Finaliza el rodaje de "Iceberg", película española sobre una adolescencia sin adultos

Imagen de 'Iceberg'
Imagen de 'Iceberg'
Una película sobre adolescentes en la que no sale ningún adulto y apenas hay diálogos... Esta es la propuesta del cineasta español Gabriel Velázquez en "Iceberg", su tercera película, cuyo rodaje acaba de terminar, con un reparto repleto de recién llegados al cine, y que parte de la frase de Rousseau "La adolescencia es como un segundo parto. En el primero nace un niño y en el segundo, un hombre o una mujer. Y siempre es doloroso".

"Velázquez", siguiendo la línea emprendida en sus anteriores trabajos, "Sud Express" y "Amateurs", ha querido seguir experimentando con personajes de la vida real. "su frescura envuelve a las secuencias en un tono natural muy especial", apunta. Si en la primera se creó una torre de babel con inmigrantes de lejanas nacionalidades y en "Amateurs" descubrió a su protagonista en un jubilado que jugaba a las cartas en la calle, todos los "actores" que intervienen en "Iceberg" son jóvenes adolescentes de entre 12 y 18 años, elegidos en un inmenso casting por el que han pasado más de 4.000 chavales sin experiencia cinematográfica. Carolina Morocho, Jesús Nieto, Víctor Gª Alvarez y Juan Manuel Sevillano son los protagonistas cuyos rostros saltarán por primera vez a la pantalla.

Rodada íntegramente a orillas del Tormes, con el río castellano como protagonista silente, la historia, casi sin diálogos, fluye bordeando el paso de la adolescencia a la madurez. "Iceberg" es una película cuyo autor califica de "pop y poética" en la que la fuerza visual de los adolescentes y el paisaje de invierno en el Tormes son los principales ingredientes. "Quisimos alejarnos de los núcleos urbanos y de los barrios, huyendo de lugares tan contínuamente retratados y buscando la belleza y la fuerza de las imágenes. Como un iceberg, sencillo y contundente... y casi en silencio." explica Velázquez.

En "Iceberg" no aparecen adultos. Todos son adolescentes y su familia está ausente de sus vidas. Atraviesan un momento crítico: están dejando de ser niños pero todavía no son mayores... Y entonces surge un iceberg. Un problema al que tendrán que enfrentarse en solitario por primera vez y sin ayuda de nadie. "Desde el principio supimos que para contar nuestra historia no podía haber padres ni personas mayores; estos chavales no podían tener a su lado a sus protectores... había que explorar cómo maduraban... solos. Había que ver el iceberg sólo, en la inmensidad del invierno." apuntan Gabriel Velázquez y Blanca Torres, co-guionista de la historia.