Inma Cuesta nos habla de "La voz dormida": "Dos mil películas que se hicieran sobre la Guerra Civil no serían suficientes"

Inma Cuesta
Inma Cuesta
Llega este fin de semana a los cines españoles la producción nacional de Benito Zambrano ("Solas") que recibió el premio a mejor actriz para María León en el último Festival de San Sebastián. Calificada por algunos de maniquea, mientras otros no pudieron evitar las lágrimas y la emoción al verla, "La voz dormida" tiene en su reparto a la valenciana Inma Cuesta, popular por su televisivo personaje en la serie "Aguila Roja", que aquí se transforma en una militante comunista andaluza, embarazada, que espera hacinada en una cárcel madrileña el nacimiento de su hija y una sentencia de muerte por fusilamiento.

- Resúmame por favor la historia y cómo es su papel...
Habla de la represión en la postguerra española, en la carcel de Ventas, que se hizo durante la República para unas 500 presas y luego llegó a haber hasta 6000. Yo interpreto a Hortensia, una de esas presas, embarazada y en la cárcel por sus ideas políticas, condenada a muerte. Es una mujer luchadora, fuerte, valiente... La película habla de la derrota de los perdedores y de la vida después de la guerra.

- Tiene que ser especialmente difícil para cualquier actriz interpretar a un personaje del que no tiene por obvias razones cronológicas referencias personales...
Para mí, desde el primer momento fue un gran reto y sentía una gran responsabilidad sobre la historia que estaba contando, porque el ejercicio de imaginación que tenía que hacer para acercarme a Hortensia era muy grande. No tengo bagaje como para sentir o para tener esa conciencia de lucha por tus ideales, por la libertad... Hemos nacido en Democracia y me costaba aproximarme a todo eso. Ha sido un trabajo hermosísimo, amargamente dulce, de documentación y de buscar para encontrar a Hortensia.

- ¿Que elementos usó entonces?
Antes de comenzar a hacer la película hicimos un trabajo absultamente fundamental para interpretarla, porque Benito nos dijo que era muy importante que en la mirada del personaje debía de haber esa amargura, de la gente que ha sufrido mucho, y eso sólo se podía conseguir llenando la mochila de historias reales, leyendo libros de testimonios de presas en las cárceles franquistas... Estuvimos con mujeres octogenarias que habían estado en aquella cárcel y que nos contaron el horror que habían vivido, manejé fotografías, poesías, músicas... todo lo que podía ayudarme a encontrar la emoción de Hortensia. Fue un viaje maravilloso.

- Tanto usted como María León transmiten al espectador una gran emoción y un gran dolor... y lo hacen de una forma muy veraz. ¿Lo pasaron mal?
Nunca había entendido el trabajo del actor en lo que se refiere al sufrimiento... me parecía innecesario, pero aquí era imposible que una no se implicara de manera absoluta y que el corazón no se encogiera constantemente, porque yo estaba poniendo en mi boca palabras reales de mujeres que pasaron por eso. Por ejemplo, cuando yo digo "Déjeme tranquila, no ve que me estoy poniendo mi propia mortaja...". Eso está sacado del testimonio real de una señora que lo dijo... Aquello me estremecía, y te lo cuento y me emociono... porque era sobrecogedor. O el fusilamiento en una tapía al lado de un cementerio, rodando de noche, en un lugar donde realmente fusilaron a gente. Así que ha sido un viaje amargo e inolvidable absolutamente para mí como actriz y como persona. He aprendido muchísimo en esta película. Sufrimos muchísimo haciendola. Si la gente lo pasa mal viéndola nosotras también lo pasamos. Te agarra por dentro y no te deja hasta el final.

- En la presentación de "La voz dormida" en San Sebastián se les cuestionó sobre la el fondo y la forma al hacer otra película sobre la Guerra Civil. Da la sensación de que 70 años después las heridas siguen abiertas.
Tristemente creo que sí, que todavía levanta ampollas. Cuando me preguntan si es necesario que se vea la tortura o si es necesaria "otra" película sobre la Guerra Civil, yo respondo: ¡Sí, es necesario! Lo es porque creo que se sabe muy poco todavía sobre lo que pasó, y que esa gente no se pudo defender y cuando ya pasó todo no pudo decir lo que ocurría. Entonces, hoy que se vive en Democracia, ¿por qué no contar la verdad de lo que pasó, lo que sufrieron, la humillación después de la derrota, del que ha perdido?... Todo lo que ocurrió. ¿Por qué no se va a contar, si es verdad? No decimos ninguna mentira.

- Pero, ¿piensa que estas vivencias siguen teniendo vigencia hoy, que pueden interesar a la gente de su generación?

Sí, creo que es necesario que la gente de mi edad, la gente joven, conozca la historia de su país, lo que han pasado sus abuelos, sus bisabuelos... para valorar y tener constancia, y sentir que lo que tenemos hoy es gracias a toda esa gente que luchó... Hoy podemos votar porque mujeres como Hortensia murieron fusiladas por defender sus derechos. ¿Cómo no se va a contar esto? Dos mil películas que se hicieran sobre esta y otras guerras no serían suficientes... Además, es un tema absolutamente moderno, porque por desgracia sigue habiendo muchas dictaduras y gente sigue muriendo por defender la libertad.

Cuesta, abrazada a su 'hermana' María León (Patricia S.Guerrero)


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