John Leguízamo salda sus cuentas pendientes con Hollywood en su espectáculo unipersonal "Gheto Klown"
A menos de una semana del inicio del período de "rodaje" (previo al estreno oficial el 22 de marzo), John Leguízamo sigue intentando afinar su nuevo "one man show" en Broadway. El actor colombiano, de 46 años, representa en el Lyceum Theatre este espectáculo unipersonal, llamado "Ghetto Klown" (El payaso del gueto), el quinto de su carrera. Tras hablar de su infancia, la familia o su vida sexual y amorosa, el protagonista de "Moulin Rouge", ahora explora su carrera y salda cuentas con Hollywood y algunos de sus más ilustres colegas.
Aunque cuenta en declaraciones este jueves a AP que se ha dejado personalidades e historias en el tintero, Leguízamo hace referencias explicitas y con nombres y apellidos a compañeros como Al Pacino, Sean Penn, Brian de Palma, Kurt Russell o Steven Seagal, algunas no precisamente positivas. "Cuando estas siendo honesto tienes que arriesgar", asegura el bogotano, y añade: "No se puede ser honesto y no esperar que alguien te quiera noquear. Para mí, la comedia en los Estados Unidos se ha vuelto liviana y trivial, por alguna razón. Simplemente no tiene el peso que realmente debería tener".
Contando con la complicidad como director de escena de su amigo, el también actor Fisher Stevens ("Short Circuit"), John Leguízamo confiesa que "Ghetto Klown" se reinventa casi a diario. Su principal dificultad, reconoce, es mostrar a un hombre que explora su carrera, sus decisiones a la hora de actuar, sus frustraciones profesionales y sus experiencias junto a estrellas de Hollywood. "Tengo que decir mucho en poco tiempo y de forma más escueta, porque hablar de la forma habitual , simplemente no funciona".
Por ello ha recortado previas anécdotas sobre Harrison Ford, Dennis Hopper o Robert de Niro, incluso algunas de las más divertidas, tras contrastarlas con crítica y público en Chicago, donde debutó el pasado diciembre.
El actor considera que con "Ghetto Klown" cierra una etapa "autobiográfica" en su carrera como cómico. "Este es el ultimo show lineal y personal. A partir de ahora haré cosas inverosimiles y de vanguardia , o simplemente historicas , cualquier cosa... menos algo personal", asegura.
Quien no quiera perderse esta última oportunidad de ver al colombiano "desnudarse" psicológicamente ante una audiencia, debe acudir al Lyceum y abonar desde 200 a menos de 30 dólares, según la ubicación de la butaca y el día, sabiendo que el miércoles no hay sesión.
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Aunque cuenta en declaraciones este jueves a AP que se ha dejado personalidades e historias en el tintero, Leguízamo hace referencias explicitas y con nombres y apellidos a compañeros como Al Pacino, Sean Penn, Brian de Palma, Kurt Russell o Steven Seagal, algunas no precisamente positivas. "Cuando estas siendo honesto tienes que arriesgar", asegura el bogotano, y añade: "No se puede ser honesto y no esperar que alguien te quiera noquear. Para mí, la comedia en los Estados Unidos se ha vuelto liviana y trivial, por alguna razón. Simplemente no tiene el peso que realmente debería tener".
Contando con la complicidad como director de escena de su amigo, el también actor Fisher Stevens ("Short Circuit"), John Leguízamo confiesa que "Ghetto Klown" se reinventa casi a diario. Su principal dificultad, reconoce, es mostrar a un hombre que explora su carrera, sus decisiones a la hora de actuar, sus frustraciones profesionales y sus experiencias junto a estrellas de Hollywood. "Tengo que decir mucho en poco tiempo y de forma más escueta, porque hablar de la forma habitual , simplemente no funciona".
Por ello ha recortado previas anécdotas sobre Harrison Ford, Dennis Hopper o Robert de Niro, incluso algunas de las más divertidas, tras contrastarlas con crítica y público en Chicago, donde debutó el pasado diciembre.
El actor considera que con "Ghetto Klown" cierra una etapa "autobiográfica" en su carrera como cómico. "Este es el ultimo show lineal y personal. A partir de ahora haré cosas inverosimiles y de vanguardia , o simplemente historicas , cualquier cosa... menos algo personal", asegura.
Quien no quiera perderse esta última oportunidad de ver al colombiano "desnudarse" psicológicamente ante una audiencia, debe acudir al Lyceum y abonar desde 200 a menos de 30 dólares, según la ubicación de la butaca y el día, sabiendo que el miércoles no hay sesión.
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