que estrenó su película en Morelia, una opera prima que le costó más de una década convertirla en realidad. ¿Ya se ha relajado y tiene la sensación de estar pasando página o aún se ve en la vorágine de tener que acompañar a su film y defenderlo?
Fíjate que ahora, justo esta semana, me dio ya por primera vez un sentimiento de tranquilidad, de cerrar un círculo de tantos años... Ya que casi hacer esta película ha sido como una forma de vida, que de repente paré un poco, sobre todo cuando estuve dirigiendo el Festival de Guadalajara, y luego retomé el proyecto y la posibilidad de hacerla, hasta que lo conseguí. Y este lunes me dieron la noticia de que recibió un apoyo a la distribución en México, que era lo que me tenía triste y decepcionada, porque pese a que la ha ido bien en los festivales, y disfrutó de muy buena respuesta de los espectadores, que no tuviera distribución en mi propio país. Con esta ayuda oficial podremos llevarla a los cines el año que viene, en los primeros cuatro meses. Cuando me dieron la noticia me vino una tranquilidad como de ya dejarla andar sola. Este mes se cumple un año de empezar a exhibirse en festivales, y es por tanto un gran cierre.

- ¿ En qué se parece "Fecha de caducidad" a lo que usted soñó todos los años anteriores a poder rodarla?
Creo que se parece en un 75-80%. El problema es que la hice con muy poquito dinero, 7 millones de pesos, y eso fue muy limitante en cuanto a la producción, la falta de medios... Se hizo en cooperativa y me parece que fue muy amorosa. El equipo la entendió perfecto y participó por el gusto del guión. El compromiso de su parte fue muy fuerte, y se ve en la película, aunque tenga sus fallas. Se ve lo que busco y lo que quiero contar y denunciar.

- ¿Considera que el tiempo en que fue directora del Festival de Guadalajara le ayudó en su faceta como cineasta?
Muchísimo. Me marco mucho, porque ví mucho cine, y mucho cine pretencioso. Lo único que pensé en mi cabeza es no hacer una película pretenciosa. Eso me rondaba todo el tiempo cuando escribí el guión: hacer una película no pretenciosa, honesta, y que realmente dijera lo que mi alma traía. Creo que sí lo logré, sacar todos mis fantasmas y denunciar lo que me molesta en mi país, las injusticias, y lo que existe, pero de una manera sutil, porque no quería que fuese violenta o agresiva. Eso me tiene muy contenta.

- En un mes va usted a participar en dos festivales españoles, primero ahora en la Seminci y luego en Huelva...
Valladolid es un festival que respeto mucho, y se conjuntó esta posibilidad de que la película viniera a España, en un festival importante, y ahora que me diste tu la noticia de que fuimos seleccionados para Huelva también me alegré, ya que es otro festival que le puede dar un respaldo a la película. Tengo mucho miedo. Es muy curioso, porque donde he sentido más miedo fue en Moscú y ahora aquí. En Rusia resultó muy sorprendente ganar el Premio Especial del Jurado, porque se pasó en los últimos días, tuvo un mal horario de función y de repente nos dieron el galardón. La función fue rara porque la gente no se reía, y yo me moría de miedo por saber su opinión, pero la gente a la salida me decía que se había divertido mucho, aunque no lo hubieran expresado con risas en ningún momento, como ocurrió en otros lugares. Y esa misma noche me dijeron que había ganado el premio... Fue totalmente inesperado. Aunque en realidad creo que el premio más grande que he obtenido ha sido ahora este apoyo a la distribución para poder estrenarla con algo de publicidad. Era muy frustrante y triste para mí pensar que en México la gente no podría verla. Como exdirectora de festival se que los premios dependen mucho del estado de ánimo de los jurados, de sus gustos, de cómo se integren... de muchos factores. Son importantes y ayudan a las películas, pero al fin y al cabo el espectador normal es el que decide lo que le pasa finalmente a tu película.

- No deja de resultar paradójico que haya tenido buena acogida y premios en festivales internacionales y mexicanos y los distribuidores no se interesaran por estrenarla en su país...
Sí. Es un poco irónico que en otros países la película pudiera estrenarse antes que en México. Hay precompras de la película en Estados Unidos, Latinoamérica, parece que se están concretando también en Europa. México fue casi casi de los últimos territorios en ser comprada. Mi película no tuvo apoyo de ninguna institución oficial, en la producción, y sólo ahora recibió el empujoncito. El gran problema del cine mexicano es precisamente ese, la distribución, ya no tanto la producción. De una u otra forma podemos desarrollar estrategias y herramientas para hacer las películas, pero lo grave es que es muy difícil llevarlas a las salas. Mientras que la legislación no cambie en México, mientras que los exhibidores tengan un porcentaje tan alto del beneficio de la taquilla, el 60%, no se va a poder hacer nada.  Creo que los mexicanos tenemos que buscar alternativas para la exhibición de películas, que el gobierno federal comprara salas en toda la república, exclusivas para cine iberoamericano, para hacer que nuestras películas no salgan a la segunda semana de los cines. Hace poco me dijo el director del festival de Nueva York que en Estados Unidos sólo el 10% de la taquilla es para el exhibidor, porque su ganancia está en las papitas, los refrescos o las palomitas de maiz... Es increíble esa diferencia.

- ¿Le ha quedado tiempo para pensar en nuevos proyectos?
Sí, estoy trabajando dos guiones simultaneamente, los dos son también de humor negro, y no quiero casarme con una sola historia, porque el camino de "Fecha de caducidad" fue muy largo, y es más operativo tener dos guiones, mover los dos, y acabar filmando el que tenga más y mejores apoyos. Por otro lado, me llegó hace un par de semanas un libreto de una guionista que ganó el premio en Guanajuato y me está gustando mucho. Así que lo uniré a los míos. También quiero hacer un corto en animación. Es muy duro estar 11 años intentando hacer una película y obsesionada por ella.