Rodrigo Plá y Laura Santullo, en vísperas de volver a Venecia, ahora con "Un monstruo de mil cabezas"
- por © Redacción-NOTICINE.com
Las nada transparentes aguas de la laguna veneciana no les son desconocidas a la pareja en el cine y en la vida formada por el realizador Rodrigo Plá y la guionista Laura Santullo, ambos uruguayos afincados por años en México. Hace 7 años presentaron en su Mostra de Cine "La zona", y ahora se preparan a volver al lido con su nuevo e inédito trabajo, "Un monstruo de mil cabezas", que participará en el apartado paralelo Orizontti. "Tiene la textura y el ambiente de un policial, y hay un crimen de cuello blanco como base. También tenemos a un personaje que va tomando decisiones desesperadas buscando justicia", avanza Santullo, que primero publicó la historia como novela negra.
Tras regresar a su país natal con su previa cinta, "La demora", Plá-Santullo siguieron su anterior rutina para filmar "Un monstruo de mil cabezas", en el DF. Se trata de la historia de Sonia, una esposa desesperada que decide hacer justicia por mano propia para tratar de salvar a su marido enfermo de cáncer ante una aseguradora médica que se niega a brindarle el tratamiento adecuado.
La cinta, aparte de su envoltura "de género", conserva las líneas del cine social de la pareja, el cuestionamiento de un poder que elude resolver las injusticias y brindar atenciones a los más desfavorecidos, mientras se favorecen privatizaciones. "No se puede arrancar a hacer una película desde el discurso, pero uno inventa historias y con el tiempo se da cuenta de qué venía hablando con su obra", dice Plá, en declaraciones al diario uruguayo El País.
"Con 'La demora' -añade- empezamos a probar ciertas cuestiones como ver cómo nuestros personajes principales transitan los acontecimientos, que en este caso eso llevamos al extremo".
"Un monstruo de mil cabezas" fue producida por ellos mismos junto a su compatriota Sandino Saravia, con capitales públicos y privados. "Desde hace unos años se instauró en México un fondo de financiamiento que permite que las empresas destinen el 10% de sus impuestos a hacer películas. En un país en crisis en varios sentidos, puedo decirte que se está viviendo una bonanza cinematográfica", sostiene Plá.
El cineasta y su mujer guionista adelantan que tienen dos proyectos en marcha, uno para filmar en México, llamado "Guardia y custodia, y otro, titulado "Tom", que sería su primer film rodado en inglés en Estados Unidos, aunque intentando "mantener el control creativo".
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Tras regresar a su país natal con su previa cinta, "La demora", Plá-Santullo siguieron su anterior rutina para filmar "Un monstruo de mil cabezas", en el DF. Se trata de la historia de Sonia, una esposa desesperada que decide hacer justicia por mano propia para tratar de salvar a su marido enfermo de cáncer ante una aseguradora médica que se niega a brindarle el tratamiento adecuado.
La cinta, aparte de su envoltura "de género", conserva las líneas del cine social de la pareja, el cuestionamiento de un poder que elude resolver las injusticias y brindar atenciones a los más desfavorecidos, mientras se favorecen privatizaciones. "No se puede arrancar a hacer una película desde el discurso, pero uno inventa historias y con el tiempo se da cuenta de qué venía hablando con su obra", dice Plá, en declaraciones al diario uruguayo El País.
"Con 'La demora' -añade- empezamos a probar ciertas cuestiones como ver cómo nuestros personajes principales transitan los acontecimientos, que en este caso eso llevamos al extremo".
"Un monstruo de mil cabezas" fue producida por ellos mismos junto a su compatriota Sandino Saravia, con capitales públicos y privados. "Desde hace unos años se instauró en México un fondo de financiamiento que permite que las empresas destinen el 10% de sus impuestos a hacer películas. En un país en crisis en varios sentidos, puedo decirte que se está viviendo una bonanza cinematográfica", sostiene Plá.
El cineasta y su mujer guionista adelantan que tienen dos proyectos en marcha, uno para filmar en México, llamado "Guardia y custodia, y otro, titulado "Tom", que sería su primer film rodado en inglés en Estados Unidos, aunque intentando "mantener el control creativo".
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