Pilar López de Ayala nos habla de "Medianeras"
La actriz española Pilar López de Ayala ("Juana la loca") protagoniza junto al argentino Javier Drolas la opera prima en el largometraje de Gustavo Taretto, adaptación de un exitoso corto suyo también también titulado "Medianeras". Los obstáculos físicos y psicológicos de la gran ciudad son los que hacen que dos jóvenes casi vecinos, a los que atormenta la soledad tengan dificultades para encontrarse, a pesar de que parecen haber nacido el uno para el otro. Pilar nos cuenta el encanto y las dificultades de actuar casi sin palabras, este film que se estrena este fin de semana en España.
- Háblenos de este papel de porteña...
Mi personaje es Mariana, una chica que tiene el deseo de salir de una crisis, y de encontrarse con otra persona, que va a ser Martín. Son dos personajes que están atravesando ese momento, que quieren salir de un lugar, están en proceso de transformación y tienen el deseo de encontrar a una persona, en una ciudad que irónicamente los tiene alejados. Y digo ironicamente porque se supone que en las ciudades estamos muchas personas y estamos permanentemente más conectados, a través de los nuevos medios de comunicación e internet, pero luego no es así. La película en ese sentido es muy irónica y es una forma de contradecir ese contacto constante que parecemos tener con los demás, pero en realidad es todo lo contrario, estamos más separados y a pesar de vivir rodeados de gente nos es más difícil comunicarnos.
- Mucha gente fuera de España o Argentina ha pensado que usted era realmente una actriz argentina por lo bien que se expresa...
Para mí es una satisfacción ser capaz de hacer un papel de argentina. Es un sueño un poco insensato, pero los actores dependemos de las ofertas que nos hacen, y por suerte apareció Gustavo (Taretto) con esta propuesta. Me encantó que el pensara que yo podía hacer de argentina. Tuve un "coach" que me ayudó a hacer que el acento fuese creíble. Los españoles tendemos a exagerar cuando imitamos a un argentino, hacemos el acento demasiado cantarín. Pero nos pusimos a trabajar en ello y ha colado. Fue maravilloso rodar en una ciudad que yo quiero tanto como es Buenos Aires y de paso abrir una puerta profesional distinta.
¿Taretto le permitió participar activamente en la construcción de su personaje?
Sí, me dio toda la libertad a la que un actor puede aspirar. Le estoy muy agradecida por que me permitiera participar en este diálogo constante y me dejara formar parte del proceso creativo. Para una actriz hace que te impliques más en el proyecto. Hace que tengas una comunicación fluida y una confianza con un director que me ha dado mucha cancha y al que estoy muy agradecida.
- ¿Para una actriz o actor son más difíciles estas películas en las que hay muy pocos diálogos (también le ocurrió con "En la ciudad de Sylvia") y debe intentar expresar sus sentimientos por otros medios?
No creo que sea la materia prima de un actor necesariamente la palabra. Pienso que lo que deben hacer es expresarse, de la forma que sea en función de la historia. Además el cine es un lenguaje en imágenes, y no tiene o no deberían tener tanta importancia los diálogos. En las buenas películas las imágenes son elocuentes y hablan por sí mismas. Y a mí me gusta ese tipo de cine en el que se puede expresar a través de las imágenes. Como actriz por supuesto es más difícil hacerlo así, pero a mí me gustan los desafíos y transmitir sin diálogos.
- Su carrera ha sido muy fulgurante y también muy internacional. ¿Siempre fueron esos sus objetivos?
Me gusta plantearme los retos a corto plazo, y que sean alcanzables. Me parece que es una manera de ir conseguiendo y de plantearse nuevos pasos. Me siento muy afortunada de haber formado parte de películas y trabajado con directores que admiraba tanto... Claro, siempre quedan objetivos por cumplir, pero como te decía sólo pienso en el corto plazo. Cuando era muy joven y empecé en esto tenía mis sueños, pero la verdad es que los estoy ya haciendo realidad.
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- Háblenos de este papel de porteña...
Mi personaje es Mariana, una chica que tiene el deseo de salir de una crisis, y de encontrarse con otra persona, que va a ser Martín. Son dos personajes que están atravesando ese momento, que quieren salir de un lugar, están en proceso de transformación y tienen el deseo de encontrar a una persona, en una ciudad que irónicamente los tiene alejados. Y digo ironicamente porque se supone que en las ciudades estamos muchas personas y estamos permanentemente más conectados, a través de los nuevos medios de comunicación e internet, pero luego no es así. La película en ese sentido es muy irónica y es una forma de contradecir ese contacto constante que parecemos tener con los demás, pero en realidad es todo lo contrario, estamos más separados y a pesar de vivir rodeados de gente nos es más difícil comunicarnos.
- Mucha gente fuera de España o Argentina ha pensado que usted era realmente una actriz argentina por lo bien que se expresa...
Para mí es una satisfacción ser capaz de hacer un papel de argentina. Es un sueño un poco insensato, pero los actores dependemos de las ofertas que nos hacen, y por suerte apareció Gustavo (Taretto) con esta propuesta. Me encantó que el pensara que yo podía hacer de argentina. Tuve un "coach" que me ayudó a hacer que el acento fuese creíble. Los españoles tendemos a exagerar cuando imitamos a un argentino, hacemos el acento demasiado cantarín. Pero nos pusimos a trabajar en ello y ha colado. Fue maravilloso rodar en una ciudad que yo quiero tanto como es Buenos Aires y de paso abrir una puerta profesional distinta.
¿Taretto le permitió participar activamente en la construcción de su personaje?
Sí, me dio toda la libertad a la que un actor puede aspirar. Le estoy muy agradecida por que me permitiera participar en este diálogo constante y me dejara formar parte del proceso creativo. Para una actriz hace que te impliques más en el proyecto. Hace que tengas una comunicación fluida y una confianza con un director que me ha dado mucha cancha y al que estoy muy agradecida.
- ¿Para una actriz o actor son más difíciles estas películas en las que hay muy pocos diálogos (también le ocurrió con "En la ciudad de Sylvia") y debe intentar expresar sus sentimientos por otros medios?
No creo que sea la materia prima de un actor necesariamente la palabra. Pienso que lo que deben hacer es expresarse, de la forma que sea en función de la historia. Además el cine es un lenguaje en imágenes, y no tiene o no deberían tener tanta importancia los diálogos. En las buenas películas las imágenes son elocuentes y hablan por sí mismas. Y a mí me gusta ese tipo de cine en el que se puede expresar a través de las imágenes. Como actriz por supuesto es más difícil hacerlo así, pero a mí me gustan los desafíos y transmitir sin diálogos.
- Su carrera ha sido muy fulgurante y también muy internacional. ¿Siempre fueron esos sus objetivos?
Me gusta plantearme los retos a corto plazo, y que sean alcanzables. Me parece que es una manera de ir conseguiendo y de plantearse nuevos pasos. Me siento muy afortunada de haber formado parte de películas y trabajado con directores que admiraba tanto... Claro, siempre quedan objetivos por cumplir, pero como te decía sólo pienso en el corto plazo. Cuando era muy joven y empecé en esto tenía mis sueños, pero la verdad es que los estoy ya haciendo realidad.
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