La argentina "El clan", lo más interesante de una jornada veneciana con glamour europeo

por © E.E. (Venecia)-NOTICINE.com
Trapero, entre Peter Lanzani y Guillermo Francella


"El clan", de Pablo Trapero, la película argentina que lleva más de dos millones de espectadores y se mantiene en una insuperable primera plaza de la taquilla nacional salvo el primer día del documental sobre el Boca Juniors en 3D, ha sacado buena nota en su debut internacional, este domingo, en la competencia de la Mostra veneciana, donde entraron con ella otras dos películas europeas, "A Bigger Splash", de Luca Guadagnino, y "L’hermine",  de Christian Vincent, de bastante menor impacto ambas en el balance de la jornada.

Pese a que el público veneciano e internacional aquí presente no está tan familiarizado como el argentinos con la trágica historia que inspiró a Trapero su "Clan", la ola de secuestros y asesinatos protagonizada por la burguesa familia porteña Puccio en los nefastos tiempos de la dictadura militar, ha impresionado el film argentino-español, con el que el cineasta austral, más habitual en Cannes que en la Mostra, retrata más allá de los sucesos en sí una época oscura, en una caricatura negra y descarnada, para lo que cuenta con la complicidad del inmenso Guillermo Francella, al que habrá que considerar para la Copa Volpi de interpretación.

"El clan", a la que quizás se le puede poner como único pero ciertos un poco obvios subrayados de su guionista-realizador (como el montaje paralelo entre escenas de sexo y de tortura), viene a Venecia -primero de los tres festivales de septiembre en los que participará, antes que Toronto y San Sebastián- con la justificada esperanza de seducir a los compradores internacionales, a los que seguramente esos dos millones de argentinos que ya la han visto serán un poderoso aliciente.

Por su parte, el italiano Luca Guadagnino necesita más de dos horas para poner en escena en la producción italo-francesa "A Bigger Splash", dialogada en inglés y con un estelar elenco anglosajón, conformado por Ralph Fiennes, Tilda Swinton, Dakota Johnson y Matthias Schoenaerts. Se trata de un remake de la película gala de hace más de 45 años, el thriller erótico-sentimental "La piscina / La piscine", de Jacques Deray, que el guionista estadounidense David Kajganich ha actualizado en detalles y ubicaciones.

De la chic Saint-Tropez a la más exótica y desconocida isla volcánica de Pantelleria, junto a Sicilia, el cineasta italiano, conocido por "Yo soy el amor / Io sono l'amore / I'm Love", también protagonizada por Swinton, plantea un sensual duelo entre dos parejas. La exestrella del rock Marianne (Swinton), quien pasa las vacaciones junto a su más joven pareja, el cineasta Paul (Schoenaerts), recibe la inesperada visita del productor musical Harry (Fiennes), antiguo amor de la artista retirada, y la hija de éste, la atrevida Penelope (Johnson). Esta llegada parece formar parte de un plan bastante elaborado para desequilbrar la estabilidad de los anfitriones, con un resultado que va más allá de lo esperado.

Demasiado largo, lo que parece empezar como un thriller acaba derivando en melodrama con un final muy poco convincente. "A Bigger Splash" resulta al final un chapoteo menor que no mejorar el original de 1969, protagonizado por la carismática pareja Alain Delon-Romy Schneider.  

Finalmente, "L’hermine" ("El armiño"), de Christian Vincent, narra en tono de muy tranquila parábola sentimental el reencuentro de un temido magistrado, conocido por la dureza de sus sentencias, que le han hecho ganarse el apodo del "Juez Doble Cifra", por condenar siempre por encima de los 10 años a sus reos. Xavier Racine (Fabrice Luchini) sin embargo se va a ver confrontado en su sala del tribunal a un fantasma de su pasado, que le va a hacer ver las cosas de otra manera. Es Birgit Lorensen-Coteret (Sidse Babett Knudsen), una mujer de la que la que se enamoró años atrás de forma casi secreta, tal vez la única que a lo largo de su vida robó su corazón. Ahora se vuelve a cruzar con ella cuando forma parte del jurado en un proceso por asesinato.

Apoyado por el siempre convincente Luchini, uno de los más versátiles y queridos actores franceses, Vincent, conocido por "La cocinera del presidente / Les saveurs du Palais", sufre de un mal que se está revelando como muy contagioso en esta edición de la Mostra: la incapacidad de generar emociones acordes con la potencia de las historias sentimentales que se cuentan. Todo es demasiado tranquilo, demasiado sutil y frío. Sin duda este planteamiento amoroso bastante original, el cruce entre un juez y un viejo idiolio que puede modificar el discurrir de un proceso, podría haber dado para una película con más garra.

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